Diez años después, el Baloncesto Sevilla resucitó. El Cajasol, antes Caja San Fernando, no se codeaba con los gallitos de la ACB desde la temporada 1999/2000, cuando terminó quinto en la clasificación final. En estos diez años, un sinfín de jugadores, la mayoría de renombre, entrenadores de élite y hasta reconocidos directores generales han pasado por Sevilla, sin poder sacar el rendimiento esperado a los recursos empleados por el club.
En las dos últimas temporadas ha llegado a lo más hondo del pozo, luchando por eludir el descenso a la LEB y salvándose in extremis en el curso 2008/2009, con la inestimable ayuda de Pedro Martínez. Pero la llegada de Juan Llaneza en los despachos y Joan Plaza en la cancha ha permitido al Cajasol salir de ese pozo.
Y lo ha hecho con una plantilla configurada de modo muy particular, más corta de lo previsto y con dos pívots puros nacionales (Rey y Triguero), una situación extrañísima en los tiempos que corren.
La rotación de Plaza se asienta firmemente en seis jugadores. Dos de los nuevos, Tariq Kirksay (un pedazo de jugador de baloncesto, capaz de jugar cerca del aro, rebotear, tirar de tres e incluso dirigir a su equipo) y Earl Calloway, son los que más minutos disputan (30 y 29, respectivamente); Ellis, Triguero y Savanovic promedian 27 cada uno. Miso es el principal recambio, con 20; y muy lejos están Rey (11 minutos promediados), Ager -cuyo periplo en el equipo ha sido extrañísimo: primero sin ficha, luego sustituyó a Lorbek y ahora promedia 12 minutos-; y la última adquisición hispalense, Ivan Radenovic -muy mejorado respecto a su etapa en Girona-, que en los tres encuentros disputados juega de media 12 minutos, aunque es de esperar que esta cifra vaya en aumento.
La responsabilidad ofensiva está muy repartida. Los seis jugadores que sobrepasan los 20 minutos anotan de promedio entre 8 y 14 puntos; y, lo que es más curioso, también tienen una valoración estadística entre 8 y 14 en todos los casos.
Tantos años en la cola de la clasificación han hecho que TVE se olvide del Cajasol (junto a otros tantos…) Así que sólo queda describir su juego según las estadísticas. En lo que llevamos de temporada, los de Plaza se caracterizan por un ritmo de juego lento, sin mucha eficacia en ataque, pero con un rebote ofensivo muy poderoso (el mejor de la ACB capturando rechaces tras errores propios en el tiro: capturas casi el 35% de los rebotes en el aro contrario de media) que le permite segundas opciones. Aun así, anotan poco (73,25 puntos por partido), también debido a que pierden muchos balones, más de los que cabría esperar de un equipo tan experimentado.
Probablemente la principal progresión del Cajasol se haya dado en el plano defensivo. Actualmente, son el segundo equipo que menos puntos por posesión permite (0,86), empatado con el Real Madrid y sólo superado por el Barcelona (que está en un asombroso 0,79). Esta gran defensa se refleja también en que deja a sus rivales por debajo del 50% en tiros de dos, gracias a tres factores:
- su fortaleza cerca del aro (mucha altura y presencia física)
- su afán en el rebote ofensivo (que limita las opciones de contraataque)
- su habilidad para recuperar balones (su balance recuperaciones/pérdidas está en 0,63, cuando la media ACB es de 0,53).
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