jueves, diciembre 20, 2012

Reflexiones tras el Estudiantres-Gran Canaria

Con poco tiempo y muchas cosas pendientes por recuperar, repaso de manera más esquemática de lo habitual algunas cuestiones del Estudiantes-Gran Canaria (83-75):

  • El arbitraje fue nefasto y perjudicó bastante al Gran Canaria, a mi juicio. No fue el motivo de la derrota, pero desde luego contribuyó a la tranquilidad local. Tengo por cierto que los arbitrajes son peores con los equipos visitantes cuando no son televisados. Si hay algo que detesto más que la chulería arbitral es la soltura para señalar técnicas, esa actitud de querer controlar el partido con medidas coercitivas cuando no saben controlarlo por sí mismos.
  • La derrota no se debió al arbitraje, hay que aclararlo. El partido lo perdió el Gran Canaria en su incapacidad para poner la misma intensidad que su rival en defensa y en ataque y para concentrarse en evitar las canastas fáciles y las pérdidas de balón. Ni siquiera me parece adecuado situar el problema en el primer cuarto de manera exclusiva, por mucho que en él se cimentara la ventaja colegial. El Gran Canaria se dedicó a intercambiar golpes sin mucho esfuerzo en el resto del partido, apretó sólo por momentos y se dejó ir con demasiada facilidad. Cedió demasiado, todo lo que no lo hizo contra el Barcelona: infinidad de canastas fáciles (entre mates y bandejas) y un sinfín de pérdidas (22, por 5 el pasado de domingo: imposible mayor evidencia).
  • Por extraño que parezca, mi lectura es positiva. En un día gris, frío, sin brillo y tensión, el Gran Canaria estuvo cerca de ganar. Jugando sólo un cuarto a buen nivel, con Newley muy activo y Nelson en su línea, el Gran Canaria dio la sensación de poder remontar con solvencia. Otros árbitros, un poco más de fortuna y, quizá, de aire en los pulmones, hubiesen servido para acabar con un Estudiantes mucho más satisfecho de lo que debería. Si este Gran Canaria haciendo cosas tan mal está cerca de ganar al mejor Estudiantes en mucho tiempo, es que los insulares están bastante por encima de la media de la liga. 
  • No espero de un equipo de Pedro Martínez que haga demasiados ajustes en defensa sobre un jugador particular. Entiendo que es una elección a largo plazo: perfeccionando un modo de defender, se cubre la gran mayoría de las posibilidades, por lo que es mejor esmerarse en ese tipo de defensa (con muchas ayudas, protegiendo el aro y con bastante actividad sobre el balón). Así ocurrió hoy, con English consiguiendo tiros fáciles contra Toolson o Bellas, incluso con un Newley que pareció algo cansado por momentos. No hubo trabajo de equipo suficiente, pero lo primero que falló, como en casi todos los emparejamientos, fue el enfrentamiento individual.
  • Probablemente el Estudiantes es el conjunto con el que más lazos afectivos tiene el Granca y su afición. No es sólo que esté Himar Ojeda coordinando la parte deportiva, es que English siempre será el canadiense que llegó a la ACB a través de la isla y Fisher, el esforzado suplente que se consagró como amarillo. Josh, por cierto, me pareció infrautilizado; creí ver, de hecho, un mal gesto al irse al banquillo en el último parcial. Así que, entre la época festiva, los buenos resultados previos, la semiclandestinidad del partido (o de la jornada) y cierta familiaridad reinante, la derrota es menos derrota. Sobre todo si sirve como acicate para el domingo.