domingo, octubre 28, 2012

23 minutos buenos del Granca bastan contra un desangelado CAI Zaragoza

Newley, siempre intenso en defensa, festeja una jugada
El Gran Canaria retomó la senda del triunfo a costa de un flojo -de juego y de espíritu- CAI Zaragoza (74-56). Haciendo muchas cosas bien en los 23 últimos minutos de partido, los locales se sobrepusieron a un flojísimo inicio en ataque y en defensa y a las bajas y problemas físicos que asolan la plantilla amarilla.

El Herbalife recompuso el marcador al final del segundo cuarto cuando pudo cerrar el rebote y correr, justo cuando defendió con más intensidad en la línea exterior y en el poste bajo. Y finiquitó el partido, ya con el resultado a favor, gracias a la movilidad en ataque y a algunos momentos de buena distribución de balón. El Zaragoza, con su desacierto y su escasa agresividad en los dos lados de la cancha, ayudó a que el margen de la victoria fuera tan amplio.

Hay que tener en cuenta dos cuestiones adicionales a la hora de valorar el triunfo. La primera son las condiciones físicas de la plantilla, ya que a las lesiones conocidas de Slokar y Rey hay que añadir la enfermedad esta semana de Toolson y, en el mismo día de partido, de Báez, cuya espléndida actuación cobra especial mérito. La segunda es que se da ante un rival directo que llevaba una buena trayectoria en la competición, pues sólo había caído frente a Valencia (a domicilio) y Barcelona este año, con victorias en Tenerife y frente al Baskonia.

Pedro Martínez alecciona a los suyos durante un tiempo muerto


La pizarra
La carencia de kilos y centímetros del Gran Canaria no se notó. Los interiores maños sumaron 14 puntos entre los 4 (hoy sufrieron la baja de Pablo Aguilar), y los cuatro que anotó Norel llegaron con casi todo decidido. El cuerpo técnico amarillo ha conseguido camuflar este defecto con algunos ajustes poco habituales en su defensa habitual. En los últimos partidos se ha visto que uno de los aleros -normalmente Beirán- ayuda a Báez y a Samuel Domínguez cuando éstos actúan como pívots y su par recibe el balón en el poste. Esta ayuda es compensada con rotaciones exteriores que no siempre llegan a tiempo, pero que hoy, ante el desacierto en el tiro del CAI, no tuvo consecuencias negativas.

También se pudieron ver algunos 2x1 de los interiores cuando el balón entra en la zona, con suerte desigual debido a la lentitud de Prestes para recuperar su sitio y a la falta de prestancia de los aleros en cubrir al otro interior. Aun así, estos ajustes sirven para que las fintas de ayudas sean más efectivas y contribuyen a la confusión del ataque rival.

Otra cuestión táctica interesante fue el ataque contra zona del Gran Canaria al inicio del último cuarto. Abós planteó una defensa 2-3 para intentar cambiar el ritmo de partido, pero la interpretación de los locales fue tan buena, con Scheyer y Toolson entendiendo perfectamente lo que debían hacer, que sólo sirvió para hacer despegar de manera definitiva al Herbalife.

Los maños
Como análisis previo para la revista 1Arriba, escribí que el jefe del CAI, pese a estar recién llegado, es Pedro Llompart, uno de los mejores en su equipo hoy. Por suerte, su mejor cualidad -jugarse los balones en momentos decisivos- no tuvo oportunidad de salir a relucir.

El CAI demostró el que es uno de sus principales defectos desde su regreso a la ACB: le cuesta horrores competir cuando no tiene acierto ofensivo. Si no es capaz de castigar por dentro a un equipo mermado en el juego interior y, al mismo tiempo, se queda en un paupérrimo 19% en el tiro de tres, sus posibilidades de ganar fuera de casa en la ACB se reducen drásticamente. El gran punto débil de este equipo es la defensa, lo lleva siendo ya en las dos temporadas anteriores.

