Vaya por delante que del baloncesto femenino sigo poco más que la competición de base y, muy por encima, lo que hace el CB Islas Canarias en categoría estatal. Pero nunca veo partidos en vivo, sólo los que emitan en la tele -así que sigo más a la Selección Española, por ejemplo. Por ello, no me extenderé tanto como en la categoría masculina.
Dicho esto, creo que revalidar el título era un objetivo más o menos claro para el Islas Canarias, ya que cuenta con dos integrantes importantes dentro del equipo que el año pasado arrasó en el torneo, Farah Suárez y Yurena Díaz. Ambas han tenido oportunidades con el primer equipo esta temporada -pocas Suárez, algunas más Díaz, a pesar de que es todavía su primer año junior- y sumado al grupo que conquistó el título en categoría cadete la temporada pasada, ha vuelto a imponerse con claridad pasmosa a todas sus rivales. El 30-110 de semifinales contra el Ros Casares y el 59-92 de la final frente a Platges de Mataró son esclarecedores.
La superioridad interior, con Farah Suárez, Astou Ndour y Bineta Ndoye, ha sido imposible de superar por sus rivales, sumado a la velocidad y experiencia de Yurena Díaz, un ejemplo de precocidad, y Leticia Romero, cuya espectacular actuación es más sorprendente si cabe al tener en cuenta que es todavía cadete de primer año (es decir, hasta tres años más joven que muchas de sus rivales).
Si en el caso del Gran Canaria masculino los jugadores tienen muy difícil llegar a competiciones de ámbito estatal sobre todo por el salto físico que supone, en la categoría femenina los condicionante son otros. La falta de patrocinadores y la crisis perenne en que vive la máxima competición española, junto a la dificultad de combinar deporte y estudios (que hizo marchar a Estados Unidos a Leonor Rodríguez, máximo exponente de la cantera reciente grancanaria) son quizá más graves en la modalidad femenina. Todavía desconozco por qué Vanessa Ble no siguió en el equipo y sé que Patricia Cabrera -los tres vértices de los dos triunfos anteriores en categoría junior- se marchó a Burgos en busca de más oportunidades.
En cualquier caso, a priori parece que el club dirigido por Domingo Díaz se encuentra en disposición de repetir el extraordinario éxito del año pasado, cuando logró los campeonatos de España junior, cadete e infantil.
1 comentario:
y así con todo, talento a raudales para nada. que suerte vivir aquí!
Felicidades a todos/as
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