Una buena noticia es que el Gran Canaria, salvo algún rato, demuestra solidez. La defensa es intensa la mayor parte del partido y el ataque tiene a un gran referente interior, Sitapha Savané, que vuelve a estar a un gan nivel, muy por encima de cualquier encuentro de la pasada campaña. Eso se complementa con buenas actuaciones de Norris, aciertos concretos de Guerra, Moran y English desde el perímetro y el inesperado apoyo ofensivo de Chris Massie.
La igualdad del partido duró dos cuartos, hasta que el Gran Canaria se concentró en ataque y se esforzó en defensa. El inicio fue titubeante, especialmente en el apartado ofensivo, y aunque el marcador era 36-33 en el descanso, todo parecía indicar que los amarillos resolverían en cuanto se pusieran las pilas, como así fue. Seis minutos espléndidos de Norris y Savané y el acierto exterior de Guerra destrozaron al León, impotente toda la noche y pésimo en el tiro (3/18 en triples, uno de ellos de Carles Marco desde 9 metros en carrera sobre la bocina del primer cuarto).
El devenir del encuentro quita el interés de casi cualquier aspecto táctico. El León recurrió a una defensa zonal presionante, con constantes 2x1 en las esquinas, pero sólo durante tres ataques. También practicó una 2-3 clásica que abandonó rápidamente. Al Gran Canaria sólo le varió el ritmo ésta última en los dos últimos minutos del tercer cuarto. El último periodo no tuvo historia.
Lo mejor
- La seriedad defensiva del Gran Canaria. El León anotó 13 puntos en el segundo cuarto y 10 en el tercero. Mención especial para los bases, especialmente Marcus Norris, intensísimo todo el encuentro.
- El punto de forma de Savané. Vuelve a ser, como hace dos temporadas, un referente ofensivo de primer orden, con gran variedad de recursos: tiro a la media vuelta, penetraciones, tiro de 3 metros, culminación de 2x2. Lleva una media de 16 puntos por encuentro con un 60% en tiros de campo. En defensa sigue intenso como siempre, aunque a veces pague su escasez de altura en el rebote y en los 1x1 interiores, donde el Gran Canaria sigue renunciando a ayudas prolongadas.
- La confianza en sí mismo del equipo y la aportación de Norris. Hizo una primera parte para olvidar, a pesar de ir ganando, pero se repuso con una excelente actitud, gracias en gran medida al paso adelante que dio el base estadounidense en ataque en el tercer periodo.
- Sin lugar a dudas, el nivel mostrado por el Grupo Begar León. Sin tiro exterior, como he comentado, con pívots poco eficaces y una defensa muy discontinua, intensa sólo a rachas. Tras el vendaval del tercer cuarto, siguieron jugando igual que al principio del partido. No vi ni un grito ni en el banquillo -Aranzana sólo demostró impotencia- ni de los jugadores en cancha. Me recordó al Etosa que consumó descenso aquí el año pasado. ¿Será por la cantidad de americanos (5 estadounidenses y un argentino) y su falta de compromiso?
- La manera de dejarse llevar que tuvo el Gran Canaria en el primer tiempo. Si hubiera sido un rival más duro, el León podría haber puesto las cosas mucho más difíciles.
- La incosistencia de los aleros suplentes. English falló los dos primeros triples y luego intentó anotar por todos los medios sacrificando la circulación de balón. Perdió cuatro balones y se llevó un tapón. Eso sí, me gustó que no se escondió, siguió tirando sus triples (hizo 3/10), algo obligado para un anotador. Sergio Pérez hizo lo contrario: falló un triple y no tiró más, salvo una buena canasta de 5 metros. Tras una buena pretemporada, su inicio de luiga ha sido igual de gris que el año pasado.
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