Sin tele y casi sin poder seguirlo en vivo, sólo apunto algunas cuestiones rápidas tras leer las crónicas y ver las estadísticas:
- Lo que más me gustó de la remontada final del Gran Canaria es que jugó para ganar y que los técnicos principales por un día (con Pedro Martínez convaleciente de su operación de rodilla) pidieron tres tiempos muertos en el último periodo. En la última jugada intentaron el triple para forzar la prórroga y no se conformaron con pensar que una desventaja de un punto era una buena renta.
- Hay que poner la derrota -que es eso, una derrota, evidentemente- en contexto: la semana de los amarillos ha sido infernal, con muchísimos kilómetros recorridos en pocos días, jugando contra plantillas con bastante más nombre y que exigen mucho físicamente. Cómo debe cansar eso que recibir al Barcelona en casa parece un remanso de tranquilidad...
- Un apunte táctico que pareció darse de nuevo y que no creo haber comentado es que la última jugada de un cuarto (creo que fue al final del segundo, pero no estoy seguro) se la juegue Spencer Nelson. Su velocidad para enfrentarse a otros interiores, su capacidad para penetrar con bote y su buena visión de juego parece haber convencido al cuerpo técnico amarillo para darle el balón en las última posesión.
- Yo no creo que la plantilla del Unics Kazan sea para tanto como se ha dicho, la verdad, y menos si le falta, como sucedió hoy, Marko Popovic, probablemente su jugador de más recorrido a alto nivel. No creo que sea una plantilla más fuerte que la del Bilbao o Cajasol -quiero decir, con Calloway sano-, sin ir más lejos.
- De nuevo, la cantidad de tiros libres que lanzó el Gran Canaria fue bajísima (sólo 4), en parte porque forzó sólo 14 faltas. Dejando de lado cuestiones arbitrales (sobre todo sin ver el partido), los de Kazan fueron 15 veces a la línea forzando 20 faltas, lo que denota mayor agresividad en ataque. En un partido apretado como este, tener la oportunidad de sumar desde la línea es crucial. Especialmente si tienes un 35,7% en tiros de dos, como le ocurrió al Gran Canaria.
- En parte, supongo que el número de tiros libres tiene que ver con el poco año que al parecer hicieron los pívots amarillos en la zona rival. Aunque tiraron bastante, los cuatro pívots insulares anotaron sólo 9 canastas. El desequilibrio anotador parece claro mirando la estadística, con Carroll yéndose a los 22 puntos y 19 tiros de campo y sin ningún otro jugador alcanzando la decena.
- Cajasol y Estudiantes sufrieron para ganar a dos de los rivales amarillos de la pasada edición, Panellinios (y eso que a los griegos se les marcharon sus tres mejores hombres) y Nymburk (donde el ex del Granca Tree Simmons está rayando a buen nivel, según parece). Los dos equipos ACB están sufriendo más que los insulares en la Eurocopa y ninguno tuvo siquiera opciones de entrar en la Copa del Rey. No por frecuente deja de ser necesario reconocer el mérito del Gran Canaria, que consigue lo que no consigue ningún otro equipo con sus recursos.
Aunque deje más sensaciones positivas que negativas, la derrota obliga a asegurarse la victoria en los partidos de la Eurocopa que se jueguen en el CID. Vamos a ver si este año el Gran Canaria, después de alcanzar la Copa, llega a otra fase final eliminatoria, por si alguno no podemos estar en Madrid en febrero.
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