sábado, febrero 16, 2013

Óscar Quintana, el equilibrista en el alambre

Igual que los entrenadores muchas veces etiquetan a los jugadores como especialistas, por su capacidad para la defensa o al juego al poste, los directivos establecen también sus propias categorías para los entrenadores. A Óscar Quintana, muchos de esos directivos parecen considerarle un especialista en salvar equipos del descenso y mantenerlos en la ACB.

La hoja de servicios de Quintana refleja un patrón muy claro. Casi siempre ha dirigido a equipos construidos para la permanencia; en algunos casos (Murcia, Manresa) llegó con la temporada empezada y cumplió el objetivo de evitar el descenso. En otras ocasiones, le tocó intentar alcanzar la ACB desde la LEB, como ocurrió con ‘su’ Fuenlabrada y –con peor suerte- en Zaragoza. También pasó por la trituradora de entrenadores que era el Club Baloncesto Sevilla en los primeros años del siglo XXI.

Sólo una vez, con el Fuenlabrada en la temporada 2003/2004, fracasó en su objetivo de dejar a su club en la máxima competición estatal. En todas las demás ocasiones en que ha terminado la temporada, cumplió lo encomendado.

Aunque sus méritos como ‘salvador’ hayan seguido creciendo en Alicante, Quintana siempre será el entrenador que ascendió al Fuenlabrada. Acompañado por su hermano José, entonces alcalde de la localidad madrileña y hoy presidente del club, puso en el mapa baloncestístico a un club de creación relativamente reciente (año 1983) llevándolo desde EBA a la ACB y coronando sus éxitos con la clasificación para disputar competición europea. Así se ganó un nombre y una reputación, que luego ha continuado labrando allá donde le han requerido, normalmente en situaciones de urgencia.

Esa situación le llevó a Murcia la temporada pasada, tras la marcha de Luis Guil. Tomó las riendas del equipo cuando era penúltimo, estuvo siempre con urgencias mirando hacia abajo y acabó salvándose en la última jornada, haciendo equilibrios sobre el alambre. Ganó a Estudiantes a domicilio, en un partido al todo o nada, con el ambiente y el peso de la historia en contra.

Este año, con una plantilla de cierto riesgo, con varios jóvenes, algún recién ascendido desde la LEB y tres extranjeros poco conocidos, el equipo pimentonero está más cerca del play-off que del descenso. De seguir así, quizá Quintana pueda quitar el ojo del alambre por una vez.

Sigo colaborando con 1Arriba, la revista que se reparte en el CID los días de partido. Se puede seguir su perfil en Facebbok y Twitter.

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