Rey es un pívot joven, grande y fuerte, que ha pasado los dos últimos años en el Cajasol de Sevilla cedido por el Barcelona. Formado en los equipos de base del conjunto culé, era un pívot prometedor desde muy joven -creo que medía alrededor de 2,06 desde los 16 años- y tenía buenas actuaciones en LEB Plata con 18 años. Cuando subió de categorías (primero a la LEB, con el Cantabria; después a la ACB con el Manresa) tuvo menos minutos. Recuerdo haber leído, no sé si en Gigantes del Basket, que Ivanovic lo sentenció para la primera plantilla porque se quedó dormido en una sesión de vídeo. Aun así, el Barcelona, quizá preocupado por que no se repitiera el caso de Marc Gasol, intentó mantenerlo en su plantilla, pero al final lo dejó marchar ante el interés del Cajasol.
Pedro Martínez, que gusta de trabajar con pívots jóvenes, le dio confianza y se ganó la renovación, pero ante la marcha del técnico y la llegada de Joan Plaza, volvió a ser menos importante. A grandes rasgos, mirando sus estadísticas es fácil apreciar que en la mitad de partidos, el año anterior jugó los mismos minutos, anotó un poco más y capturó algunos rebotes más.
Profundizando un poco en su rendimiento por minuto, he construido una tabla (aunque todos los datos no los he calculado yo) que refleja claramente la diferencia entre ambas temporadas:
Temporada | OER | Val./ Min. | Min. / Faltas | Min. /Asist. | Reb. / Min. |
---|---|---|---|---|---|
2009-2010 | 0,97 | 0,32 | 7,13 | 55,6 | 0,216 |
2008-2009 | 1,35 | 0,49 | 8,88 | 36,625 | 0,225 |
Con estos datos se observa que su rendimiento reboteador parece bastante estable -y sin Augustine y McDonald debe ser una de sus funciones primordiales-, siempre algo por encima de la media de los pívots en cada temporada (que fue 0,204 la última temporada y 0,211 en la anterior). En lo que ha estado mucho peor es en la eficacia ofensiva y en el pase (cosa extraña, jugando siempre con ala-pívots tiradores como ocurrió este año). Su valoración por minuto disminuyó justo un tercio, que es una barbaridad de un año a otro.
El que se va
El caso de McDonald ya lo traté bastante la temporada. Sinceramente, no creo que su problema haya sido su falta de actitud. Y que conste que no digo que su actitud sea buena, sólo que su rendimiento podría haber sido bueno con esa misma actitud, sea la que sea. Pero creo que la ansiedad de anotar -siempre mucho más importante para él que defender-, la necesidad de saberse importante e intentar demostrarlo y el hecho de ver que Savané y Augustine siempre estaban por delante le han podido. En suma, no creo que sea su actitud, sino su falta de dureza mental, la qu ele ha llevado a perder la confianza de Pedro Martínez.
Desde luego, pocas veces vamos a ver en la isla a un jugador con tantos recursos técnicos y capacidad física como McDonald. En cualquier caso, también está la cuestión económica, que analiza Armando Ojeda en su blog, El canastón, y que, en épocas como ésta, no hay que desdeñar.
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