martes, diciembre 29, 2009

Análisis previo del Unicaja de Málaga

Del cristal con que se mira

El horrible inicio de Unicaja Málaga esta temporada no debe engañar. Perder cinco partidos consecutivos a principios de liga es una pesada carga para cualquier equipo ACB, pero pesa menos para conjuntos como el malagueño, que puede hacer cambios en la plantilla y rectificar los errores de planificación y las ausencias por lesión. En el caso de Unicaja, de hecho, el horrendo inicio se ha subsanado con una trayectoria posterior de seis victorias y tres derrotas. A estas alturas, el equipo de Aíto es tremendamente competitivo, practica una defensa intensísima y se encuentra en clara línea ascendente.

Conviene repasar la temporada pasada para evaluar los problemas malagueños, porque la interpretación depende del cristal con que se mire. La mayoría de la afición y medios de comunicación tenían como referente principal el hecho de haber estado a punto, a un tiro, de derrotar al Barcelona, a la postre campeón de liga. Sin embargo, en la eliminatoria previa, en este mismo Centro Insular de los Deportes, el Gran Canaria también estuvo a un ataque de dejar eliminado a los andaluces sin contar además con su mejor anotador.

Esto fue posible debido a que el Unicaja presentaba ciertas deficiencias que ni los numerosos cambios (en los que ha salido perdiendo en el presente y ganando en potencial, probablemente) han podido solucionar completamente. Quizá la más evidente era la incapacidad de los bases para manejar al equipo, especialmente en finales apretados (su pésimo balance con las prórrogas fue muy conocido el año pasado), pero también se notaba en ocasiones la carencia de anotación de la línea exterior.

La solución al problema de los bases ha llegado –o eso parece- casi de rebote. La marcha de Cabezas y la lesión de Gomis han dado con los huesos de Shammond Williams en Málaga. El balance desde su llegada es de 5-3. Hasta el momento, ha mostrado su versión más altruista: tira casi la mitad que el año pasado en Valencia (promediaba casi 2,5 lanzamientos por pase de canasta la temporada anterior por 1,25 en esta).

La importancia de la actuación de los bases se nota también en las diferencias estadísticas en las derrotas y las victorias. Cuando Unicaja gana, Williams promedia 9,8 puntos de valoración; cuando pierde, casi la mitad (4,2). Con Omar Cook, la diferencia entre una valoración y otra es casi el triple (13,2 cuando vence, 4,4 cuando pierde).

El problema en la anotación exterior lo intentaron solucionar cambiando a Kelati por Dean, mucho más consistente en el tiro. Aun así todavía se nota la dependencia del acierto en el triple. Analizando de nuevo los números se aprecia que cuando Unicaja gana, tira mucho más de tres (26 tiros por 19) y lo hace con mucha más efectividad (42,1% por 32,1%).

Si analizamo individualmente, encontramos la siguientes diferencias entre victorias y derrotas:
  • Berni promedia 11 puntos y 3 triples con 42% de 3 cuando ganan; y 3 puntos, 1 triple y 33% en derrotas (en la valoración, la diferencia es de 12,3 por 1,3)
  • Cook registra un 53,8% de tres con 4,3 intentos en los triunfos, mientras que en las derrotas se queda en un 23,8% de tres. Esto le lleva a una diferencia en la anotación de 10 por 5,6.
  • Jiménez también contribuye en el mismo sentido. Contribuye con un 42,1% de tres en las victorias, y se queda en 33,33% en las derrotas.
En general, su ataque no está a la altura de lo que su potencial anuncia. Es el octavo equipo de la ACB en eficacia ofensiva, quizá por la exigencia defensiva que siempre pone Aíto, que hace jugar muchos minutos juntos a Jiménez como ala-pívot y Archibald como pívot, lo que deja fuera a sus dos interiores más anotadores, Printezis y Freeland.

Con todo, lo que más destacada de los andaluces, como en todos los equipos de Aíto, es su intensidad defensiva. Actualmente es la segunda mejor defensa de la ACB y recibe únicamente 0,84 puntos por posesión, sólo por detrás del imponente Barcelona (que tiene un DER de 0,79).

Hay algunos otros datos que llaman la atención relacionados con la fortaleza defensiva. Igual que el año pasado, es un equipo por debajo de la media en rebote ofensivo porque presta mucha atención al balance defensivo. De hecho, coge aproximadamente 24 rechaces de cada 100 tiros fallados en ataque, cuando la media está alrededor de 29 (el Gran Canaria, en este apartado, está por encima del promedio, ya que atrapa un 30,07% de los rebotes cuando falla un ataque).

El otro hecho sorprendente es que concede más rebotes ofensivos de lo que cabría esperar. Permite ale quipo contrario atrapar el 31,36% de los rechaces en su aro, cuando la media ACB es de 28,93%. Sólo Manresa, Granada y Joventut permiten atrapar más rechaces en aro propio. Quizá se deba a que, salvo Archibald, tampoco tienen una fortaleza defensiva alta. Freeland sigue cometiendo los mismos errores que el año pasado en la defensa del bloqueo y continuación y saltando a los tapones a costa de debilitar el rebote defensivo; y Printezis no es un reboteador destacado, por lo que Jiménez acaba jugando como cuatro bastante tiempo. Guillem Rubio promedia sólo 10 minutos, y su aportación va descendiendo según avanza la temporada.

lunes, diciembre 28, 2009

Tras caer en Murcia, el Gran Canaria se ve obligado a mirar hacia abajo

ACB PHOTO - La experiencia de Scepanovic castigó al Gran CanariaLa derrota de este domingo en Murcia, ante el colista de la ACB (86-83), deja al Gran Canaria mirando exclusivamente hacia el fondo de la clasificación y evidencia su pérdida de capacidad competitiva cuando juega como visitante. El conjunto murciano, con muchas carencias y poco público en las gradas a juzgar por lo que se veía en televisión (oficialmente fueron 4000 espectadores), puso más coraje, más oficio, más garra y más lucha que los amarillos, que además enfrentan un calendario próximo muy complicado.

Más que cualquier lance del juego, la imagen del partido para mí fue la de Pedro Martínez abatido en el banquillo después de que Marcus Norris fallara el tiro libre que podía dejar unas mínimas opciones para llevarse la victoria. De hecho, el Gran Canaria tuvo el triple para empatar, pero Sanders continúa con su mala racha desde los 6,25.

El Gran Canaria perdió el partido en la defensa, que hasta el momento había sido el principal punto fuerte de los amarillos. El Murcia logró 0,98 puntos por posesión, cuando el Granca solía dejar a sus rivales en 0,88. El principal problema fue la facilidad con la que anotó, gracias a las 26 faltas pitadas a los insulares, que ocasionaron la exagerada cifra de 38 tiros libres para los locales. Que, por cierto, anotaron 34, un acierto espectacular y decisivo para la suerte del choque, como reconoció Pedro Martínez. El Gran Canaria sólo lanzó 16, lo que da pie a pensar en el arbitraje. Y, ciertamente, me pareció muy muy casero, porque ni la intensidad defensiva eran tan diferente en ambos lados ni todos los exteriores amarillos usan tanto las manos para defender. Aunque hay poco derecho a queja, en vista de que el año pasado la situación fue la contraria. Pero éste fue sólo uno de los problemas en defensa; hubo más, muchos más, igual que los hubo contra el Obradoiro.

A principios de temporada también comenté mucho la incapacidad del Gran Canaria para retener las ventajas que conseguía. En esta ocasión, creo que llegó a los nueve puntos en varias ocasiones, y, como reflejan las estadísticas recogida por losnumerosdelbaloncesto.com, el 21% del tiempo, la ventaja amarilla fue mayor de 5 puntos.. Así a bote pronto, recuerdo tres partidos en los que tuvo 9 o más puntos de ventaja en el tercer cuarto y se dejó empatar o superar: contra Joventut, Barcelona y Baskonia. Además, contra Estudiantes y Real Madrid también logró estar 7 puntos arriba en el tercero o en el último cuarto. En todas esas ocasiones recuerdo que hablé del oficio, una característica que destacaba la temporada pasada en muchas victorias, sobre todo a domicilio, y que en este parece haberse extinguido, incluso con una plantilla tan semejante a la del curso anterior.

Como curiosidad, es la primera vez que Augustine coge más de 9 rebotes y su equipo pierde, aunque todavía podemos seguir contando cuando coge más de 10.

