domingo, diciembre 04, 2011

El Barcelona gana cómodamente a un insulso Gran Canaria

El Barcelona venció con facilidad a un flojo, en juego y en espíritu, Gran Canaria (65-49). La diferencia no refleja la sensación de inferioridad visitante ni su escasa capacidad de competir, limitada a los primeros 16 minutos de encuentro.

Lo peor que se puede decir del partido y del Gran Canaria es que todo fue tal como se esperaba, que el último cuarto tuvo poca historia y que en los últimos 10 minutos, la mayoría de la expedición amarilla parecía pensar más en Turquía -próximo destino en la Eurocopa- que en el Palau Blaugrana.

Que la defensa culé es de las mejores de Europa es algo evidente. Que el ataque amarillo es, ahora mismo, de los peores de la ACB, tampoco es ningún secreto (ahora mismo no alcanza los 65 puntos de promedio). Así que los 49 puntos del Gran Canaria -igualando la peor marca anotadora de la temporada en la ACB- no son una sorpresa. Pero la manera de conseguirlos, con un 29% en tiros de dos, nula circulación de balón (5 asistencias únicamente) y escasa agresividad (5 tiros libres en todo el partido, sólo 2 encestados) es, para mí, decepcionante.

El fin del partido, en el minuto 16 y medio
Uno de los problemas que muestra el Gran Canaria en ataque con frecuencia es la incapacidad para reconocer las ventajas, los desequilibrios, o la dificultad para aprovecharlas.

En el momento en que Nelson sí supo sacar partido de su ventaja atacando a Lorbek con una penetración desde la línea de tres y puso al Gran Canaria a 5 puntos (27-22), Xavi Pascual se puso serio, pidió tiempo muerto y dio un empujón anímico a los suyos para dejar el encuentro sin más historia. Desde ese tiempo muerto hasta el final del tercer cuarto, el parcial fue de 27-14 en casi 14 minutos y resultó definitivo.

Aspectos tácticos
Según me decía un amigo, el comentarista de Televisión Canaria dijo que el Gran Canaria era ahora mismo el equipo con más recursos tácticos defensivos de la ACB. Hoy, sólo en la primera parte, ya habíamos visto dos tipos de zona (la 1-3-1 y la 2-3), la presión defensiva a toda cancha con 2x1 contra el base rival. Además, por supuesto de la defensa individual de ayudas y tapando líneas de pase habitual.

Todo ese arsenal táctico, empero, no basta para frenar a talentos como el de Marcelinhos Huertas, como el de Navarro (pese a que fue uno de sus días malos) o de Mickael, incluso aunque lo mostraran a ratos, lo justo para ganar. Pero la zona 1-3-1 evitó que el Barcelona jugara a placer el último cuarto, y quizá que la ventaja creciera hasta los 30 en lugar de quedarse en los 16 puntos finales.

Otro aspecto destacable fue el emparejamiento de los aleros con Pete Mickael, el prototipo de alero capaz de jugar al poste, pero con el que Beirán estuvo mucho más firme que de costumbre.

Como no hubo mucha más historia, ni siquiera merece la pena comentar sobre el rival, que jugó con el piloto automático gran parte del encuentro. Eso sí, algunas de las perlas que dejó Víctor Sada sirvieron para iluminar la mañana y compararlo con los jugadores que se marcharon a la NBA esta jornada.

Lo peor

  • El ataque, mirado de forma global. Un 29% en tiros de campo, 8 tapones en contra (y ninguno a favor), anotación entre 11 y 13 puntos en todos los cuartos...un despropósito, incluso aunque estuviera enfrente la temible defensa azulgrana. La falta de agresividad en ataque fue palmaria: sólo 5 tiros libres lanzados, todos en el último cuarto. Es decir, tres cuartos, más de 30 minutos, sin forzar falta en una penetración o en una acción de tiro en el poste bajo.
  • El movimiento de balón, inexistente. Creo haber escuchado el año pasado una afirmación de Pedro Martínez aludiendo a que el Barcelona era el equipo con mejores bases defensivos, porque rompían el sistema de ataque rival con frecuencia. La muestra es que el Gran Canaria consiguió únicamente 5 asistencias para sus 20 canastas, mientras el Barça sumó 17 para sus 29 canastas.
  • La incapacidad de sacar partido del juego interior. Aunque no fue el peor partido en ese sentido, porque Nelson sumó algunas canastas de mérito posteando y Rey sumó un par de canastas y rebotes de ataque, sólo vimos a Savané tirar a canasta en el segundo tiempo, porque nunca lo buscaron en esa situación. Y todo apunta a que sigue siendo el único pívot capaz de jugar de espaldas con criterio.
  • La falta de intensidad y concentración en el último cuarto. Puede parecer contradictorio, ya que el Barcelona logró sólo 11 puntos en el cuarto periodo, pero mi sensación es que si los locales no se hubieran dejado llevar como lo hicieron y hubiese acertado alguno de los muchos triples que lanzaron cómodamente, la ventaja hubiese crecido en lugar de disminuir. Aparte del desacierto catalán, fue muy importante la zona 1-3-1, que sin ser todo lo activa que era a principios de liga, sirvió para confundir a los de Xavi Pascual. 
  • La irregularidad constante de muchos jugadores. Casi diría que de todo el equipo. Pocos están jugando al nivel esperado de manera consistente; los que una semana están bien a la siguiente naufragan por el partido. Por ahora, la confianza que podían haber dado las victorias y buenas actuaciones en la Eurocopa no se están traduciendo en ninguna mejoría apreciable en la ACB.

Lo mejor

  • La defensa grancanaria del primer tiempo. Muy firme, superada más en acciones individuales que en juego colectivo, con dominio del rebote defensivo y evitando contraataques. Mirado con perspectiva, dejar al Barcelona en 65 puntos en su cancha es un buen indicador, pese a que, como digo, tampoco fuera el día más afortunado, ni en juego ni en acierto, de los locales. Y haciendo muy pocas faltas, además.
  • El reparto colectivo de la anotación. Casi parece cómico decir que es positivo que cinco jugadores anotaran entre 6 y 8 puntos cuando nadie llegó a la decena, pero creo que es bueno que la anotación esté repartida. Por mucho que haya quien crea que es imprescindible tener una figura referente tan preponderante como Carroll.
  • El control del balón. No lo cito únicamente porque fueran sólo 11 pérdidas frente a un equipo con bastante intensidad defensiva, sino porque viene siendo un buen dato del Gran Canaria, de los pocos que se conservan respecto a ese fabuloso sprint final de la temporada pasada.

Lo que viene
Hasta el momento, el Gran Canaria ha jugado con 7 de los 9 primeros equipos de la liga. Esto implica que en lo que queda de primera vuelta se enfrentará a rivales más cercanos a su clasificación actual. Los tres próximos, Obradoiro, Valaldolid y Lagun Aro, serán cruciales. 

Y me los perderé todos, porque ninguna televisión se digna a emitirlo.

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