domingo, septiembre 30, 2012

Debut con victoria del Granca, cinco años después


La vuelta del baloncesto al Centro Insular de los Deportes trajo el primer arranque victorioso en el último lustro para el Gran Canaria, que derrotó al Bilbao (65-59) en un encuentro típico de inicios de temporada por su falta de fluidez y por el decaimiento físico y de acierto.

El Herbalife Gran Canaria apuntó cosas buenas contra un rival de bastante nivel, pero le faltó continuidad para que fuera una jornada redonda. La victoria llegó porque tuvo mucho más oficio y acierto en los momentos decisivos, para darle la vuelta al marcador justo cuando el Bilbao se puso por delante después de ir todo el partido ganando. Ese acierto vino más por el talento individual que por el juego colectivo, como es propio de esta época de temporada. Pero supone un paso enorme respecto a la pasada temporada, donde ese talento no asomó prácticamente nunca.

Me gustó el ataque amarillo, especialmente en el primer tiempo, por la variedad de armas ofensivas, el juego sin balón y la versatilidad de varios jugadores. No ofreció tan buenas sensaciones la defensa, con algunos apuros en los 1x1 y bastantes canastas fáciles permitidas.


Apuntes tácticos
Con los dos equipos en defensa individual los 40 minutos, las variaciones tácticas más relevantes fueron las presiones a toda la cancha de ambos equipos. El Gran Canaria la empleó en varios momentos, casi siempre con Tomás Bellas en cancha, y practicó -con poco acierto- los 2x1 contra el jugador que lleva el balón al cruzar la media cancha. El Bilbao sólo presionó a toda cancha al final del encuentro, cuando el marcador lo obligó, y el Gran Canaria agradeció que esperara tanto tiempo, porque tuvo problemas para pasarla.

Otro aspecto interesante fue el duelo de Mumbrú con los aleros locales. El catalán hizo daño jugando el poste en el último cuarto y ni Beirán ni Newley pudieron pararlo. Tal fue así que Pedro Martínez, en unos de los últimos tiempos muertos, mandó al otro alero, tras preguntar quién defendía a Roger Grimau, a hacer ayudas. Le tocó a Toolson y salió bien, porque Grimau se vio forzado a tirar, con malos resultados.


La remodelación del Bilbao
Existe una corriente bastante numerosa de aficionados bilbaínos que habla de cómo echará de menos el Gescrap Bizkaia Bilbao Basket a Aaron Jackson y a Banic esta temporada. Sin embargo, echando un vistazo rápido a los números del año pasado, es fácil apreciar que al equipo le iba mucho mejor con Raúl López (+60 en la estadística más/menos) que con el norteamericano (sólo +16, cuando el equipo registra un +21). Banic tiene números todavía peores (+13).

A quien sí echarán de menos es a D'Or Fisher, porque un cinco de esas características no se encuentra fácilmente. Rakovic, que estuvo muy mal, mejorará, sobre todo en defensa, pero ni es tan contundente cerca del aro ni tiene el tiro de 4 metros que tiene el ex madridista. Hamilton dejó ver algunos detalles en los dos lados de la cancha, pero todavía le falta para estar en forma y acostumbrarse al ritmo y exigencia de la ACB.

Quizá lo que menos me gustó fue Katsikaris, tanto en sus decisiones a la hora de rotar a sus jugadores como en la rueda de prensa posterior al partido: parece ser que ahora es el calor el factor que termina por delimitar la balanza en favor de los locales. Antes era la piscina, que causaba humedad; en otras temporadas eran los viajes largos. El caso es que el balance del Bilbao en la isla es 9 derrotas y 0 victorias.