Lo peor
  • La fragilidad defensiva, como he comentado. Algunos datos reveladores: en el segundo tiempo, el Gran Canaria atrapó los mismos rebotes en su aro que el Murcia (10-2 en el primer tiempo, acabaron 19-11); el Murcia promedia un 48% en tiros de dos y llegó al 56%, en parte por los rebotes ofensivos, en parte por los aciertos desde la media distancia; recuerdo al menos dos ocasiones con canastas de contraataque por problemas de balance defensivo. Ninguno de estos problemas aparece por primera vez. A todo ello hay que sumar la facilidad con que Vujanic se levantó desde el triple con espacio en varias ocasiones, jugando un simple bloqueo directo.
  • Las pérdidas de balón, 19 en total, muchas en pases fáciles. Para mí es una evidencia de la falta de oficio. Carroll estuvo fatal en ese apartado, igual que Bellas y Norris. A McDonald se le achacan al menos dos pérdidas en la estadística que fueron muy malos pases de ambos.
  • La sensación de falta de espíritu combativo. Cuando Norris, con 76-74, recupera un balón en defensa (después de una pérdida suya tontísima, por cierto) y, en lugar de agarrarlo, intenta salir botando, la frialdad con que pierde el balón me desesperó. (Y es cierto que es típica de él; y que llegaba asfixiado por tener que jugar tanto debido al -otra vez- pésimo partido de Bellas). La otra jugada fue la pérdida en el siguiente ataque, cuando Savané se deja tocar el balón por Moss (con la connivencia arbitral que no había en el otro aro) y tarda una barbaridad en ir a recogerlo con todo el equipo mirando sin moverse. Si algo tenía este equipo era capacidad de lucha, ganas de tirarse a todos los balones. Ahora, parece una carencia.
  • Los problemas en la rotación. Fisher jugó 13 minutos; Bellas, 10 y Kickert, 7. Moran se quedó en 4, pero venía de una lesión y supongo que no quisieron forzarlo (espero que no haya recaído). Así que todos los titulares jugaron más de 27 minutos excepto Savané, que disputó 23 para dar más tiempo a McDonald. Me temo que con los malos resultados, Pedro Martínez empieza a ser más conservador, cuando la contribución colectiva siempre ha sido un sello de este equipo. No me gusta nada, la verdad, aunque es cierto que ninguno de los que menos ha jugado está aportando lo que se espera de ellos.
Lo mejor
  • El ataque, mucho mejor que de costumbre. La eficacia ofensiva (0,94 puntos por posesión) también mejora la media de la temporada (era de 0,87 en la jornada 10). Si dejamos las pérdidas de lado, el balón se movió mejor, se buscó más a los interiores y se consiguieron más vías de anotación que habitualmente. En el descanso, el Gran Canaria había anotado 44 puntos, con sólo 6 de Carroll y 9 de Norris, Augustine y Sanders, mucho más comedido desde el triple que habitualmente. Claro que la defensa murciana contaba con dos defensores inexistentes: Vujanic y Scepanovic, y los pocos minutos que jugó Moncasi.
  • Tiene que ver con el punto anterior: la capacidad para no extralimitarse desde el triple. Con un porcentaje malo (32%) y el rival mucho tiempo en zona, el Gran Canaria fue capaz de no obcecarse y buscar penetraciones (sobre todo de Norris y Carroll).
  • Perder sólo por tres puntos. Muchas veces pongo como punto que el equipo sea competitivo, pero no creo que lo hizo el Granca en Murcia pueda llamarse así. Pero este resultado, con una diferencia corta, puede ser importante, visto lo visto (y resignémonos, de momento, a lo que hay), de aquí a final de temporada. De momento, el Gran Canaria supera a los otros cuatro equipos que están con 5 victorias precisamente por la diferencia de puntos.
Explico mejor este último punto: creo que la plantilla del Murcia es de las peores de la competición. Hombre a hombre, la pongo al mismo nivel que la del Obradoiro (me refiero a la plantilla, no al equipo ni al rendimiento). Tiene muchísimas deficiencias interiores. Pero hicieron una cosa que me gusta mucho: eligieron a Vujanic y Scepanovic sabiendo que contarían con talento y oficio y carecerían de capacidad física. Ayer ganaron el partido ellos dos. A ver cómo llegan a final de temporada.

En definitiva, como decía al principio, lo peor no es sólo la clasificación, sino que ahora llegan partidos difíciles: Unicaja en casa, Valencia y Cajasol, tres rivales de los de la parte alta que todavía están disputando su plaza en la Copa del Rey. A ver si hay reacción.

No me resisto a comentar algo ajeno al baloncesto, pero que ayer me pareció patético: la retransmisión de la Televisión Canaria. Que el narrador parece estar retransmitiendo fútbol y se ilusiona más con un quiebro que con una buena jugada, pase, aunque se equivoque tanto y se plantee que Norris, con 12 segundos por jugar y perdiendo de tres va a tirar a fallar un tiro libre. Pero que el supuesto comentarista técnico -que salió del Gran Canaria en contra de su voluntad y se empeña en dejarlo claro cada semana-, deje perlas como éstas, no tiene perdón de Dios:
  • "Carroll no está entre los 15 más valorados, pero Savane sí". Es que ni se prepara el partido.
  • "Es extraño ver a Moncasi jugando de alero", cuando Ivanovic, en el Barcelona, lo empleó como tal más tiempo que en cualquier otra posición; y el año pasado también disputó minutos en esa posición.
  • "Faverani tiene grandes estadísticas este año y hoy no está rindiendo por problemas con las lesiones". Eso es no tener ni idea del rival. Hace varios años que a Faverani el Unicaja le da por perdido debido a su indolencia, y en Murcia se habla desde hace muchas semanas de que puede ser cortado. Sus estadísticas: 10 minutos por partido, 4 puntos, 2,6 rebotes y 3,3 de valoración.
  • A título anecdótico, me hizo gracia que dijera que el Granca parecía "Mr. jekyll y Mr. Hyde". Encima de indocumentado, inculto.
Y comentarios técnicos creo que escuché uno o ninguno. Además, tanto narrador como comentarista se empeñaron en que el Granca tuvo ventajas de 12 puntos (incluso en el telediario de la cadena lo dijeron), pero yo juraría que no, y acabo de repasar el jugada a jugada de acb.com (aunque de modo somero, así que puedo equivocarme). ¿De verdad tenemos que aguantar siempre a comentaristas tan malos?

lunes, diciembre 21, 2009

El Gran Canaria cierra su racha de tres derrotas con un triunfo frente al Obradoiro

ACB PHOTO- McDonald fue el mejor jugador del Gran CanariaDespués de tres derrotas consecutivas, el Gran Canaria volvió a la senda de los triunfos con una victoria frente al Obradoiro (80-64), demasiado condicionado por las bajas. Un partido pésimo, malo de solemnidad, en el que imponer la superioridad en el juego interior que todos esperamos bastó al Gran Canaria para llevarse la victoria.

En las 12 jornadas anteriores veíamos algunos indicadores que indicaban los problemas del Gran Canaria. Volviendo a mirarlos, parece que la actuación de Augustine sigue siendo fundamental: consiguió más de 9 rebotes y más de 15 de valoración, dos datos que hasta el momento coinciden con triunfos del Granca. Siguiendo con la comparación respecto a la estadística anterior, vemos que Carroll consiguió el 10% de los puntos del equipo, cuando conseguía el 25% como promedio; y que los jugadores interiores consiguieron justo la mitad de la anotación total (10 Savané, 10 Augusinte y 20 McDonald, en total 40 puntos de los 80 finales). Es decir, que no fue fundamental que Carroll anotara, pero esta vez sus compañeros sí aprovecharon la atención que atrajo, como revela el hecho de que con él en cancha, los insulares ganaran por 20 puntos (67-47) y sin él, perdiera por cuatro puntos (13-17).

Ahondando un poco en cuestiones estadísticas: el Gran Canaria consiguió 0,9 puntos por posesión, mientras que el Obradoiro logró 0,74. Lo que indica, tal como apuntaba el sábado (y como indicaba cualquier registro estadístico), que el Gran Canaria sigue defendiendo muy bien y con problemas en ataque...aunque en esta ocasión se notaran menos gracias a la mejor eficacia ofensiva con un número de ataque parecidos (88,6 por 86,36).

Cuando quedaban tres minutos y 13 segundos para el final del partido, Pedro Martínez cambió a McDonald por Savané, en lo que pareció un cambio más para la grada que para el equipo. Yo le dije a mi compañero de asiento: "Hoy ganó el partido él", gracias a su empeño en el rebote ofensivo. El otro factor fundamental fue la actuación de Marcus Norris, que hizo un partido casi inmaculado (15 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias, 24 de valoración). Su importancia tuvo claro reflejo en el marcador: con él en cancha, el Granca ganó 59-42; con Bellas al timón, perdió 21-22. Por cierto, las 9 asistencias son su récord personal en la liga; ya está muy cerca de ser el mejor pasador de la historia del equipo en la ACB.

