Contraataque vitoriano
En su último partido de liga regular, el entrenador del Lagun Aro, Pablo Laso, recalcaba en varios tiempo muertos la necesidad de evitar que los vitorianos corrieran. Las rachas más favorables en el marcador llegaron precisamente cuando Marcelinho puso la directa. Su capacidad para correr es tan alta por dos motivos principales:
- Cualquiera de sus exteriores puede echar el balón al suelo con criterio y finalizar de diversos modos.
- Protegen muy bien su propio aro (son el tercer equipo que menos rechaces ofensivos se deja coger, tras Valencia y Zaragoza). Quizá aquí este la principal clave para el Gran Canaria: si consigue hacer tanto daño como últimamente en el aro rival, impedirá que los vascos corran con fluidez.
Defensa, defensa, defensa contra el mejor ataque de la liga
Todos los componentes del Gran Canaria, desde Pedro Martínez hasta los jugadores, parecen muy mentalizados del potencial ofensivo del Baskonia y la necesidad de ser muy firmes en defensa.
El Caja Laboral es el mejor equipo ofensivo: el que más puntos anota (saca mucho rendimiento de la capacidad para correr y conseguir canastas fáciles), el que mejor porcentaje de tiro verdadero tiene, el de mayor eficacia ofensiva -con mucha diferencia sobre el segundo, unos 5 puntos cada 100 posesiones-, el que más triples mete y, encima, el de mejor porcentaje desde el 6,75.
Con los espacios que generan los tiradores y el gran movimiento de balón de que suele hacer gala el equipo, Barac y Batista pueden hacer mucho daño, aunque hasta ahora su concurso no ha sido clave cerca del aro.
Me interesa ver si el Gran Canaria mantiene su estrategia defensiva habitual, con la presión a toda cancha, los 2x1 contra los bases rivales y los flashes defensivos de los pívots (teniendo en cuenta lo bien que juegan el 2x2 los bases y pívots baskonistas).
Mantener el nivel de los últimos meses
¿Será capaz el Gran Canaria de mantener las virtudes que le han llevado a conseguir una racha histórica? ¿Y de hacerlo fuera de casa? Sin duda, es el gran interrogante. Incluso Pedro Martínez lo señala como clave: "todas nuestras posibilidades pasan por jugar bien, jugar con criterio, moviendo el balón, jugando en equipo y siendo agresivos en defensa".
Ahora es el momento de ver si Wallace es tan eficaz y esforzado como lo era en liga regular; si Carroll puede evitar la obsesión si empieza mal; y si Beirán es capaz de sumar la misma intensidad, valoración y triples con el muy injusto MVP de la temporada San Emeterio enfrente. Incluso de ver si Óscar Alvarado tiene la misma soltura jugando contra Huertas (al menos, esperemos que sea más que la que muestra ante los micrófonos).
Control del ritmo, pérdidas y faltas
Ayer escribía que el Gran Canaria es el equipo que menos posesiones cede a sus rivales. Quiere decir que es el que menos tiros recibe en su aro y que controla el ritmo del partido desde la defensa (como de manera brillante ya explicó José Ángel Samaniego). Al Baskonia, por lo comentado de su altísima eficacia y excelentes porcentajes de tiro, no parece que le hagan falta demasiados lanzamientos para anotar mucho.
Pero sí que hay un aspecto en el que ambos equipos son especialmente cuidadosos: las pérdidas de balón. Detrás de Madrid y Barcelona, ambos equipos son los que menos balones pierden por posesión; curiosamente, el Gran Canaria es tercero y el Baskonia, cuarto. El control de esas pérdidas será fundamental para ambos equipos, para evitar que el otro conjunto corra y ataque con facilidad.
Otro de los factores más importantes para decidir la victoria (según el estudio de los Four factors de Dean Oliver, que se basa en la estadística NBA) es la capacidad para ir a la línea de tiros libres, ya que el porcentaje de tiro en ésta aumenta mucho las probabilidades de anotar. Debido a la preponderancia de su juego exterior, el Baskonia cuenta con registros inusualmente bajos en este apartado, hasta el punto de que sólo el Unicaja de Málaga tira menos desde el 4,60.
Al mismo tiempo, el Gran Canaria ha mejorado una barbaridad respecto a la temporada pasada y ahora es cuarto en la liga, algo muy meritorio por carecer de pívots determinantes cerca del aro.
Está por ver si se mantiene igual esta tendencia con el arbitraje de play-off, empezando en casa y con un árbitro principal cuyos antecedentes no acompañan al optimismo a los aficionados grancanarios.
Pero eso ya queda fuera del alcance del análisis. Y casi, casi, del juego.
2 comentarios:
Desde luego la sesación de la gente es de eliminatoria de igual a igual, cuando lo que ocurrirá con toda probabilidad es que perderemos 2-0.
Eso no quiere decir que, como buen fanático que soy, voy a darlo todo por el equipo en este playoff!
VAMOS GRANCA!
¡Sí señor, ese es el espíritu!
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