Lo mejor

  • El talento individual para ganar partidos. Ver cómo jugó Scheyer el 2x2 para levantarse y anotar un triple cuando el equipo estaba uno abajo fue toda una revelación, tras un partido en el que no había estado especialmente bien. Y al siguiente ataque, Uros Slokar resolvió valientemente un ataque que se estaba complicando con un tiro de 5 metros. Fueron dos acciones de las que vimos muy pocas el año pasado.
  • La capacidad de endurecer la defensa en algunos instantes. Pese a que hubo varios despistes y bastante permisividad en los 1x1 de los exteriores (sobre todo de Scheyer y Toolson), hubo momentos de más actividad y se pudo ver bastante asimilación de los conceptos de defensa de la línea de pase y las ayudas, aunque en algún caso llegaran tarde. Se vio que Slokar puede ser más importante de lo que se esperaba en defensa, porque sus largos brazos llegan muy lejos y es muy alto.   Fue interesante también la ayuda de los aleros en el rebote (Newley atrapó 7 rechaces).
  • La variedad anotadora. Los seis jugadores que disputaron más de 20 minutos anotaron entre 7 y 17 puntos, con bastante versatilidad, además. Toolson demostró que juega muy bien sin balón, que sabe leer la defensa para salir de los bloqueos, y también que es capaz de sumar de dos y de tres; Scheyer dejó ver que es buen pasador y que no abusa del bote; Slokar, que suma de diferentes formas (aunque necesite bastantes tiros para ello) y que pasa bien; y Nelson volvió a constatar que, cuando está en forma, es de los mejores ala-pívots de la competición en ataque.
  • La competitividad del Bilbao. Me encanta la mentalidad que tiene el Bilbao, la dureza mental que lleva exhibiendo los dos últimos años. Los vascos se mantuvieron en el partido pese a ir perdiendo por 10 durante bastante tiempo y consiguieron reducir la diferencia, incluso ponerse por delante, sin tener ningún acierto exterior, a base de defensa y dureza. Desde que funcionen un poco mejor dos de los que se esperaban que fuera amenazas exteriores, Pilepic y Moerman, debería ir hacia arriba.


Lo peor

  • El arbitraje. Poco criterio, muchas faltas tontas, demasiado protagonismo. Es posible que, como dijo Katsikaris, sea un precio a pagar hasta que los equipos se acostumbre al nuevo criterio (que castiga el uso de las manos en la defensa exterior), en el que todos estaban de acuerdo, según el griego. Pero a mí me pareció muy muy flojo.
  • Las pérdidas del balón. Hubo hasta 21 posesiones desperdiciadas, algunas de las cuales dieron vida al Bilbao al final. Aunque es normal que ocurra a estas alturas de temporada, cuando los jugadores están aún conociéndose y no se ha alcanzado la finura que da el rodaje de los partidos, en algunos momentos me pareció que había falta de tensión competitiva. Ver a Toolson salir driblando hacia la banda en la presión final, sin que nadie le apoyara, fue un ejemplo de lo que digo. También hay que contar con que varios jugadores se enfrentaban a su primer encuentro oficial en ACB (Toolson y Scheyer) y que, igual que ocurrió con English y Carroll, mejorarán.
  • El bajón en el final del tercer cuarto y principios del último. Uno de los males endémicos del Granca es su capacidad para irse de los partidos, para dejar de sumar y permitir que los problemas en ataque afecten a la concentración defensiva. Empezó con Prestes y Guerra en cancha, no lo arregló Bellas -que estuvo bastante mal, habrá que ver si es capaz de sumar como al final del año pasado teniendo un papel secundario- y sólo terminó cuando volvieron Scheyer y Nelson.


Una tentación a la que se suele sucumbir cuando se habla de deporte es la de establecer predicciones sin contar con datos suficientes. Tras una jornada de competición, todavía falta mucho para saber si lo visto hoy va a ser la tónica durante la temporada o la excepción. Así que, de momento, lo único que vale es la victoria ante un rival de los que tienen presupuesto alto y plantilla de renombre. Es un buen comienzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen analisis del partido. Me quedo con la polivalencia de Scheyer y la actitud defensiva de Nelson.
Saludos
P. A.