La primera victoria a domicilio de la temporada del Gran Canaria, ante el Cajasol (89-98), se hizo esperar hasta la jornada 21 y sirvió para acercar al equipo insular a los puestos de play-off y, al mismo tiempo, poner un poco de distancia frente al resto de perseguidores en la clasificación.
Como en otras ocasiones cuando juega fuera de casa, el equipo de Maldonado no defendió bien, especialmente en la línea exterior. Así, el Cajasol anotó 15 de 25 triples (60%), pero, en cambio, no pudo aprovechar su superioridad de altura para anotar de cerca (16/45 de dos, 36%). En lo que sí mejoró fue en el acierto en el tiro y el ritmo anotador; de hecho, los 98 puntos son la mayor anotación de la temporada en la ACB para el Gran Canaria. También inusitado fue el porcentaje en triples, 9/18, un 50%.
La aportación anotadora se basó en los jugadores exteriores: Marcus Norris (20 puntos), Carl English (18), Roberto Guerra (12), bien apoyados por Nick Canner-Medley y Sitapha Savané (13 cada uno). Por el lado sevillano, Ignierski sobresalió, con 25 puntos, 5/5 en triples y 5 rebotes. El acierto de todos ellos se notó en el reparto de minutos: por primera vez en mucho tiempo, Norris jugó más de 32 minutos y Mario Bruno Fernández no llegó a los ocho minutos; también Savané estuvo más de 30 minutos en cancha.
Los próximos partidos son vitales para saber si el Gran Canaria va a estar en disposición de jugar los play-off esta temporada. Primero, el próximo domingo, ante el Pamesa; luego frente al Murcia a domicilio; después recibe al Granada, viaja a Manresa y a Fuenlabrada y recibe al Valladolid. Todos equipos en la misma lucha y posición que los amarillos, por lo que se antoja imprescindible seguir ganando fuera de casa. Se dice mucho que lo más difícil es conseguir la primera victoria y que una vez lograda, la ansiedad se va. Esperemos que sea cierto.
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