martes, mayo 04, 2010

El irregular Gran Canaria como visitante se deja en Bilbao el triunfo pero no el average

La cara habitual del Gran Canaria como visitante -irregular, con lagunas de concentración e intensidad- reapareció nuevamente para perder en Bilbao (75-65) pero salvando la diferencia de puntos. Con este resultado, los amarillos tienen un poco más cerca las eliminatorias, porque sólo se quedarán fuera si pierden los dos partidos que quedan, el Bilbao gana el suyo y o bien Granada o bien Joventut (o los dos) vencen en sus dos partidos siguientes...sin tener ellos mismos ninguna posibilidad de seguir en competición.

Los de Pedro Martínez enseñaron, sobre todo en la primera parte, algunas de las razones por las que han tenido un registro tan malo fuera de casa (3 victorias, 13 derrotas hasta el momento):
  • Largos periodos sin intensidad defensiva, permitiendo muchos puntos en poco tiempo y encajando parciales negativos (13 puntos entre los minutos 5 y 9; 18 puntos entre los minutos 15 y 20)
  • Falta de concentración que provoca tontas pérdidas de balón consecutivas. Una que me pareció significativa fue la cometida por Carroll con 49-41 y balón, porque era un pase clarísimo muy mal ejecutado.
  • Ausencia de ritmo para correr el contraataque, a pesar del control del rebote defensivo. Fue clarísima la demanda de Pedro Martínez en el penúltimo tiempo muerto: "Necesitamos algún contraataque", pero no obtuvo lo que pedía.
  • Pobre equilibrio entre juego interior y exterior. Durante los tres primeros cuartos, el Gran Canaria encestó sólo 1/13 desde los 6,25, mientras los jugadores interiores sostenían el ataque, con la aportación esporádica de los exteriores. Cuando llegaron los triples, en los cinco últimos minutos, los pívots no metieron ni una canasta cerca del aro (sólo una de tres de McDonald)
Aun con estas graves deficiencias en su juego, los insulares también dejaron momentos de buen baloncesto, de ataques más elaborados y de aprovechamientos de sus recursos. Incluso, durante bastantes fases, sí hicieron la defensa con el nivel de concentración y dureza que vemos frecuentemente en el CID.

Pero, sobre todo, el Gran Canaria demostró de nuevo oficio, templanza para jugar con tino los ataques decisivos, cuando el Bilbao se puso 16 arriba a falta de dos minutos y el público se creció porque veía posible remontar los 20 puntos de desventajas del encuentro en el CID.

Apuntes tácticos
Es curioso que Fisher y Carroll compartieran cancha tanto tiempo jugando contra el Bilbao, que probablemente tiene en Mumbrú al alero que más daño hace jugando de espaldas de la ACB. Las razones principales quizá fueran las faltas de Moran y la escasa aportación de Sanders (cuya presencia en cancha se redujo a 5 minutos; ya el domingo habían sido de sólo 8). El hecho es que el daño que hizo Mumbrú en el poste bajo no fue demasiado -un par de canastas, si no cuento mal-, gracias a que Fisher se aplicó para defender por delante y empujar mucho, con lo que consiguió negar la posibilidad de que el catalán recibiera cómodamente.

Los dos equipos ejercitaron mucho tiempo la defensa a toda cancha con los pequeños -o con dos pequeños y un grande. El Gran Canaria lo hizo de modo un poco distinto a la manera habitual, con varios 2x1, con muchos amagos de trap y, en algunos casos, tomando riesgos, que le costaron un par de canastas fáciles y no tuvieron demasiado resultado.

El Bilbao lo hizo menos veces, pero fue más peligroso: recuperó un balón (al menos) y estuvo a punto de hacerlo dos veces más, sobre todo cuando no estaban Fisher y Carroll al mismo tiempo en cancha. (Por cierto, no dejo de sorprenderme del escaso número de jugadores -especialmente los norteamericanos- que aprovecha que el sacador de fondo puede moverse por toda la línea).

También hubo tiempo para ver una zona 2-3 del Gran Canaria, en una sola jugada y tras tiempo muerto, supongo que más para sorprender al ataque rival que como convicción propia, a la vista de lo efímera que fue.

