sábado, febrero 16, 2013

Berni Rodríguez: epílogo rojo a una vida de verde


Si a Bernardo Rodríguez Arias le hubiesen dicho hace 12 meses que iba a acabar saliendo de Málaga para jugar en un equipo cuya principal ambición es la permanencia en la ACB, probablemente no lo hubiese creído. Su relación con el club de Los Guindos parecía idílica: había vestido el color verde de Unicaja desde los 8 años, fue el único representante de la cantera en el primer equipo durante mucho tiempo y su capitán durante sus últimas temporadas. Pero tras la enésima temporada por debajo del nivel esperado, el Unicaja decidió establecer nuevas prioridades y cortar cualquier atisbo de romanticismo en su relación con Berni. El signo de los tiempos, quizá, o el habitual desgaste que provoca una relación tan larga (25 años, 13 de ellos en la élite).

Llegado el verano, Berni buscó otro lugar donde fuera más valorado. Se encontró con que el UCAM Murcia iba a componer una plantilla con un juego exterior joven en la que podría aportar su experiencia y espíritu colectivo. De momento, su colaboración es inestimable para estar a dos victorias de los play-off y cinco por encima del descenso.

Como integrante de la generación del 80 que asomó durante bastante tiempo por el combinado nacional, y como parte fundamental de aquel Unicaja de Scariolo y Garbajosa, Berni Rodríguez ha ganado casi todo lo que se puede ganar en el baloncesto de clubes y de selecciones. Su juego, tapado muchas veces por estrellas de más talento ofensivo, es una suma de cualidades que siempre buscan el beneficio colectivo antes que el lucimiento personal.

Berni nunca ha querido ser lo que no le correspondía. Nunca fue Navarro ni Marcus Brown; siempre entendió que debía ganarse su puesto haciendo aquello que necesitaba el equipo, ya fuera dirigir el ataque, defender a la estrella contraria o incluso animar a sus compañeros desde el banquillo sin un mal gesto. En sus apariciones con la Selección Española y en todos sus años del Unicaja, Berni se esforzó en convertirse en el jugador que todo entrenador quiere tener a sus órdenes y que toda afición elogia por su entrega.

Ahora, en Murcia, su papel es algo distinto. Asume mucho más protagonismo ofensivo -su media anotadora es la más alta de su carrera-, se apropia de los tiros decisivos y da ejemplo con su esfuerzo defensivo.

El domingo 2 de diciembre, Berni jugó por primera vez como visitante en el Martín Carpena. La ovación fue larga y el público coreó su nombre. De seguir la línea que lleva, si algún día vuelve a Murcia con otra camiseta, el público lo recibirá igual, aunque no haya tanta historia detrás.

No hay comentarios: