El debut en la competición oficial del Gran Canaria EBA se saldó con una clara derrota frente al Canoe madrileño (81-61), lastrado por el mal inicio en el primer cuarto y el cansancio en el último periodo tras el esfuerzo para intentar la remontada.
El Canoe se mostró como el equipo serio y experimentado que es (muchos de sus componentes llevan jugando juntos bastante tiempo), con las mismas virtudes que le llevó a terminar tercero la competición el año pasado, muy por encima del filial amarillo.
Además de que, como se ve, el rival no era de los más asequibles, el Granca tuvo que afrontar las bajas de jugadores importantes, como Christian Díaz -que entrena con el UB La Palma para cubrir la baja por lesión de Sebas Arrocha- y Guillermo Jorge, lesionado.
Mirando un poco los números del partido, se nota que la baja de estos dos exteriores pesó demasiado: los de Rafa Arocha se quedaron en un 3/18 en triples (¿cuánto habrá influido la nueva distancia del triple?), Gaby Alonso tuvo que jugar 30 minutos (y al ritmo que intenta implantar el equipo, se hace difícil) y los dos jugadores llevados a cargar con el peso del lanzamiento exterior, Djukovic y Kloos, no tuvieron su día en el tiro (1/4 el serbio; 1/6 el holandés).
Una nota positiva de la estadística es la actuación de Bakary Konate, que a pesar de que tuvo problemas en el tiro (2/9), no sé si por enfrentarse a rivales más duros y experimentados-, dominó el rebote de manera abrumadora, con 16 rechaces en 28 minutos de juego. Y, lo que quizá es más importante, pudo jugar mucho tiempo -y permitir que Samuel Domínguez y Javi González descansaran- por controlar las faltas personales.
La semana que viene, el Gran Canaria recibe a otro rival de los de la zona alta, el Aridane, a partir de las 17.00 horas en el Pabellón de la Vega de San José.
2 comentarios:
"se quedaron en un 3/18 en triples (¿cuánto habrá influido la nueva distancia del triple?)"
La pista de juego en la Liga EBA continua siendo la antigua, a excepción de la linea de saque tras tiempo muerto en los últimos dos minutos del último cuarto, situada ahora a ocho metros y pico de la linea de fondo; no sacándose ya a caballo en medio campo.
Anda, es verdad, no lo sabía. Yo lo daba por seguro, sobre todo porque en verano la cancha de la Vega de San José, donde juega el Gran Canaria EBA, se reformó y se ajustó a la nueva normativa, según indicó el club.
En ese caso, más grave es el porcentaje del Granca. Aunque ya el año pasado hubo algunos partidos así, de muy poco acierto exterior.
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