jueves, octubre 09, 2008

Estreno con derrota del Gran Canaria en un pésimo partido

Estreno desacertadísimo del Gran Canaria en la liga ACB con derrota ante un CAI Zaragoza (68-76) que con muy poquito se llevó su primer triunfo en la temporada. No recuerdo un partido tan malo recientemente, con tan poco juego y acierto en ambos equipos. Parecía otro encuentro más de pretemporada, que quizá sea lo que faltó al Gran Canaria en este último mes para llegar con el equipo más conjuntado.

Es normal que un equipo con media plantilla nueva no juegue de forma brillante, especialmente si disputa pocos partidos. También es admisible que haya descoordinación, pérdidas de balón, atascos ofensivos, malas decisiones. Pero el Gran Canaria de antaño solía ganar estos partidos por oficio y por garra, mientras que el equipo que jugó contra el CAI no demostró ninguna de estas cualidades. Esto lo notó incluso el público, que mediado el último cuarto y cuando la remontada todavía parecía factible andaba murmullando y se despidió con tímidos silbidos al equipo local, frío y desapasionado toda la noche.

Para resumirlo, en ataque sólo existió English, con algunos chispazos de Freeland, y en defensa, un par de lapsus individuales y varias rotaciones colectivas fallidas fueron suficientes para que los de Curro Segura cogieran ventaja y la administraran. Durante todo el partido tuve la sensación de que el Gran Canaria era superior y que jugando un poco mejor ganaría; incluso cuando a cinco minutos los maños tenían seis puntos de ventaja, 51-57. Pero desde ese momento, en el que Norris reemplazó a Mario (y poco después, English saltó a la cancha), si mi memoria no me falla, el CAI endosó un parcial de 4-14 para dejar el marcador 55-71, a unos tres minutos del final. En esa racha, Quinteros, muy bien defendido todo el partido, cobró vida y Guerra aportó un par de penetraciones certeras, aprovechando que lo defendía English.

Pocos apuntes tácticos se pueden rescatar de un partido tan pobre. Lo que más me llamó la atención fue que el Gran Canaria, en esos instantes finales, no hizo ni una presión a toda cancha, aunque puede estar causado por el bajón físico al que aludió Maldonado en la rueda de prensa tras el choque. El CAI sí intentó variar el ritmo con una defensa 2-3 mucho menos agresiva que en la Supercopa.

No me gusta sacar muchas conclusiones de un solo partido -aunque parezca mentira-, especialmente si son muy malos, y menos a principio de liga. Pero a tenor de lo visto, el equipo sigue jugando mucho mejor en ataque con Norris que con Mario; el papel de English como faro para iluminar el ataque se va a acentuar y la única presencia interior que se atisba es la de Freeland, al que aún le falta cabeza para ser importante en la ACB. Creo que me cansaré de repetir que para un conjunto como el isleño, si no hay contraataques o no se finalizan convenientemente, como ocurrió frente a los maños, anotar costará mucho. En cualquier caso, faltan algunos partidos para ver si este es el nivel real del Gran Canaria o aún está en el camino; si el balance entre la falta de oficio y la energía que conlleva la juventud inyectada en la plantilla se decantará hacia un lado u otro.

Lo peor
  1. Descoordinación, desacierto y desidia. El prefijo "des" se ajusta perfectamente a la actuación del Gran Canaria.
  2. La nula aportación ofensiva de los dos interiores titulares. Savané y Augustine deberían llevar el peso anotador por dentro, pero ninguno fue capaz de asumir responsabilidades. Especialmente destacable fue el caso del norteamericano, que había sido la sorpresa anotadora de la pretemporada pero que contra el CAI sólo se jugó un tiro, si no me equivoco, al final del partido, con todo sentenciado.
  3. La sensación de impotencia con algunos quintetos en pista. Cuando jugaron al mismo tiempo Mario Fernández, Moran, Sanders, Kickert y Savané, que uno creara su propio tiro o que el movimiento de balón fuera fluido para llegar a una posición clara fue imposible.
  4. La dirección de Maldonado, incapaz de dar un golpe de efecto en ningún momento, sin saber combinar a sus efectivos. En su defensa hay que añadir que Fisher no estuvo disponible y faltó un cuarto alero. Para ahondar en su culpa, el punto anterior es, en gran medida, responsabilidad suya.
  5. El nivel del CAI, muy flojo. Ganó, pero más por demérito local que por buen juego. Después de ilusionar en la Supercopa, con dos grandes partidos, el estreno ante Pamesa y el partido contra el Gran Canaria me hace sospechar que van a tener problemas de seguir en esa línea.
Lo mejor
  1. Joel Freeland. Lo he criticado tantas veces en el pasado, que me parece de justicia ponerlo en primer lugar. Fue de los pocos con arrestos para jugarse los balonces en ataque, y en los tres primeros 1x1 estuvo mal, sobre todo por falta de cabeza. Contra Starosta, que tiene siete centrímetros y algunos kilos de ventaja, se jugó dos tiros tras postear de espaldas, cuando enfrentándose de cara o en velocidad deberían haber sido sus armas. En ambas se llevó un tapón; y en otra perdió el balón por su lentitud al recibir una ayuda. Pero luego se resarció, puso ganas, completó un alley-oop (de hecho, debería haberlo buscado más, aunque eso es achacable al resto del equipo más que a él) y fue, junto a Moncasi el artífice de que la diferencia final se quedara en ocho puntos y no en los 16 que se registraba minutos antes.
  2. La defensa durante buena parte del encuentro. Salvo alguna racha en la que posiblemente pesó el cansancio, el Gran Canaria defendió bien. Amarró a Quinteros, principal baluarte ofensivo maño; Starosta no hizo el estropicio que me temía, la aparición de Lescano y Guerra estuvo dentro de los párametros normales y Lewis estuvo muy bien defendido por Augustine...hasta el último cuarto, en el que encadenó dos triples que ayudaron a sentenciar. Quizá faltó alguna presión en todo el campo, como dije antes, pero esas defensas son difíciles de afinar a estas alturas de temporada.
  3. El acierto de English. Sigue botando en exceso, asumiendo malas decisiones y en defensa es muy muy blandito; también continúa con su costumbre de empezar los partidos mejor de lo que los acaba. Pero sin él, o con otro jugador menos fiable, el Gran Canaria no vería aro de ningún modo. Falta que consiga un poco más de coordinación con los pívots nuevos para que, de cuando en cuando, sea capaz de asistirles cuando penetra hacia canasta.
Un año más, el ritmo inicial de la temporada es vertiginoso. El Gran Canaria juego el domingo 12 en Fuenlabrada y luego el martes 14 en el CID de nuevo, contra el Barcelona. Esperemos que esto le sirva para ponerse a tono con rapidez.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece destacable el nerviosismo de la grada. Hay mucha presion sobre algunos juagadores, sobre todo contra Mario. English tambien desquicia un poco a algunos aficionados cuando en realidad es el unico que tira del carro. Veremos que pasa, y a la aficion que no transmita tanta ansiedad a los juagadores.