Lo peor
  • Aunque quizá no lo parezca, por haber salvado el average, el Gran Canaria perdió, anotando sólo 27 puntos en el primer tiempo y encajando 41 con las rachas comentadas. Con esos bajones de intensidad defensiva no creo que se le pueda ganar a Valencia o a Sevilla.
  • Conté exactamente un contraataque, el que Moran anotó a pase de Carroll. Y si bien sólo hubo cinco recuperaciones de balón, el rebote defensivo estuvo relativamente controlado como para intentarlo más veces. Me quejo tanto de esto que parece que culpo a los entrenadores, pero las palabras de Pedro Martínez en el tiempo muerto y de Maldonado al acabar la temporada pasada indican que los técnicos también querrían correr más.
  • La falta de puntería desde el triple estropea la posibilidad de jugar un baloncesto equilibrado, porque los equipos se cierran y dificultan que haya 1x1 claros en el poste bajo. Y si bien en otras ocasiones el Granca ha sabido no abusar de los triples cuando venían mal dadas, en esta ocasión costó más refrenarse. Al final del primer cuarto, llevaba 8 intentos de tres y 7 de dos; en el descanso, los números reflejaban un 8/12 de dos y 1/11 de tres. En el tercer cuarto, donde se forjó la remontada amarilla (11-20 de parcial), sólo se lanzaron dos triples, ambos fallados.
  • La escasa aportación del banquillo, de nuevo. Si el equipo cuenta con 10 jugadores -Alvarado aparte, por mucho que diga el propio club-, Kickert está más fuera que dentro (jugó tres minutos y se llevó una reprimenda del entrenador al salir) y Sanders sigue sin aparecer, nos quedamos con 8. Y si uno es McDonald, que hizo una primera parte desastrosa, sólo están sumando dos jugadores de banquillo. Esta situación se ha repetido gran parte de la temporada, pero a estas alturas es más grave. Carroll jugó, en un partido que no pasó del aprobado, 35 minutos y 33 segundos (y los 12 primeros sin descanso); Augustine estuvo en cancha 34:37. Son relativamente jóvenes, pero llegarán cansados a la fase decisiva de la temporada.
Lo mejor
  • Lo dicho, el oficio y la serenidad demostrada en los instantes finales, además de la mejora defensiva en el tercer cuarto.
  • El rendimiento de Augustine y Savané. Ellos sólos están manteniendo al equipo por dentro, ya que McDonald aparece en contadas ocasiones y Kickert ni está ni se le espera. Su nivel en ambos lados de la cancha está siendo muy alto últimamente. Las cuatro canastas de Savané fueron tremendas, aprovechando sus movimientos en el poste bajo con una gama bastante más variada de lo que cabría esperar. Y Augustine sigue muy activo en el rebote...aunque creo que esta es la primera vez que atrapa más de 10 rechaces y el Gran Canaria pierde.
  • La valentía de Carroll, que a pesar de haber fallado mchos tiros, algunos claros, no dejó de tirar. Y la de su entrenador, que siguió confiando en él aunque no estaba acertado y Blums se aprovechó de su fragilidad defensiva. Claro que quizá sea esa la única vía que tiene el Gran Canaria para disputar los partidos a un equipo con tanto arsenal como el Bilbao. Supongo que retomaré este pensamiento cuando haga el balance de temporada, pero en una temporada con muchos jugadores empeorando su rendimiento pasado, un novato como Bellas, la enorme decepción de McDonald y la única contribución regular de Savané y Augustine, el año lo ha salvado Carroll y el cuerpo técnico, aprovechando sus virtudes y minimizando sus defectos. (Tendré que pensarlo un poco más, en todo caso).
Lo que sí se presenta más difícil ahora es escalar posiciones, porque Unicaja, Estudiantes y Cajasol se enfrentan a equipos que no se juegan nada en la próxima jornada. Así que es probable que espere el Barcelona. A ver si encuentro sitio para verlo.

Esta vez se dieron prisa en editar el vídeo para acbtv.com:

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