Toolson sostuvo el ataque amarillo en el primer tiempo

Lo mejor

  • El reparto de papeles, la aportación coral. En el primer tiempo fueron los arranques de talento individual de Toolson, con dos triples muy forzados y valentía para penetrar, cuando el equipo no jugaba a nada. Después fueron Báez y Nelson y terminó rematando Scheyer, ya con ataque más organizado. Los cuatro acabaron por encima de 10 puntos. Newley aportó intensidad atrás (y 7 puntos) y Beirán (9 tantos) ayudó en el rebote; ambos colaboraron además moviéndose bien sin balón. 
  • La manera de camuflar los defectos. En esta ocasión fue la falta de centímetros, que no se notó especialmente bajo el aro, con emparejamientos dexfavorables en altura y kilos casi siempre; ni en el rebote (de hecho, el Gran Canaria superó a su rival en ese apartado). 
  • Eulis Báez. Una parte importante de la responsabilidad del punto anterior recae en Eulis Báez. Con él en cancha, el Gran Canaria superó por 20 puntos al Zaragoza, el mejor dato de todo el equipo. Supo defender por delante a Jones y evitar que el juego interior visitante se sintiera cómodo. Se sobrepuso a su mal inicio (dos primeros triples fallados nada más salir y dos pérdidas en acciones posterior) para luego sumar de manera diversas, pero sobre todo jugando al poste. El hecho de que jugara enfermo, como explicó Pedro Martínez en la rueda de prensa tras el partido, le da aun más mérito a su labor y a su compromiso con el equipo. 
  • La capacidad para agarrarse al partido y la concentración para no dejarse ir. Creo que fue clave el parcial de final del segundo cuarto, porque supuso la diferencia entre irse al descanso diez abajo para irse con marcador casi igualado. Jugando con Nelson y Báez, la defensa fue mucho más agresiva y se buscó correr mucho más. En el segundo tiempo se demostró oficio y cabeza para jugar hasta el final y ensanchar la renta.
Lo peor
  • El juego exterior del CAI, falto de puntería todo el encuentro. Es sorprendente que un equipo con tantos jugadores capaces de anotar de tres y tantos especialistas (Topper, Stenfansson, Rudez, Van Rossom, Roll...) falle tantos tiros claros y se quede en un 4/21 (19%) desde el 6,75. No ganarán mucho así.
  • La capacidad del Granca para desaparecer del encuentro. En el primer cuarto encajó un 2-16 que lo dejó 10 puntos por debajo, el tipo de parciales que jugando fuera de casa ponen el partido cuesta arriba. La sensación durante este tiempo fue que nada funcionaba en ataque, que cada uno hacía la guerra por su cuenta. Incluso anoté un par de jugadas donde el balón no entró en el 6,75 en toda la posesión. Y en todo el primer tiempo se anotaron únicamente 3 tiros libres, por la ausencia de agresividad ofensiva.
  • La dependencia del triple, con la floja puntería que demuestra. Al final del primer tiempo, el Gran Canaria llevaba casi tantos lanzamientos de tres (16) como de dos (18). En el segundo tiempo, el balance fue mucho más equilibrado (11 por 19), gracias también al número de tiros libres lanzados. Ha ocurrido esta temporada y en la anterior: cuando el ataque funciona mal, se recurre al triple. Y los porcentajes continúan siendo muy bajos: actualmente, un 30%, el segundo peor de la competición
  • El desacierto en los tiros libres: al terminar la quinta jornada, el Herbalife no llega al 65% en tiros libres. Curiosamente es un problema que se ve atenuado por otro problema, a mi juicio más grave: la escasa cantidad de lanzamientos desde el 4,60 que efectúa el equipo amarillo. Sólo tres equipos lanzan menos: el propio CAI Zaragoza, el Valladolid y, extrañamente, el Baskonia, que es el que menos veces va a la línea de toda la competición.
La victoria de hoy hay que ponerla en contexto, como digo. No sólo es un rival a priori con obejtivos similares, sino que sirve para cortar una racha de dos derrotas y refuerza la sensación de solidez como local, una cualidad sobre la que el Gran Canaria ha asentado su trayectoria en la ACB.  La semana que viene toca otro rival que no se ha estrenado. Esperemos que la visita no tenga el mismo efecto que en el Cajasol de Sevilla.

miércoles, octubre 17, 2012

La última versión del Chapu


Este Nocioni es un jugador más maduro,
pero con el carácter de siempre
Entre el Andrés Nocioni que llegó jovencito y prometedor a Vitoria y el que retornó la pasada temporada a la capital alavesa hay algo más de 12 años, otras tantas temporadas, un sinfín de kilómetros –en las piernas y en los aviones NBA- y muchos cambios de equipo y de rol dentro de ellos.

Toda esa variedad no ha conseguido modificar ni un ápice su entrega dentro de la cancha, su afán competitivo -tan característico de la generación argentina de la que forma parte- y su fuerte carácter.

En marzo de 2011 se produjo la segunda vuelta a Euskadi de Nocioni, que en la temporada 2000/2001 tuvo que demostrar su valía con Manresa en la LEB para poder regresar a Vitoria.

Tras sus años NBA, al Baskonia llegó un Chapu algo más calmado en la cancha, un poco menos activo en defensa y más acostumbrado a un papel secundario, sin necesidad de acaparar tanto balón como en aquellas temporadas de principio de milenio en las que llegó a ser MVP de la temporada ACB.

