sábado, mayo 14, 2011

Tres detalles del Gran Canaria-Valencia y una conclusión final quizá exagerada

Con el retraso que últimamente tengo para casi todo lo que no sea trabajo, recopilo tres detalles del último Gran Canaria-Valencia (68-66). Son tres apuntes que, si bien son sólo detalles acontecidos en el partido, para mí sirven como ejemplo de por qué el Gran Canaria está en su punto más alto de juego de los dos últimos años (como mínimo).

La estadística y los pívots
Los números de los pívots amarillos no engañan, sobre todo si comparamos con los de los valencianos:
  • Borovnjak, 10 puntos (5 en el último cuarto), 2 rebotes y 3 faltas recibidas, 9 de valoración en 14 minutos
  • Rey, 13 puntos, 6 rebotes y 5 faltas recibidad; 16 de valoración. 
  • Entre Javtokas y Augustine (Lischchuk fue baja), 8 puntos, 6 rebotes y 5 de valoración. 
Pero no destaco a los pívots por encima del resto por su actuación individual sino por el daño que hicieron, que llegó casi en exclusiva gracias a los balones doblados tras penetraciones de los exteriores. La capacidad de moverse sin balón de Xavi y Dejan ayuda mucho a mejorar la circulación y genera mucho juego para todos. Es algo en lo que casi nunca han destacado los pívots del Gran Canaria.

La garra de Beirán  y el rebote ofensivo
Minuto 32. Richardson falla el tiro del Valencia, Nelson atrapa el rebote y corre, como tan bien hace últimamente. El balón le acaba llegando a Beirán, que finta el tiro, busca la penetración y, en un nuevo alarde de altruismo por el bien del equipo, se la da a Carroll, desmarcado en la línea de 3. Cuando Jaycee falla, Beirán atrapa el rebote, levanta el balón y consigue canasta y falta. Hace un gesto de rabia.

La jugada sigue una secuencia interesante:
  1. Las ganas de Nelson de correr, alentado por el banquillo, que están dando mucha fluidez al ataque grancanario.
  2. El movimiento de balón, el pase extra, como el que Beirán da a Carroll.
  3. La confianza que tiene todo el equipo en el escolta, lo bien que asumen que es el ejecutor del ataque del equipo. En suma, la asunción de los roles de cada uno.
  4. La capacidad reboteadora y la lucha de Beirán. Que el Gran Canaria dañara al Valencia -con todo su potencial físico y atlético- en el rebote ofensivo, igual que había hecho con el Unicaja de Málaga, sólo se explica por la concentración y por la garra de jugadores como Beirán.
No es parte de esa jugada, pero en los siguientes ataques, el papel del alero madrileño fue creciendo a pasos agigantados, igual que lo está haciendo su importancia en el equipo últimamente. Suya fue la asistencia para que Bramos cerrara el marcador con un triple decisivo; en otra ocasión penetró con un primer paso rapidísimo tras fintar el tiro y botando con la izquierda (sacó falta). Anteriormente también había anotado bajo canasta tras un buen corte sin balón.

Su evolución desde principios de temporada me parece tremenda. Ahora falta ver si se mantiene cuando las cosas no vayan tan bien.

La madurez de Óscar Alvarado
Minuto 8, primer cuarto. El Gran Canaria ataca, el balón circula y le llega a Óscar Alvarado, que tiene un tiro claro, con tiempo y espacio, pero se la da a Carroll, que también está en buena posición. Jaycee recibe, finta y bota y se levanta para anotar.

Que Óscar haya asumido que al equipo le beneficia más que acabe tirando Carroll me parece uno de los saltos hacia la madurez más grandes que le quedaban por dar. Porque de su talento y carácter nadie que lo haya visto jugar anteriormente puede dudar, pero todavía se equivoca tomando decisiones y acaparando tiros. 

Su nivel de juego está siendo bastante bueno y su llegada parece haber servido para que Bellas se encuentre más cómodo. Con ellos al mando, el Gran Canaria no ha perdido. Pero como dijo Pedro Martínez, todavía tiene que jugar más para que podamos evaluar su rendimiento en detalle.

¿Es este el Gran Canaria de nivel más cercano a los equipos de Euroliga?
Por un momento me estuve preguntando si este Gran Canaria 2010/2011 es el conjunto que más claramente discute el dominio de los de arriba, que más cerca está de tener opciones de competir en las eliminatorias. No recuerdo un nivel de juego tan alto de manera sostenida ni siquiera en el de hace dos temporadas, cuando Maldonado guió a los amarillos a su récord de victorias en liga regular y luego estuvo a punto de eliminar al Unicaja de Málaga en primera ronda. Habrá que ver si se mantiene lejos del CID, porque los partidos contra los de arriba fueron casi todos en la primera vuelta y aquel era un equipo diferente.

Pero puede que sea únicamente por la tangibilidad del presente, la dificultad de recordar el pasado conla misma intensidad. En todo caso, quedan dos semanas para ver hasta qué punto se puede mantener la competitividad contra los equipos de Euroliga y el buen juego que practica este Gran Canaria.

3 comentarios:

mariolaw dijo...

Estoy de acuerdo en Beirán y su aportación al equipo, vino para tirar de tres y se ha convertido en el máximo reboteador.

Recuerda el Tapón contra Bilbao.

En mi opinión debería de trabajar el físico este verano, ya que al verle da ganas de invitarle a un bocata de chorizo, está en los huesos.

Lo increible es que ni el mejor juego del Granca, en mi opinión mejor que en la época de Maldonado (el equipo sobre la mesa era mejor), atraiga patrocinadores y vallamos a peder jugadores, como siempre.

Quería saber tu opinión sobre las diferencias entre Maldonado y Martínez a la hora de sacar rendimiento a jugadores aparentemente sin demasiado talento.

Por ejemplo Rey y Beiran, dos años en blanco en sus equipos, llegan al Club, y resultan determinantes, y al nivel de las supuestas estrellas

mariolaw dijo...

ups... vayamos, sorry

ruymanfm dijo...

No puedo hablar mucho de las diferencias, tendría que mirarlo más en profundidad.

Pedro Martínez consigue casi siempre muy buen rendimiento de los pívots jóvenes, esos que están en periodo de crecimiento. Xavi Rey es el último ejemplo.

Maldonado, en cambio, consiguió que Sanders y Fisher hicieran su mejor temporada en la ACB, algo que Martínez después no pudo mantener.

Pero creo que es una característica del Gran Canaria, que precisamente se fija en jugadores de este tipo, los que tienen hambre, los que quieren demostrar que pueden competir. Es algo que siempre nombre Himar Ojeda cuando se le pregunta cómo elige los fichajes.