Lo mejor
  • La victoria, a pesar del mal juego. El Obradoiro llegó con muchas bajas y optó por una defensa muy conservadora, permitiendo los triples para jugar con la ansiedad local después de la mala racha amarilla. Le funcionó en el primer tiempo, pero no tanto en el segundo, en gran parte porque el Gran Canaria tenía bien estudiado el ataque contra zona durante toda la semana. Un punto positivo para el cuerpo técnico esta semana, que contaba con encontrarse con esas ideas por parte del equipo contrario.
  • La superioridad del juego interior. Si McDonald, Savané y Augustine consiguieron la mitad de los puntos del equipo no fue por casualidad, sino porque aprovecharn su superioridad física y técnica sobre los interiores del equipo gallego, a pesar de que Hettsheimeir lograra 35 de valoración. El Granca logró el 45% de los rebotes en el aro gallego (aunque permitió cifras similares: el 40,6% de los rebotes en su aro fueron a parar a manos gallegas). Y el balance de balones robados/balones pérdidas estuvo muy a favor de los amarilos (9/13 por 7/20). La baja de Kickert, en lugar de perjudicar, hizo que los otros interiores se encontraran más cómodos y metidos en el partido.
  • La sensación de superioridad. Más allá de la diferencia de puntos y de algunas pájaras (como la que dejó en 7 puntos la diferencia en el marcador tras los 30 primeros minutos), el Gran Canaria pareció controlar el marcador en todo momento. Habría que ver si contra un equipo completo la sensación sería la misma, pero de momento se puede seguir luchando por escalar posiciones en la clasificación.
  • El ataque contra zona. Durante toda la semana se habnía entrenado el ataque contra zona, y el movimiento de balón fue mucho mejor de lo habitual contra la zona 3-2 (con ajustes) que puso en marcha el Obradoiro, dejando mucho espacio para los tiradores, es decir, intentando jugar con la ansiedad local en el tiro al permitir muchos triples. Pero los amarillos busaron bien a sus interiores, siempre bien colocados, y alternaron los tiros de tres con penetraciones.
Lo peor
  • El juego de ambos equipos, malo de solemnidad. Está claro que no es éste el momento para pedir virtuosismo, por el mal momento del Gran Canaria y las bajas de los gallegos, pero el partido fue impropio de la ACB.
  • La falta de acierto desde el triple. El 30% final (9/30) es definitorio, pero más importante para mí es que se jugaran tantos tiros desde los 6,25 con tan poco acierto. En el descanso, la estadística reflejaba un 2/14, con los dos únicos aciertos del mismo jugador (Norris), además.
  • Los despistes defensivos del Gran Canaria. Hubo muchos, más de lo habitual, en varias jugadas se escapó el reboe defensivo y los jugadores se miraron entre sí; además, faltaron ayudas de los interiores en varias penetraciones. Pedro Martínez lo reconoció en la rueda de prensa tras el partido. Carroll sufrió mucho para contener a su par, especialmente a Bulfoni, lo que se está convirtiendo en un problema habitual. También se podría incluir aquí los problemas para parar a Hettsheimeir, MVP de la jornada, sobre todo cuando lo defendía Savané. Es curiosa la historia del pívot brasileño, que llegó como una promesa cuando el Girona tenía dinero, luego desempeñó un papel de pívot de rotación en equipos de LEB (el último año, en Lleida, tuvo muchos problemas con las lesiones) y finalmente llegó a la ACB casi de rebote, porque el CAI lo cedió a Obradoiro. En las tres últimas jornadas promedia 17 puntos y 11 rebotes. Me sorprendió lo bien que trabaja para ganar la posición cerca del aro utilizando el cuerpo para recibir con ventaja.
Un dato al margen del encuentro: no me gustan nada los jugadores como Reyshawn Terry. Ni tiene buena puntería de tres ni es capaz de ganar ventaja echando el balón al suelo contra pívots menos rápidos porque no tiene el manejo de balón suficiente. A ver si algún día hago el análisis sobre el daño que hace este tipo de jugadores al Granca; hoy, Terry da una razón menos para los que piensan que los cuatros abiertos hacen daño.

Me llamó mucho la atención el arbitraje, mucho peor de lo normal y, a mi juicio, muy favorable al Obradoiro en determinados momentos del encuentro. Supongo que se debió a la natural tendencia a igualar los partidos, pero me sorprendió igualmente.

NOTA: he editado por segunda vez la entrada, cuya primera versión era desastrosa en fondo y forma. Las prisas, malas consejeras.

sábado, diciembre 19, 2009

La importancia de Augustine y otras cuestiones estadísticas

Analizando las estadísticas del Gran Canaria tras las 12 primeras jornadas de liga, se confirman muchas de las cosas ya apuntadas aquí como y surgen otras nuevas menos evidentes. Un apunte metodológico: los cálculos los he hecho sobre las medias de los equipos, tomándolo directamente de acb.com, así que sospecho que puede haber errores:

La importancia de Augustine
Analizando las principales diferencias en ls actuaciones individuales un dato revelador sobre la importancia de James Augustine. En las cuatro victorias del conjunto amarillo, el pívot norteamericano promedia 15,8 de valoración, mientras que en las derrotas se queda en menos de un tercio (4,3), debido principalmente a que atrapa la mitad de los rebotes (8,5 por 4,5) y anota casi la mitad de los puntos (10 por 5,8). De hecho, de las seis ocasiones en que ha superado su promedio de valoración (8), cuatro coinciden con las victorias grancanarias. Además, en las tres ocasiones que en esta temporada ha atrapado 9 rebotes o más, la victoria ha caído del lado amarillo, lo que puede indicar (aun cuando es evidente que son pocos datos todavía) que su defensa es más importante que su ataque. En cualquier caso, es el termómetro del equipo.

Carroll como referente anotador
Es evidente que Carroll ha sido el faro que guía el ataque grancanario en el primer tercio de liga. De él provienen, como media, el 25,8% de los puntos totales del equipo; es decir, que de cada cuatro puntos que anota el Gran Canaria, uno es del escolta estadounidense. En la ACB, sólo un jugador supera esa cifra (Gerald Fitch en el Fuenlabrada, con el 26,95%). Carroll, además, lo hace con una eficacia muy alta, consiguiendo 1,05 puntos por posesión (este indicador se denomina índice de eficacia ofensiva, OER por sus siglas en inglés), muy por encima de la media del equipo, que está en 0,87 puntos por posesión. Para ver más en contexto lo que esto significa, lo he comparado con los datos de Carl English en sus dos temporadas en la isla:

Temporada

Jugador

%posesiones

OER

OER equipo

%puntos

07/08

Carl English

19,24

0,94

0,93

19,26

08/09

Carl English

20,68

0,92

0,95

19,95

09/10

Jaycee Carroll

21,43

1,05

0,87

25,86


De la tabla se extraen dos conclusiones evidentes: la primera es que Carroll se juega más posesiones que English en cualquiera de sus dos temporada, con mucha mayor eficacia y su importancia en la anotación del equipo es mucho mayor. La segunda llega si sumamos a estos datos los que atañen a la eficacia ofensiva del equipo (OER), mucho más baja esta temporada que en las dos anteriores, lo que indica que, hasta el momento, el resto de jugadores del Gran Canaria no aprovecha la atención que Carroll atrae de las defensas como lo hacía con English.


Las variaciones en la puntería, vitales
El Gran Canaria es el tercer peor equipo de la ACB en porcentaje de tiros de tres, con un 32,04%. La importancia de la puntería es mucho mayor de lo que puede parecer: en las victorias, los amarillos han promediado 40,6; en las derrotas, la media es 27,3%. Además, la mayoría de los jugadores exteriores tiran más de tres que de dos (de hecho, lo hacen todos, excepto Carroll; Fisher tira exactamente lo mismo desde ambas distancia), por lo que el escaso acierto acaba pesando mucho.

Como he comentado, la peor noticia es la dependencia que el equipo tiene del lanzamiento exterior. Es decir, que en los partidos donde no hay acierto se sigue tirando de tres y fallando, como ocurrió contra Fuenlabrada y contra Nancy en Francia, por poner dos ejemplos.

La importancia de forzar tiros libres
En la NBA, donde el estudio estadístico está mucho más avanzado, se ha estudiado qué apartados tienen más influencia en las victorias. Uno de los más conocidos analistas, Dean Oliver, habla en su libro Basketball On Paper de los cuatro factores fundamentales para que un equipo gane: el pocentaje de tiro verdadero (eFG, que combina % de tiros de dos, de tres y de uno); el índice de balones perdidos; el índice de rebote ofensivo y el índice de tiros libres. Este último es precisamente uno de los aspectos negativos del Gran Canaria actual, ya que ocupa el último puesto en porcentaje de posesiones que acaban desde el tiro libre. Hasta la jornada 10, sólo 7,8 de cada 100 ataques acaban en la línea de 4,60, cuando la media de los equipos ACB es de 11,3. Teniendo en cuenta que el porcentaje de tiros libres del equipo ha subido del 70% del curso pasado al 77% actual, la mejora del ataque pasa, entre otras cuestiones, por intentar forzar más faltas de tiro.

El año pasado, el Gran Canaria fue el 13º en % posesiones acabadas en tiro libres (11,1% del total), cuando el promedio de la ACB era de 11,9%. Y hace dos años fue el 4º de la competición, con un 13,4% - el promedio de la ACB fue de 12,7%.