Quizá sea esta la versión más sabia de Andrés Nocioni, aunque conserve parecida puntería desde el triple, la misma agresividad para ir hacia el aro y semejante fuerza y habilidad para postear contra aleros más pequeños.

La versión definitiva del Chapu, con la combinación precisa de potencia y control, de fuerza e inteligencia. Pero con su personalidad intacta, eso sí.


Este texto lo escribí para el primer número de 1Arriba, la revista que se repartirá antes de cada encuentro en el CID esta temporada. Quién me iba a decir que Nocioni sería tan importante...

domingo, octubre 07, 2012

Demostración de carácter del Granca en Manresa

Un nuevo partidazo de Nelson

Una espectacular remontada en el segundo tiempo sirvió al Gran Canaria para llevarse la victoria en Manresa (64-80) con la diferencia más grande de todas sus visitas al feudo manresano en la ACB. La demostración de carácter y fe del Gran Canaria en los dos últimos periodos (en los que el parcial fue de 16-48) alcanzó un grado superlativo, justo lo contrario que ocurrió la temporada pasada en su visita al Bages.
A veces escriben mejor la historia los propios protagonistas, como fue el caso de Paulo Prestes en su cuenta de twitter: "Afronta tu camino con coraje, no tengas miedo de las críticas de los demás. Y, sobre todo, no te dejes paralizar por tus propias críticas". Su transformación tras el descanso fue el caso más extremo de metamorfosis grancanaria, pero no fue la única.

La reflexión de Prestes, que seguro que firmaría como propia Pedro Martínez, constata una de las grandes diferencias entre el Gran Canaria de la temporada pasada y el de esta: la capacidad de seguir jugando en la adversidad, de sacar el talento a relucir cuando más falta hace y de no amedrentarse por la responsabilidad. La otra principal diferencia se puede definir de manera más mundana. Simplemente, en todos los jugadores que han llegado hay más talento ofensivo que en los que se marcharon.

Plano táctico
En estos partidos donde el cambio de un tiempo a otro es tan grande, se suele hacer mucho hincapié en el rendimiento individual, los cambios en el porcentaje de tiro y las recuperaciones y pérdidas. Y se habla poco de los ajustes tácticos, cuando, en mi opinión, hubo dos decisiones importantes del banquillo visitante:
  • Toolson dejó de defender al escolta rival (principalmente DeVries, que llevaba 3/4 desde el 6,75 y 11 puntos al descanso) para encargarse de él Bellas o Newley, jugando al mismo tiempo que Beirán;
  • Siempre que salía Hanga, saltaba a escena Bellas, cuya actividad puso en aprietos al húngaro y atascó el  ataque manresano

Algunas decisiones tácticas fueron importantes para el cambio de imagen del Granca

Un dato menos relevante pero que también mejoró respecto al partido frente al Bilbao fue la salida de presión del Herbalife Gran Canaria. Pareció muy bien preparada la manera de evitar la zona press 1-2-2 que puso en práctica Ponsarnau en el primer tiempo, en una evidencia del esfuerzo de scouting insular cuando sólo se ha jugado un encuentro de liga.

Vuelve el buen juego
Si la demostración de carácter es la gran noticia de la jornada, la vuelta del buen juego es otro feliz reencuentro. Con Scheyer al mando en el segundo tiempo, el Gran Canaria empezó a remontar tirando de talento individual, con acciones del propio ex Blue Devil, de Toolson y de Nelson, para rematar el encuentro con buen juego colectivo, con un movimiento de balón excelso por momentos, con ganas de salir corriendo a la mínima oportunidad y mucha inteligencia para reconocer las ventajas.

Colapso manresano
La baja de Javi Rodríguez se notó demasiado en el Manresa. Álex Hernández se está haciendo un hueco en la liga, tiene frescura y rapidez para sumar en ataque, pero carece -por ahora, al menos- de la facilidad para hacer jugar a todo el equipo que sí tiene el base canterano del Baskonia. (Aparte de que su debilidad defensiva es tremenda). 

Cuando el Manresa no metió de tres (6/10 en el primer tiempo, 0/11 en el segundo), no supo buscar otras armas para hacer daño. Ponsarnau dijo al terminar que no habían explotado suficientemente las bajas interiores de los amarillos, algo en lo que tuvo mucha culpa el buen hacer de Samuel Domínguez atrás. En todo caso, tampoco sacaron partido del contraataque, no supieron jugar más agresivos pese a los problemas de faltas (lanzaron 2 tiros libres en los dos últimos periodos) visitantes y ni siquiera en el rebote ofensivo se hicieron valer.

