martes, febrero 12, 2013

Un día de emociones sueltas y otro de impotencia y orgullo


Al principio no lo entendía. Balbuceaba de modo raro, con voz entrecortada y un tono más alto de lo normal. Al momento me di cuenta: estaba llorando. Mi amigo estaba llorando. Era la primera vez que lo escuchaba llorar por teléfono.

El Gran Canaria había ganado, iba a disputar las semifinales de la Copa del Rey por primera vez y mi amigo no podía controlar la emoción y la alegría.

A 2.000 kilómetros de distancia, tras presenciar la hazaña en directo, una decena de seguidores se abrazaba, emocionados también. Estaban trabajando, les esperaba una noche larga por delante, pero por un momento dieron rienda suelta al jolgorio, a la ilusión y el alivio de dejar atrás la maldición de cuartos. Algunos habían visto todas y cada una de las eliminatorias anteriores, habían contado siete veces una historia triste, sazonada con un punto de rabia en ocasiones, otras solo con decepción.

Unos metros más arriba de ellos, unas 600 personas bailaban, festejaban, cantaban y jaleaban a los héroes, a los protagonistas de la hazaña. También les esperaba una noche larga, pero por otros motivos.

Abajo, en el vestuario, 13 personas que habían dejado atrás el peso de la historia se permitían un rato de júbilo. Saludaban a la felicidad y el orgullo del trabajo bien hecho. Duró poco, porque tenían otra batalla cercana.

Y algo más allá, otras tres personas empezaban a idear el desvelo de esa misma noche para preparar lo que se avecinaba. Duró mucho, porque a la mañana siguiente tenía que estar todo analizado y preparado.

Al día siguiente no hubo escenas de emoción, no hubo lágrimas, sólo impotencia y cánticos de orgullo. Mi amigo, los periodistas grancanarios en Vitoria, los seguidores desplazados al Buesa Arena, los jugadores y los entrenadores dejaron atrás la Copa del Rey con la cabeza bien alta y un pensamiento común: “El año que viene…”

Este texto, que sirve como epílogo a la Copa del Rey 2013 desde el punto de vista de un aficionado del Granca, se publicará en la próxima revista 1Arriba, que se distribuye en el CID los días de partido.

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