Creo que hay dos explicaciones: la primera es el tipo de juego de los exteriores, muy tiradores (ya indiqué que prácticamente todos lanzan más de tres que de dos, lo que indican que van poco hacia el aro) y poco penetradores. Pero casi los mismos jugadores estaban el año pasado -y he comprobado que English iba poco más a la línea que Jaycee, algo por encima del 1% sobre el total de posesiones que consumía cada uno-, lo que nos lleva a la segunda explicación: el Gran Canaria ha ido por detrás en el marcador en muchos partidos, por lo que los rivales no se han visto en la necesidad de cometer faltas para remontar. No sé cuánta incidencia puede tener este hecho (habría que saber cuántas faltas de tiro se fuerzan y cuántas originan tiros libres debido al bonus, otra estadística que la ACB no facilita), pero sí tengo claro que si Mario Fernández iba tanto al 4,60 (20 de cada 100 posesiones que consumía él era para lanzar tiros libres) no se debía a la frecuencia con la que penetraba.

La quinta mejor defensa del campeonato
Una de las mejores noticias hasta el momento está siendo la fortaleza defensiva del Gran Canaria. La clasificación del DER (índice de eficacia defensiva, por sus siglas en inglés) así lo corrobora. Los amarillos son el quinto mejor equipo de la ACB, al conseguir que sus rivales anoten sólo 0,88 puntos por posesión.

jueves, diciembre 17, 2009

Análisis previo del Obradoiro

El milagro gallego

En unos pocos meses, al Obradoiro le ha dado a tiempo a refundarse como club, formar una plantilla para competir en ACB –con uno de los presupuestos más bajos de la liga, si no el que más-, ilusionar a una afición, cosechar cinco victorias en 12 jornadas y derrotar al líder invicto de la competición con tres jugadores de su escasa plantilla lesionados. Lo que muchos clubes no consiguen tras años de historia y temporadas completas, los gallegos lo han conseguido en un tercio de la liga.

El mérito es evidente, porque la apuesta era extremadamente arriesgada. Fichar a 15 jugadores -contando los parches temporales para suplir las lesiones y los jugadores jóvenes vinculados-, a un equipo técnico completo y contratar a los trabajadores para que el club tenga una estructura profesional es muy difícil. Conseguir que entre todos ellos hayan alcanzado el grado de conjunción actual y tener los resultados que están teniendo sólo puede calificarse de milagro.

Por la escasez de recursos y tiempo, la configuración de la plantilla estuvo también marcada por el atrevimiento. Dar el timón del equipo a Stanic, un base sin experiencia en la competición que no había brillado especialmente en Italia, fue un riesgo. Apostar por Terry, que había demostrado su irregularidad –y su clase- en varios conjuntos europeos, no era fácil; tampoco debió serlo fiar todo el juego interior a un Marc Jackson algo mayor y pasado de kilos y a un Pasalic que había completado una temporada anterior mediocre. Del mismo, Alfonso Sánchez, Aguilar y Djedovic todavía tienen que demostrar que tienen sitio en la ACB.

Ante esta situación, Curro Segura ha optado por centrar el ataque en los jugadores con más experiencia. Entre Vasileiadis y Jackson anotan más de 4 puntos de cada 10 del equipo; si sumamos a Terry y Stanic, entre los cuatro anotan dos de cada tres puntos. Su importancia es tal que todos están por encima de los 25 minutos de media. Y si en lugar de anotación nos centramos en la valoración, su importancia es todavía mayor, porque supone el 72% del global.

Por lo tanto, la baja de Marc Jackson parecería crucial en el equipo. Sin embargo, en los dos últimos encuentros –con sendas victorias del Obradoiro- ha emergido la figura del pívot brasileño Hettsheimer (14 puntos y 9 rebotes contra Gipuzkoa Basket; 15 y 13 frente al Real Madrid). Además, el Obradoiro ha sumado esta jornada a Oriel Junyent, porque también Pasalic está lesionado.

Del rendimiento de Hettsheimer, el de Vasileiadis –que promedia 19 puntos en las victorias de su equipo y 14,9 en las derrotas- y el de Stanic (cuya valoración suele ser justo la mitad en los partidos perdidos respecto a los ganados) dependerá gran parte de las esperanzas gallegas en el CID. Bueno, de eso y de la capacidad que el Gran Canaria tenga para defenderlos bien, olvidarse de su mala racha y empezar a jugar como todos esperamos.

miércoles, diciembre 16, 2009

El Gran Canaria pierde el average contra el Nancy y complica su continuidad en al Eurocopa

La derrota por 12 puntos que cosechó el Gran Canaria este martes en Nancy (77-65) igualó la ventaja que el equipo insular consiguió en la ida, pero su menor anotación lo deja por debajo de los galos en la anotación. La clasificación para la siguiente fase se presenta ahora más complicada para el conjunto claretiano, que debe ganar los dos enfrentamientos que quedan (contra el Panellinios en el CID, el martes 5 de enero; y contra el Turow en Polonia, el 12 del mismo mes) y esperar alguna derrota del Nancy...o vencer por más de 29 puntos a los griegos.

Esta vez ni siquiera escuché la retransmisión por la radio -ni siquiera sé si la hubo-, así que de nuevo escribiré mirando las estadísticas después de leer la crónica de EFE:
  • Por la anotación es evidente: el ataque del Gran Canaria está bajo mínimos. Los 55 puntos al final del partido y el hecho de no haber podido anotar más de 14 en ningún cuarto son claros, más allá de cualquier análisis estadístico más profundo. Que, en todo caso, arroja similares resultados: con 0,69 puntos por posesión, creo que es el OER más bajo que he calculado esta temporada. La ineficacia ofensiva amarilla es palmaria.
  • Igual de mal está la puntería desde los 6,25. El 22,2% en triples (6/27) es de nuevo muy bajo; y si quitamos el 4/5 de Norris, se convierte en un 2/22 muy semejante a la derrota contra Fuenlabrada, esta vez son la superlativa aportación de Sanders (1/11). Pero más problemático es, en mi opinión, que a pesar de tener un día tan malo se abuse tanto de los triples, casi tantos como tiros de dos (27 por 29), igual, de nuevo, que ocurrió el pasado domingo en el CID, con 14 triples lanzados en el primer tiempo sin anotar ninguno. Es evidente que la tendencia ofensiva de Sanders, Fisher y Moran, incluso de Bellas y Marcus Norris, es la de lanzar más de tres que de dos, pero cuando no hay acierto, se deben buscar alternativas.
  • No todo debe verse tan negro, por mucho que la mala trayectoria reciente del equipo nos haga ser pesimista. La defensa del Gran Canaria sigue siendo buena. Los franceses sólo anotaron 67 puntos, tuvieron malos porcentajes de tiro y poca eficacia anotadora (OER de 0,78). Pero además de anotar casi 0,1 puntos por ataque más que el Gran Canaria, tuvieron más posesiones (85,68 por 79,28, después de multiplicar los tiros libres por 0,44 para corregir el desvío que provocan los tiros adicionales), gracias sobre todo al dominio del rebote, como explico a continuación.
  • Inexistente rebote ofensivo. Es curioso, porque es un apartado donde el Gran Canaria está destacando en ACB generalmente. Pero con tanto fallo en el tiro, los de Pedro Martínez no fueron capaces de atacar el aro francés con acierto: de 37 rechaces sólo atraparon 2, un paupérrimo 5,4% del total. El Nancy cogió el 21,6% de los rebotes en el aro grancanario, que tampoco es nada del otro mundo pero le valió algunas posesiones más, como indiqué anteriormente.
  • Otra noticia buena: el equipo sigue compitiendo. Augustine tuvo un tiro libre final para conservar el average -había anotado el anterior-, pero falló. Ahora es posible confundir algunas cuestiones y achacar la derrota, o los 55 puntos, a la mala racha del Granca, pero -sin dudar de que el mal juego y los malos resultados están ahí y pesan mucho- lo cierto es que partidos como este los hemos visto todos los años en la competición europea y que el Nancy es un equipo fuerte de la liga francesa, con un nivel en su plantilla probablemente similar al del Gran Canaria.
  • Debut de Ewoud Kloos. El holandés jugó su primer minuto y 43 segundos con la camiseta amarilla. Como ya dijo Pedro Martínez sobre el estreno de Alejandro López, es un hecho sin mucha relevancia para el equipo actual (aunque ilusionante para el jugador), pero que ayuda a que los jóvenes se tomen con más ganas el entrenamiento diario.

domingo, diciembre 13, 2009

Triste imagen del Gran Canaria, que pierde el peor partido en el CID en mucho tiempo

ACB PHOTO - Carroll logró 23 puntos, casi un tercio del total amarilloUn inicio pésimo, una falta de garra inédita como local y el mayor desastre en el tiro de tres que recuerdo llevaron a la octava derrota del Gran Canaria en la ACB, esta vez frente a un Fuenlabrada (70-77) que ganó tras siete partidos consecutivos perdiendo.