El año pasado, la capacidad física y técnica de su perímetro era muy superior, con Downs, el propio Hanga y con Gladyr. Ramsdell y Arteaga, aunque apuntan maneras, tienen que adaptarse a la liga, al arbitraje y a las defensas ACB. Así las cosas, en este inicio de liga, si De Vries no suma, el Manresa va a sufrir en ataque.

Samu Domínguez estuvo muy bien en defensa


Lo mejor
  • Primera victoria a domicilio a la primera oportunidad, con condiciones adversas por las lesiones y el mal inicio. Debería ser uno de esos partidos que estimula la confianza en el equipo, propia y externa, y que ayuda a generar inercia positiva por la muestra de carácter que supone.
  • La actuación de los pívots en un día difícil. Samuel Domínguez habrá hecho ver a muchos que con trabajo e inteligencia se pueden solventar muchas carencias físicas. Su disposición a las ayudas y su colocación fueron primordiales en muchos momentos, aunque en varias acciones no pudiera parar los 1x1 de Asselin, muy superior físicamente. La actuación de Prestes fue el epítome del rendimiento grancanario. Perdido en el primer tiempo, con tres faltas muy rápidas y muy tontas y una pérdida de balón, sumó un impresionante -5 de valoración en un minuto y diez segundos. Luego se rehizo: acabó con 10 puntos y 9 rebotes en 14 minutos, sumando 17 de valoración en ese periodo de tiempo (para quedarse en 12 al final). Hizo un daño tremendo en el rebote ofensivo y apuntaló el tablero propio.
  • La nueva tripleta exterior. Cada uno en su papel, el trío formado por Scheyer, Toolson y Newley se está revelando como un juego exterior de altísimo nivel, con un talento ofensivo pocas veces visto en la isla y con inteligencia -la que pone Jon-, puntería -de la mano de Ryan- y agresividad -aportada por Brad. 
  • La cabeza y concentración del segundo tiempo. En una remontada así, se corría el riesgo de dejarse llevar con el partido de cara, pero el Gran Canaria siguió jugando con mucha inteligencia y terminó con la máxima ventaja del encuentro. Redujo las pérdidas -sólo 5 en el segundo tiempo-, evitó las faltas, que habían dado 10 puntos fáciles en el primer cuarto, y cerró el rebote (sólo dos rechaces en ataque de los catalanes, por 16 en defensa del conjunto canario).

Lo peor
  • La capacidad de descentrarse y encajar un parcial grande en contra. Era un mal endémico el año pasado, sólo que entonces costaba un mundo recuperarlo y ahora hay más facilidad para sumar en ataque. Pero el parcial encajado entre el final del primer cuarto y el inicio del segundo fue demasiado abultado, con muchas facilidades por faltas tontas a destiempo y varias pérdidas de balón. 
  • Los problemas en la defensa individual de varios jugadores. En los dos primeros encuentros se ha visto que Toolson va a sufrir defendiendo a escoltas anotadores, que Scheyer calcula demasiado su esfuerzo atrás, que Nelson sigue siendo débil a la hora de defender al poste y que a Newley le cuesta emplearse con su agresividad habitual sin cometer faltas. La clave será poder esconder esas debilidades, porque se trata de jugadores que tendrán que jugar bastante si el Gran Canaria quiere estar lo más arriba posible. Será una tarea compleja que caerá en gran medida en la preparación del cuerpo técnico, cuya solvencia en esas lides se ha demostrado varias veces.
  • El apagón ofensivo del Manresa. En la lectura de las claves, Pedro Martínez aludió antes que nada al colapso en ataque de los locales, ya comentado. Tengo a Ponsarnau como uno de esos técnicos de mucha mayor valía que reconocimiento, pero hoy no supo encontrar soluciones, ni tácticas ni morales, para su equipo. Mala señal para un conjunto que acostumbra a sumar muchas victorias en los inicios de liga.

Con todo lo positivo que está siendo el inicio de temporada grancanario, encuentro que el equipo tiene margen de mejora, por lo visto en estos partidos. Todavía se le puede pedir que el ataque mantenga el ritmo durante más tiempo, que el movimiento de balón sea tan fluido como lo fue en el último cuarto en Manresa y que la agresividad -y la suma de tiros libres- sea un recurso más cuando las cosas van mal.

Pero el camino parece el adecuado. Ahora, a refrendarlo frente a uno de los equipos de arriba. Y con estreno de la nueva revista 1 Arriba en el pabellón, donde escribiré algún que otro texto junto a Pepe Alvarado y Armando Ojeda.