ruymanfm dijo...

A mí sobre todo me sorprende que ocurra en el primer partido de liga. Deberíamos alegrarnos de jugar la ACB y animar al equipo más aunque vaya perdiendo. Aunque también es cierto que el equipo transmitía pocas sensaciones y que el público se contagia de eso.

Anónimo dijo...

Coincido plenamente contigo en el análisis. Pero en alguna cosita puedo puntualizar.

- El público está con el "pie echado" con el equipo técnico. Y con razón, por varios motivos:
a) Maldonado, erre que erre, pivota su juego en mucha defensa, contraataque y si no, pues a English o a Savané. NO HAY MÁS ALTERNATIVA. Y eso se ENTRENA. Los mensajes a la plantilla es clara y los demás jugadores en ataque son meras figuras decorativas y en el partido contra el CAI casi ni eso. ¡No había ni casi bloqueos! DESIDIA TOTAL. Culpable el equipo técnico.

- El equipo técnico no TRANSMITE ilusión, ni garra ni nada de nada. No hay más que ver a Samaniego. Son dos auténticos marmolillos. ¿Alquién recuerda sonreir en el banquillo a alguno de los entrenadores?

- Freeland. Este año o espabila (milagro será que cuando baja y bota el balon no se lo quiten alguna vez)o se queda en un bluf. No tiene cabeza, lo siento. Dices que destacó, pero en los minutos de la basura, cuando Larry Lewis y Quinteros hicieron lo tenían que hacer y CUANDO lo tenían que hacer.
- Mario. El bajón es alarmante. Nos quedamos sin segundo base. Este chico no mejora tirando, no mejora atacar la zona (que no sabe), no mejora el tempo del partido, no mejora el llevar los contraataque...¡suelte la bola carajo! Solo mantiene su peculiar rebote ofensivo (que para eso no está) y algo en defensa pero nunca comparable al primer año.

- Sanders: mano de palo. Gran defensor parece, pero no mete ni en una bañera. ¿Dónde está el tirador suplente? ¡El CAI tiene a 3 tiradores!!
- Moran: defensa. Punto.
- Augustine: cero patatero en ataque, gran defensa.
- English: el mejor y es lógico. Sabe que los compañeros no responden.
- Savané: por favor, Maldonado, ante pivots de 2,15 que se ha demostrado incapaz lógicamente, tenga usted ALTERNATIVAS.
- Kickert....n/s n/c.

En suma, no creo que sea pesimista cuando digo que este año se sufrirá mucho y esperemos no bajar. Y supongo que Maldonado sigue porque no hay perras para pagarle el año de contrato que le queda y ¿tiene otro?...

Tristeza es la palabra por todas las "des" que has dicho en tu comentario. La afición NO SE LO MERECE.

ruymanfm dijo...

Hombre, yo coincido en casi todo, pero creo que no se puede hacer un juicio tan severo con sólo un partido. Como decía en el otro comentario, estamos a principios de liga y no hay que ser tan pesimista; en los seis años anteriores (y en los tres últimos, con Maldonado), el Gran Canaria ha conseguido no pasar apuros a pesar de tener malo arranques en algunas ocasciones. El año pasado, sin ir más lejos.

Anónimo dijo...

Bueno, veamos, el inicio pésimo tan solo fue el año pasado, pero ¿no es cierto que aún con derrotas el equipo transmitía seguridad?
¿no es menos cierto que este año no parece transmitir lo mismo sino todo lo contrario?

¿no es cierto que se vislumbra un equipo MUY limitado y sin capacidad de mejora?

Si bien es cierto que el análisis puede ser severo te puntualizo que dicha severidad es con el equipo técnico, según mi opinión, y por eso la gente está tan caliente. Si esta afición tiene una cosa es que COMPRENDE las posibles limitaciones de los jugadores porque ENTIENDE de esto. Por eso no me parece que los comentarios hagan referencia a la "afición"como transmisora de presión sobre jugadores sino que es sobre el equipo técnico.

Y una última cosa: a los jugadores hay que empezar a exigirles porque son profesionales. Lo de Mario Fernández no tiene explicación, tiene una edad ya que no vale el "paternalismo".