Durante las últimas siete temporadas, el Gran Canaria ha luchado por jugar la Copa del Rey y las eliminatorias por el título todos los años, con éxitos en casi cada ocasión. Siempre se ha basado, más que en el talento ofensivo, la maestría táctica o la calidad individual, en el esfuerzo colectivo, la intensidad defensiva y la fortaleza como local. Hasta este año. De momento, de esas tres cualidades sólo la intensidad defensiva adorna el juego del Gran Canaria, y presenta unas lagunas sospechosas casi en cada partido. El esfuerzo colectivo no se ve por ningún lado, hay poco apoyo anotador detrás de Carroll y el antaño inexpugnable CID ya ha visto los triunfos de Madrid, Joventut y Fuenlabrada, es decir, el mismo número de derrotas que victorias.

Con estas carencias, poco vistas en la isla en la historia reciente del equipo, y la escasez de recursos -léase talento físico y técnico- propia de un club con el presupuesto del Gran Canaria, la posición actual del conjunto amarillo en la clasificación no es ninguna sorpresa después del primer tercio de liga.

No recuerdo ninguna puesta en escena tan desastrosa como la de este domingo. El parcial 0-14 fue demoledor, el 10-30 al final del primer cuarto, decisivo. Muchos creen que el tiempo muerto de Pedro Martínez para cortar la racha llegó tarde, pero para mí que en 3:46, que fue lo que tardó en pedirlo, no se les puede haber olvidado lo dicho antes del encuentros; y además, el parcial posterior hasta el final de cuarto, 10-16, refleja claramente que de poco sirvió. Los dos entrenadores consideran que este inicio marcó el encuentro.

Después de ese nefasto primer periodo, el Gran Canaria ganó todos los parciales. Pero -y en esto difiero por completo de lo que dijo Pedro Martínez al final del encuentro- para mí lo más importante es que en el segundo y tercer cuarto, los locales no jugaron con la garra y la intensidad necesaria para remontar una diferencia tan grande. Los marcadores parciales (16-15 y 23-20) indican lo que se vio en la cancha: el Gran Canaria no se esforzó lo necesario atrás, no fue valiente en ataque, se limitó a intercambiar canastas, y cada vez que recortó algo la diferencia, cometió errores y despistes en defensa que permitieron a los fuenlabreños manteenr la renta.

En el último cuarto sí se vio más brío, pareció que el equipo despertó -y salvó una diferencia de puntos que quién sabe si a final de temporada va a ser importante, como siempre digo-, la afición se animó un poco y llegó a ponerse a cinco puntos (66-71), con posesión, a falta de algo más de tres minutos. Pero dos errores consecutivos de Norris, exhausto, acabaron con el balón para los visitantes y echaron por tierra el partido. Desde esa jugada se volvió a ver al equipo alicaído y sin alma del primer cuarto, con Carroll haciendo la lucha por su cuenta y con todo el equipo incapaz de meter los balones interiores que el técnico pretendía.

En general escribo intentando no obcecarme con el último partido para no afirmar una cosa y contradecirme a la semana, tras el siguiente partido, pero después del primer tercio de liga y la primera vuelta de la Eurocopa, sigo viendo al equipo sin la concentración y la voluntad de esfuerzo que lo caracterizaban. Hasta ahora, ese problema se daba siempre fuera de casa. Así que el partido de este domingo ha sido como ver la cara oculta del equipo, esa que le va a impedir ir a la Copa y que, de momento, le obliga a mirar hacia abajo más que hacia arriba.

Lo peor
  • Más que el arranque mismo, ese paupérrimo primer cuarto, creo que el problema es la sensación de equipo sin espíritu en el segundo y tercer cuarto; la falta de coraje, de ánimos y de recursos para cambiar la marcha del encuentro. Y también de soluciones desde el banquillo: en la labor de un entrenador está motivar a sus jugadores y proporcionarles las herramientas necesarias para revolucionar un partido. Pero la poca capacidad de lucha en la cancha pareció transmitirse al cuerpo técnico. Las rotaciones fueron extrañísimas, difíciles de entender desde fuera. Incluso me parece desacertado el planteamiento inicial, con Carroll defendiendo a Sandes, cuestión aprovechada por el Fuenlabrada para hacer postear al alero argentino y sacar rendimiento en las dos primeras jugadas, que fue lo que tardó en darse cuenta Pedro Martínez del problema. Es decir, como tres días más de lo que debiera (debería haber sido justo después de la lesión de Moran).
  • La derrota en casa. Estoy convencido que la dificultad de ganar en el CID se consigue no sólo por el rendimiento del equipo local, el viaje visitante (por otro lado, el mismo que encara todas las semanas el Gran Canaria) y por el apoyo del público. También beneficia el mito que se construye, el aura de inexpugnabilidad. Y esta temporada, repito, las victorias y derrotas son las mismas, tres y tres. Desde mi ignorancia, estoy seguro de que si otros equipos -especialmente los de media tabla hacia abajo- llegan convencidos de que pueden ganar, acabarán venciendo más veces. Por mucho que cayera el Barcelona.
  • El desacierto triplista. La conservadora defensa fuenlabreña (bueno, en general todo su planteamiento fue tremendamente conservador, algo lógico después del inicio, de la racha que llevaba el equipo y de la situación del club) permitió tirar muchos triples, sobre todo en el primer tiempo, y el Gran Canaria se cebó. Con el 3/23 final (13%) es casi imposible ganar, porque ante el desacierto las defensas se cierran y dificultan el juego cerca de la canasta. Pero es que en el primer tiempo, los amarillos llevaban 0/14, y siete jugadores ya habían tirado desde los 6,25. La aportación anotadora exterior quedó así muy reducida, de nuevo. Los 23 puntos de Carroll (casi un tercio del total) sólo estuvieron secundados por 12 de Sanders (10 de ellos en el segundo tiempo), porque Norris se quedó en 6 (con 0/5 en triples) y Bellas y Fisher -que hicieron un partido horripilante- no anotaron.
  • La debilidad en el rebote en el primer tiempo. Al término de los primeros 20 minutos, el Fuenlabrada llevaba casi los mismos rebotes ofensivos (8) que defensivos el Granca (9). Batista se hinchó a coger rechaces por estar más concentrado y buscar la posición. De hecho, hizo mucho daño cerca del aro durante casi todo el partido, aunque le pesó el cansancio al final -jugó los últimos 20 minutos completos.
Lo mejor
  • El resultado. La diferencia de puntos final pudo haber sido mucho mayor si no hubiese habido reacción, como parecía que iba a suceder durante todo el encuentro.
  • El rebote ofensivo. Últimamente no estaba siendo un apartado tan destacable como a principios de temporada. En esta ocasión, el Gran Canaria terminó atrapando el 45% de los rebotes en aro rival, una cifra muy buena.
  • La vuelta de Sanders. A pesar de no realizar un partido muy lucido, su aportación será importante para colaborar en anotación, especialmente tras la baja de Moran (que, por otro lado, poco estaba aportando en ese apartado). Esperemos que veamos la mejor versión de Melvin, más cercana a la del año pasado que a la de principios de temporada.
  • Las faltas recibidas y los tiros libres lanzados. En esta ocasión hubo más tiros libres, probablemente por que hubo más agresividad en ataque de lo habitual...después del primer cuarto.
Algunos datos estadísticos
  • El Gran Canaria, fiel a su costumbre, tuvo más posesiones que su rival. (86,24 frente a 83,48, según las estadísticas -multiplicando los tiros libres por 0,44 para ajustar los tiros adicionales).
  • También fiel a su costumbre, registró menor eficacia ofensiva (OER de 0,81 frente a 0,92). Es decir, que los amarillos atacaron un poco peor de lo que lo venían haciendo y defendieron algo peor también.
  • El Fuenlabrada es el segundo equipo que más tira de tres en la competición, ligeramente por detrás del Joventut (el año pasado creo que el orden fue el mismo, a pesar de que los dos equipos han cambiado bastante sus plantillas). Pero aun así, suele tirar más de dos -alrededor de un 6% más- que de tres. En esta ocasión, no fue así: lanzó 34 triples y sólo 27 tiros de dos. El caso de Mainoldi fue extremo: 5/8 de tres, ningún tiro de dos. Por cierto, otro dato a favor para el debate sobre el daño que hacen al Granca los ala-pívots que juegan abiertos (y más si, como es su caso, repite actuación sobresaliente en el CID).
  • Creo que es la primera vez que el Gran Canaria pierde superando a su rival en valoración (84-75). Curiosamente, el Unicaja perdió sus tres primeros partidos de liga después de aventajar a sus rivales en la valoración ACB.
Casi sin tiempo para recuperarse del palo, el Gran Canaria viaja a Francia, donde se juega buena parte de sus opciones de pasar de ronda en Europa -de hecho, cada partido a partir de ahora es crucial en la competición continental. Y la semana que viene repite en casa, recibiendo al Obradoiro, que acabó con la imbatibilidad del Real Madrid. A principios de temporada vimos este partido como un encuentro fácil; después de la 12ª jornada, tenemos muchísimas más dudas. A ver si el Granca despega, que ya ocurrió en un año con Pedro Martínez que no hubo Copa pero sí play-off.

Por cierto, una aclaración casi al margen del encuentro, sobre el Fuenlabrada. Esta semana no hubo análisis previo en el blog por despiste y falta de tiempo. Pero es que en Zona basket tampoco lo hubo, al menos en sentido estricto: me limité a escribir una reivindicación de Luis Guil sin entrar en cuestiones de juego. A ver si lo recupero esta semana, aunque Chus Mateo consiguiera romper la racha de los madrileños.

sábado, diciembre 12, 2009

El Gran Canaria EBA se impone al experimentado Tacoronte

El Gran Canaria EBA consiguió imponerse este sábado al Tacoronte (77-70), un rival mucho más experimentado y construido a priori para metas mayores que las del filial amarillo. Los pupilos de Víctor García mostraron una cara más seria, menos alegre que en otros encuentros -sin duda motivado por el oficio de los tinerfeños-, pero también más dura y firme, con más temple en el final de partido.

La superioridad en centímetros del Gran Canaria ayudó a un muy buen control del rebote defensivo, pero el número de contraataques probablemente fue inferior al promedio amarillo, que jugó más 5x5, ejecutando sistemas y buscando aprovechar la capacidad para jugar de espaldas de Javi González (10 puntos, 12 rebotes y 24 de valoración) y la puntería de los tiradores. Ante la zona 2-3 que empleó el Tacoronte, el Gran Canaria buscó mucho los lanzamientos de tres y se atascó por momentos, pero en el segundo tiempo supo resolverlo y los aleros alternaron más su juego. En el final, pese al acercamiento visitante tras dos errores consecutivos de Alvarado -que estuvo en la misma onda que el equipo, muy centrado, más comedido, salvo alguna excepción, pero efectivo-, el equipo estuvo más centrado y supo ralentizar los ataques, mover el balón y buscar a los interiores. Dos mates estratosféricos de Bakary Konate certificaron la victoria.

El triunfo cobra especial importancia, además de por vencer en un final igualado, por tratarse de un rival de la parte alta de la competición (nueve victorias y cinco derrotas actualmente, por ocho y seis del Gran Canaria). El Tacoronte acumula mucha experiencia en sus filas, desde su técnico, Jou Costa -que fuera entrendor del CB Canarias- hasta Álex Franco, ahora reconvertido a pívot, pasando por Rubén Mayo (quien llegó a jugar en la liga búlgara) y Dani González, un clásico de los equipos chicharreros de la EBA. A ellos se les suma un fichaje interior, Marc Maldonado, de bastante caché en la EBA -hasta ahora en el grupo C-, otro en el puesto de base, Níchel Hernández y un tercero, ex amarillo y de la cantera del Telde, Dani Brito. También cuentan con tres prometedores juniors, dos africanos interiores espigadísimos (Nguirane y Seck) y un alero georgiano, Shvangiradze, todos ellos llegados a Tenerife -creo- por la productiva captación del Arona -ahora Villa de Adeje. En definitiva, un equipo con experiencia y demostrada calidad, aunque tiene cierta carencia de centímetros que probablemente se nota más contra los filiales y los equipos punteros del grupo.

Como digo, esta victoria es de mérito, y seguro que Víctor García sale más contento de partidos como este que de otros en los que se gana más fácil, porque los jóvenes jugadores amarillos demostraron fortaleza mental y temple y porque el triunfo se basó en la aportación colectiva, sin ningún jugador especialmente destacado sobre el resto.

Según parece, esta semana le tocará a Ewoud Kloos formar con el conjunto ACB (cosa que ya hizo frente al Turow) contra el Fuenlabrada, donde quizá tenga sus minutos, teniendo en cuenta la baja de Jim Moran. Tanto él como Igor Krasnic aportan al Gran Canaria de la EBA consistencia en el tiro, algo de lo que el resto de aleros anda quizá más corto (salvo, quizá, Christian Díaz, que además todavía es junior), y también generosidad en el esfuerzo defensivo.

miércoles, diciembre 09, 2009

Segunda victoria en la Eurocopa, esta vez contra el Nancy

Imagen tomada de http://www.eurocupbasketball.com - McDonald fue muy superior a los interiores francesesLa segunda victoria del Gran Canaria en la Eurocopa 2009/2010 llegó este martes contra el Nancy francés (77-65) en un encuentro calcado al de la semana pasada frente al Turow polaco. Otra vez, el encuentro fue malo, más bien aburrido; de nuevo los amarillos parecía que podían ganar más cómodamente de lo que lo hicieron pero su nivel de intensidad fluctuó demasiado; y una vez más el rival dejó la sensación de un nivel de juego más bien bajo.

Probablemente en este partido el ataque local fue mejor que contra el Turow, porque los franceses eran más duros y defendían más fuerte; pero también hubo muchos despistes en defensa que permitieron tiros abiertos y relativamente fáciles, asó como multitud de rebotes ofensivos.

El Nancy es un equipo francés arquetípico. Muchos jugadores negros -sólo jugó uno blanco, ala-pívot, y para más sorna, lo mejor que hace es tirar de lejos-, todos muy atléticos, pívots muy fuertes y duros con poco talento, bases anárquicos y con poca capacidad de mando. Eso sí, ponían en práctica muchos sistemas, incluido uno que usaron siempre que les fue posible: jugar con Ricardo Greer al poste bajo. Hizo daño en un par de jugadas -sobre todo contra Fisher, cuando éste compartía cancha con Carroll-, pero en general estuvo bien controlado. También hay que tener en cuenta que uno de sus principales anotadores, el alero Kaniel Dickens, no jugó.

Como digo, el partido fue más bien malo y sin mucha historia. El Gran Canaria cogió una buena ventaja al inicio (siempre rondando los 10 puntos) que hacía presagiar una diferencia más holgada al final, pero el Nancy apretó los dientes en defensa y dificultó el ataque grancanario -algo no muy difícil estos días. Con los bajones en la intensidad amarilla, los franceses se acercaron en varias ocasiones y disminuyeron la ventaja, pero aun así, otro arreón hizo que a falta de dos minutos, el Gran Canaria ganara por 15. Desde ese momento hasta el final, otras dos malas decisiones y dificultades en el balance defensivo dejaron en 12 la ventaja definitiva. "En los últimos dos minutos, el partido estaba más para ganar de 20 que de 10, pero las cosas son como son", dijo Pedro Martínez, contento con la ventaja obtenida.

Lo mejor
  • La consistencia general del Gran Canaria, que aguantó un par de embestidas de los galos sin sucumbir a los nervios, lo que le permitió conservar esa ventaja. En esta ocasión, se buscó mucho más y mejor a los interiores que en anteriores partidos; también se consiguió correr y terminar contraataques en más ocasiones.
  • La reaparición de McDonald. Mucho más centrado y tranquilo, sin tanto aspaviento como en otras ocasiones, aprovechó su ventaja sobre los pívots franceses, que eran duros...y poco más. Anotó 19 puntos -con 7/8 en tiros- en 21 minutos, incluido un triple, igual que contra el Turow. El público se ha portado con él de modo exquisito, por cierto, siempre apoyándolo a pesar de sus malas actuaciones. También Augustine (10 puntos y 14 rebotes), otro al que apunté directamente tras el partido contra el Manresa, estuvo más centrado a pesar de las personales y algún lapsus de concentración impropio de él.
  • La sensación de superioridad del Gran Canaria frente a sus rivales de la Eurocopa. En ambos partidos han parecido equipos inferiores, a merced de los locales, y sólo se han salvado de llevarse diferencias mayores por los bajones de intensidad y el mal momento de juego amarillo. Esperemos que no sean equipos iguales al Gran Canaria en la diferencia de rendimiento como local y como visitante, porque entonces sí que van a ser partidos muy complicados. En todo caso, como dice Pedro Martínez, hay que ir a ganar en Francia y Polonia, sin especular con los resultados.
Lo peor
  • El balance defensivo. Probablemente no fuera de los peores partidos en este sentido, pero es algo que se viene repitiendo toda la temporada -al menos, en los partidos que he visto. No sé si es una cuestión táctica poco trabajada -me extrañaría de un entrenador como Pedro Martínez- o problemas de concentración, pero el hecho es que hay demasiados contraataques fáciles sin que ningún jugador llegue a entorpecer la finalización rival. Y no sólo ocurre porque los interiores lleguen tarde, tampoco los pequeños bajan a tiempo.
  • El tiro exterior, por enésima vez. el 6/22 es muy pobre. Moran ha acreditado en los últimos cuatro encuentros (las dos derrotas en ACB contra Alicante y Manresa y las dos victorias en Eurocopa) 3/20; Fisher, 4/12 y Bellas, 0/6. Sólo Norris, con 8/19, colabora junto a Carroll para paliar la baja de Sanders, tan importante en este aspecto.
  • El rebote defensivo. El Nancy cogió el 44,44% de los rebotes disponibles en el aro grancanario, una cifra bastante superior a lo que se suele considerar aceptable (en torno al 35%), debido a las lagunas de concentración y bajones de intensidad comentados.
Para la posteridad queda el debut de Alejandro López también en Eurocopa, esta vez con más minutos (cuatro) y con estreno anotador (un punto, de tiro libre).

domingo, diciembre 06, 2009

Nueva derrota a domicilio del Gran Canaria, esta vez en Manresa

ACB PHOTO - Gladyr machacó las opciones del Gran Canaria, cn 5/7 en triples y 22 puntosLa quinta derrota del Gran Canaria como visitante en seis encuentros disputados a domicilio llegó este domingo en Manresa (81-66), después de un partido más disputado que las dos últimas visitas amarillas (en Alicante y Atenas) pero muy mal cerrado, con un parcial final de 11-1 que desluce el esfuerzo previo y complica la clasificación para la Copa del Rey.

Que el partido fue mucho más disputado lo refleja el marcador. A falta de siete minutos para el final, el Gran Canaria se puso un punto arriba tras un triple de Jaycee Carroll (58-59), pero entonces se produjo una reacción manresana que llevó a un parcial de 23-7 en los últimos siete minutos. Además, en los últimos instantes afloró la ansiedad amarilla, se sucedieron las pérdidas de balón, se permitieron los contraataques fáciles y el resultado fue un parcial final de 11-1, que llevó de 70-65 al 81-66.

De nuevo, no fue posible ver el partido, así que esta vez lo seguí por la radio autonómica. Según el locutor, el arbitraje fue descaradamente local. También comentó algo parecido Pedro Martínez, cuando le preguntaron al respecto. Y el hecho, más allá de interpretaciones, es que en el despegue manresano tras el citado triple de Carroll fueron fundamentales las decisiones arbitrales, con cuatro faltas en cuatro ataques prácticamente consecutivos que llevaron del 60-59 al 67-60; y luego, con un triple de Gladyr por medio, otra falta más para llegar al 72-65. Otro dato más, el recuento de faltas personales: 18-29, 5-9 en el último cuarto (aunque llegó a ser 1-7, y ya sabemos la tendencia natural de los árbitros a equilibrar el número de faltas en cada cuarto).

Ya digo que no vi el partido y hablar de los árbitros de este modo debe sonar más una queja infundada que una opinión. Así que mejor hablar de la diferencia entre la eficacia ofensiva de los equipos (1,011 para Manresa, 0,864 para el Gran Canaria, que además tuvo unas cuatro posesiones menos); del 48% en tiros de dos de los amarillos, intimidados por Ruffin (siete tapones) y el lastrados por la nula aportación -por enésima vez- de McDonald (4 puntos en 17 minutos) y la desaparición de Augustine por faltas (cuatro en 11 minutos, 0 puntos y -4 de valoración para él). Incluso podríamos señalar el mal balance entre balones recuperados y perdidos (8/16, por 13/16 de los catalanes)

Lo peor
  • Voy a incidir en algunas de las cuestiones que ya he comentado. Lo peor, el resultado, no tanto por la derrota (hay que tener en cuenta que es muy difícil ganar en el Nou Congost, ya lo vimos el año pasado) como por la diferencia final y el parcial en los últimos minutos. Para quien piense que es lo mismo perder de 2 que de 20, lo remito a las palabras de Sito Alonso, el técnico de la Penya, que recuerda a su equipo la importancia del average en la clasificación para la Copa. ¿Hará lo mismo Pedro Martínez? contra el Turow -en la Eurocopa la importancia de las ventajas es incluso superior- pareció que sí, porque con el encuentro decidido, se completó el último ataque, pero en estos partidos que hemos vivido de la lejanía, parece que o no lo hace o no le funciona como motivación.
  • La defensa visitante. El Manresa es uno de los tres equipos de ACB que tiene peor eficacia ofensiva que los amarillos (0,84 de media en el OER), y la defensa del Gran Canaria es la cuarta mejor del campeonato -lo era en las diez primeras jornadas de liga-, dejando a sus rivales en una eficacia de 0,87 de media en el OER. Así que llegar a anotar un punto por posesión (1,011, exactamente, como he dicho) es permitir demasiada efectividad. Y la fortaleza del Gran Canaria debe pasar por defender mejor que sus adversarios, porque sus jugadores, sobre todo con la baja de Sanders, carecen del talento anotador adecuado para jugar a devolver canastas. De hecho, el ataque grancanario no fue especialmente malo, estuvo casi en su línea de eficacia, ya que promediaba 0,87 puntos por posesión.
  • La aportación de los interiores. Ya he comentado las estadísticas de Augustine y McDonald, pero lo peor es la sensación de vacío que están dejando en el rendimiento del equipo, que el año pasado basaba gran parte de su poderío en la superioridad de su juego interior sobre los rivales, especialmente los de su misma liga. El Manresa tiene a Ruffin, un temporero que jugaba su último partido y con aportación casi exclusivamente defensiva; Alzamora, un recambio no demasiado relevante en equipos de la parte baja de la ACB; Nivins, una de las pocas decepciones de los fichajes manresanos en los últimos años y que hizo -5 de valoración este domingo; e Ivanov, el único jugador de cierto nivel. Pues el Gran Canaria de Savané, Augustine y McDonald, con la aportación puntual de Kickert, debería superarlos claramente, en dureza, rebote e intimidación, incluso en cancha foránea. Pero no fue así, sólo Savané mantuvo un buen nivel (13 puntos, 4 rebotes, 20 de valoración). Otro dato muy significativo: el Manresa atrapó casi el 43% de los rebotes en el aro grancanario.
Lo mejor
  • La vuelta del carácter competitivo a domicilio (sobre si quitamos los últimos tres minutos). El equipo luchó en una cancha difícil, y mejoró mucho las últimas actuaciones a domicilio. En esta línea será más fácil encarar los siguientes encuentros y ver si definitivamente hay que mirar hacia arriba o hacia abajo. La competición está todavía poco definida: ocho equipos tienen el mismo balance que el Gran Canaria (4 victorias, 7 derrotas), incluidos los dos próximos rivales, Fuenlabrada y Obradoiro, que visitan el CID los dos siguientes domingos. Asegurar esos dos triunfos y conseguir ganar de nuevo a domicilio en Murcia es casi la única posibilidad de que el Gran Canaria llegue a la Copa de Bilbao.
  • El liderazgo ofensivo de Carroll. Otras veces lo he destacado como algo negativo, pero esta vez quiero recalcar algo que creo haber escrito pero no encuentro: el escolta ha demostrado que se puede contar con él como referencia anotadora. Y que contra equipos de la misma liga que el Gran Canaria -esto eso, casi todos menos los seis más ricos-, puede asegurar una buena cantidad de puntos, incluso aunque pierda tantos balones como suele hacerlo.
No me atrevo a calificarlo como algo especialmente positivo, pero no quiero dejar de comentar el debut de Alendro López en la ACB. Me llamó la atención en el partido de Eurocopa que se vistiera Ewould Kloos, porque pensé que el club piensa más en Alejandro López como posible jugador ACB en el futuro. Quizá para suplir a Sanders sea más adecuado el holandés, que es mejor tirador que el tinerfeño, y puede que contra los exteriores del Manresa, más pequeños y rápidos, Alejandro esté más preparado que Ewould. En cualquier caso, como dijo Pedro Martínez, con un minuto y pocos segundos, el detalle es poco importante, lo realmente relevante es que el chico se integre, que vea que puede tener posibilidades y que siga mejorando. Cuando he hablado del EBA he escrito que por físico, capacidad de sacrificio y concentración, es sin duda el jugador más preparado para competiciones mayores, pero todavía tiene margen de mejora en el lanzamiento y en general en el juego ofensivo 5x5. Esperemos que lo veamos más veces jugando, y más tiempo, en esta y en posteriores temporadas.

miércoles, diciembre 02, 2009

Primera victoria en la Eurocopa del Gran Canaria

La primera victoria del Gran Canaria en la Eurocopa 2009/2010 llegó este martes frente al PGE Turow polaco (85-74) gracias a un empujón de intensidad en el tercer cuarto con Daniel Kickert como referente y una defensa más agresiva que en el primer tiempo. Pese a la victoria, los 11 puntos de renta se me antojan escasos para afrontar el encuentro de vuelta, a la vista de la importancia del average en esta competición.

El partido del Gran Canaria, pese a la victoria, fue malo, por debajo de lo que ha ofrecido en el CID en la ACB (excepto, quizá, el día del Joventut). Sin dureza defensiva al inicio, el intercambio de canastas dejaba un 35-32 después de 20 minutos de baloncesto de nivel bajo. Con un punto más de intensidad atrás, más acierto en el tiro exterior y un arranque de rabia de Kickert -por extraño que suene-, el Gran Canaria consiguió una renta que rondaba siempre los 10 puntos y que pudo mantener hasta el final, aunque siempre sin brillo en el juego.

En el plano táctico, dos apuntes. El Gran Canaria hizo muchas veces una presión con los tres pequeños -incluso con dos pequeños y un grande- al saque de fondo rival, pero salvo un par de jugadas, la coordinación del equipo fue muy mala y el conjunto polaco la resolvió sin mayores problemas, incluso aprovechó algún despiste para anotar fácilmente. Es un apartado que el equipo entrena mucho, que practica desde el primer partido de pretemporada y que, a mi juicio, está empeorando en su ejecución respecto a momentos anteriores de la competición. Puede que el bajón de confianza en los dos partidos anteriores afecte también a la concentración y aumente la ansiedad por robar el balón, pero el hecho es que se obtiene menos rendimiento de la presión defensiva. Que, por otro lado, probablemente sea la única novedad táctica de Pedro Martínez en el ámbito defensivo.

El otro detalle significativo fue la zona defensiva del Turow. Muy especulativa, dejaba tirar a muchos jugadores pero seguía de cerca a Carroll. No sé si fue una cuestión de scouting o que el entrenador debutaba tras la destitución de Sasha Obradovic, pero no saber que la mejor arma de Kickert es el tiro exterior fue un error crucial, decisivo en la marcha del partido. Aun así, al Gran Canaria le costó atacar esa defensa en muchos momentos del encuentro, por la dificultad de penetrar y doblar el balón y quizá por el poco movimiento sin balón de los exteriores.

Lo mejor
  • En este tipo de partidos, me inclino a decir que el resultado, el hecho de ganar jugando mal, que siempre es importante. No me gustaron nada las declaraciones de Pedro Martínez diciendo que el partido del Gran Canaria había sido serio y que jugó bien en ataque, porque creo que hay que ser más exigentes con el equipo, sobre todo en casa. Pero probablemente el técnico piense más en recuperar anímicamente a sus jugadores (y, evidentemente, conoce mucho mejor a su equipo y al rival). Aun así, es cierto que en la Eurocopa hay muchos partidos de este tipo, con menos intensidad y el público más frío, los hemos visto todos los años.
  • Daniel Kickert. Aunque lo hago más de la cuenta, no me gusta destacar a un jugador por un partido concreto. Pero me pongo en la situación de unos niños, sentados justo detrás de mí, que acudían por primera vez al baloncesto. Seguro que se fueron pensando que el mejor del Gran Canaria es Kickert y que debería jugar más. El mate que completó en contraataque fue una de esas jugadas que nadie espera, que deja al pabellón alucinado, como si hubiera visto un ovni en medio de la pista...aunque yo hubiese jurado que el defensor no fue cometió falta. Además de ese arranque de furia, estuvo mucho más duro en defensa de lo que es habitual en él -y es una mejora que ya demostrado en otros encuentros esta temporada- y estuvo valiente en el tiro cuando lo dejaron solo, sobre todo tras sus aciertos.
  • El rebote ofensivo. Ya hacía algunas jornadas que el Gran Canaria no mostraba la misma fiereza yendo al rebote de ataque ni la misma efectivdad. En esta ocasión, atrapó 19 rechaces en el aro del Turow, que consiguió 22 rebotes defensivos (es decir, que los amarillos cogieron rechaes en un 43,2% de sus tiros fallados). Esto permitió que el Gran Canaria tuviera 92 posesiones, por 84 de los polacos.
Lo peor
  • La falta de intensidad y agresividad en el juego amarillo. Muy lejos de lo que hemos visto en otros partidos, dejándose llevar por el marcador.
  • La dificultad de atacar la zona en muchos momentos del partido. Como he dicho, y reconoció el propio Pedro Martínez, la zona era muy especulativa, y con muchos jugadores les funcionó (lo de Bellas con los triples empieza a ser problemático; y Moran hizo 2/9). Sin duda, la ausencia de Sanders se nota en este tipo de partidos.
Hay una cuestión de la plantilla que no acabo de entender. Desde el club se afirmó que Ryan Richards estará dedicado plenamente al primer equipo, pero en esta competición, donde puede jugar porque no existen las restricciones en las fichas de comunitarios, tampoco estaba vestido. Quizá tenga algún problema físico, no sé. Quien sí estaba era Ewould Kloos, que probablemente sea el que mejor cubre la baja de Sanders porque es el mejor tirador del equipo EBA.

Con la victoria del Panellinios ante el Nancy a domicilio (72-81), los griegos se destacan en la clasificación y el Gran Canaria empata con el Nancy, al que recibirá el próximo martes 8 de diciembre en el CID, a las 18.00 horas.

martes, diciembre 01, 2009

Apuntes del martes (Eurocopa y estadísticas)

De nuevo martes, de nuevo partido de la Eurocopa para el Gran Canaria. Pero esta vez me centraré en más cosas -sobre cuestiones estadísticas, sobre todo- que he ido recopilando la semana pasada:

Eurocopa
  • El Turow, como ya he escrito alguna vez aquí, llegó hace dos años a la Final en Turín. En aquel equipo estaban David Logan -el base norteamericano de la selección polaca-, Thomas Kelati -el escolta de origen etíope que estuvo en Málaga y ahora está en Valencia- y Andrés Rodríguez, el base dominicano que estuvo un mes en Vitoria este año. El equipo actual ya no cuenta con esos jugadores, pero tiene otros varios conocidos:
  • Pedro Martínez también resaltó a los otros norteamericanos, el base Willie Deane (quien logró 22 puntos contra el Nancy) y el escolta, Justin Gray; así como al ala-pívot Robert Witka -otro que amenaza desde el triple-, que precisamente es el único jugador que queda del Turow de hace dos temporadas.
  • Extraído del Canarias7 (versión de papel, la casualidad que lo leí hoy mientras comía, es una reproducción libre): "El Gran Canaria debe ganar prácticamente todos los encuentros, incluidos los que son a domicilio, para seguir aspirando a pasar de fase". Para mí es un pelín exagerado, todavía puede clasificarse ganando sólo un encuentro como foráneo si se dan las combinaciones adecuadas. Y todavía queda mucha liguilla, por corta que sea, como para ser tan negativo.
Estadísticas
Quizá sería mejor recopilar estos enlaces en otro post, pero así al menos los recojo y no se me quedan obsoletos.
  • En febrero leí un reportaje sobre Shane Battier en NYTimes.com acerca de cómo utilizaba las estadísticas para mejorar su defensa. Resulta que en Houston guardan información sobre el acierto de los jugadores en varias situaciones (tiro tras bote, yendo hacia la izquierda, saliendo de bloqueos, etc.), junto a muchos otros datos de cada uno. Y también cuenta otras cosas muy interesantes sobre el presidente de los Rockets, Daryl Morey, del que se dice que ha agrupado el mayor equipo de analistas estadísticos de la NBA. Sin duda, lo mejor que he leído sobre baloncesto en todo el año.
  • El reportaje original probablemente lo encontré en TrueHoop, que la semana pasada lo recordaba: "¿Recuerdan el famoso reportaje de Michael Lewis sobre Shane Battier? Fue enorme en mi mundo, la gente hablaba de él todo el tiempo. [...] Hoy, dos cuestiones sobre ello: Chris Ballard, en un podcast, cuenta que ninguno de los compañeros de equipo de Battier sabía nada sobre el artículo. Simplemente, no fue un asunto trascendente en el mundo de los jugadores. Pero el mismo día sabemos que Kobe Bryant encontró aquella historia muy interesante y le pidió a los empleados de Tim Grover [el preparador personal de muchos jugadores, entre ellos el propio Kobe, Dwyane Wade y Michael Jordan] que preparen informes para él parecidos a los que los Rockets le daban a Battier. Así que algunos jugadores sí que prestaron atención."
  • Lo más llamativo para mí: Kobe no preguntó a los Lakers, sino a su preparador personal (bueno, a un ayudante de Grover llamado Mike Procopio; la historia entera apareció en Yahoo Sports!). Pero no es lo único que Bryant ha hecho para mejorar su juego últimamente: también acudió al centro de Olajuwon para mejorar su juego al poste, y lo ha estado usando mucho esta temporada. ("Hasta en eso se quiere copiar de Jordan", dirán algunos; yo creo que además intentó ocupar el espacio que dejaba Gasol en el equipo con su lesión).
  • Interesantísimo estudio sobre el efecto de la edad de los jugadores en su Indicador defensivo (Defensive Rating, definido por Dean Oliver, que calcula el número de puntos por 100 posesiones permitidos por un jugador). Parece que se cumple la idea extendida de que la defensa de los jugadores mejora con la edad, salvo en el caso de los bases. También hay que tener en cuenta, como dice el propio autor, que las gráficas se ven afectadas por el hecho de que los jugadores que llegan a veteranos en la NBA lo hacen porque su capacidad defensiva es alta. Maljkovic decía que un jugador puede jugar en la máxima competición en la que puede defender bien...parece que esto se cumple en la NBA, al menos si se toma un periodo de tiempo mayor que una temporada.