lunes, octubre 04, 2010

De cómo perder por 25 sin dejar de ser optimistas

El Gran Canaria salió apalizado del Palau Blaugrana como estaba previsto (83-58), pero sin las tristes sensaciones del año pasado. La imagen ofrecida no fue buena: nunca se compitió con el Barcelona, hubo multitud de despistes defensivos y algunas de las incorporaciones completaron una actuación individual más bien floja.

Sin embargo, como explicó Pedro Martínez en la rueda de prensa posterior, y quizá por la comparación con la derrota del año pasado, el equipo no se va con la cabeza baja porque aun con la diferencia en torno a los 20 puntos, el Granca siguió jugando de la misma manera, sin bajar los brazos.

Igual que Armando, no creo que se puedan sacar muchas conclusiones. Fue el primer partido de liga, con seis jugadores nuevos, en la cancha más difícil de Europa, contra el campeón de la Euroliga, que además sólo tiene un nuevo jugador (por cierto, viendo el partido era fácil ver de quién se trataba).

Como comentaba en el análisis previo, para competir era indispensable que el Barcelona no estuviera acertado. Pero el Barcelona tardó cinco minutos en fallar un tiro -y además lo arregló anotando en el rebote ofensivo-, hizo 4/5 desde el 6,75 en el primer cuarto, con triples de cuatro jugadores diferentes, y pudo correr con cierta facilidad. Eso le dio para casi resolver el partido en 10 minutos, con lo que el Gran Canaria se tuvo que conformar con capear el temporal y mantener el ánimo para que no ocurriera lo de la temporada pasada.

No me gusta mucho personalizar cuando escribo sobre los partidos, pero ya que para mí era la primera vez que veía jugar al equipo, es normal que me fijara más en los nuevos:
  • Taurean Green estuvo gris, y aunque su valoración fue la peor del equipo (-5), con él en cancha el Gran Canaria sólo perdió por 3 puntos (23-26).
  • Algo parecido puede decirse de Javier Beirán, que mostró cuánto le cuesta echar el balón al suelo pero cuya ayuda en el rebote permitió que con él en la pista, los amarillos sólo cayeran por cuatro (33-37). Bien es cierto, no obstante, que la mayoría de sus minutos se dieron en el último cuarto, cuando la intensidad catalana disminuyó notablemente.
  • Xavi Rey estuvo irregular, algo perdido al principio y mejor con el avance de los minutos. Falló un par de canastas cerca del aro que el Gran Canaria no se podrá permitir en el futuro y tuvo problemas en defensa -no en el 1x1, donde estuvo firme, sino en las ayudas y recuperaciones-, aunque el equipo con él recibió 40 puntos en 23 minutos, mientras que con Savané como cinco cayeron 43 en 17 minutos (pese a que, de nuevo, es conveniente señalar que sus compañeros de pista no eran los mismos).
  • CJ Wallace fue el que más me gustó de los nuevos, sin duda alguna. Mostró variedad de recursos, capacidad para jugar de espaldas -enfrentándose a jugadores más altos y fuertes- y decisión en el plano ofensivo, además de un afán interesante en la lucha por el rebote. Terminó con 10 puntos y 5 rebotes.
  • Mucha peor impresión me dejó Spencer Nelson. No parece que tenga la misma confianza en su tiro que Wallace, no sé hasta qué punto su capacidad física es suficiente para sacar partido en el poste bajo y en defensa me pareció blandito. Sí se ve que tiene cierta predisposición a ir a por el rebote de ataque y parece bastante rápido, pero si el equipo no corre, no sé si será un jugador verdaderamente aprovechable.
  • Michael Bramos estuvo casi inédito, relegado a sustituir al siempre necesario Carroll. Además, se lesionó en el último tiro del partido, lo que supone probablemente la peor noticia del día para el Gran Canaria.
Lo peor
  • La defensa grancanaria, en casi todas sus facetas. Al margen de que el acierto del Barcelona fuera muy alto, el Gran Canaria tuvo numerosos despistes para permitir varias continuaciones de los pívots y penetraciones de los exteriores. Los errores de concentración se notaron sobre todo en los problemas de balance defensivo, con contraataques de los azulgrana muy fáciles incluso después de canasta visitante. Sólo se salva el control del rebote, como comento más adelante. A priori, 83 puntos no parecen tantos, pero observando el número de posesiones de cada equipo, el Barcelona anotó 83 puntos en 75 posesiones (un OER de 1,11 puntos/posesión) y el Gran Canaria, 58 en 82 (0,71 puntos/posesión).
  • Los problemas para anotar y la dependencia de Carroll. El 29% de los puntos del Gran Canaria los anotó el escolta estadounidense, lo que parece ahondar en la dependencia que el equipo tiene de él. En los aproximadamente 10 minutos que estuvo sentado, los de Pedro Martínez sólo anotaron 8 puntos.
  • El escaso ritmo de juego, sin contraataques. No recuerdo ahora ningún contraataque claro de los amarillos, sólo uno mal llevado y mal ejecutado. Está claro que las faltas tácticas son cada vez más frecuentes y permitidas para parar este tipo de acciones; y también es verdad que el Barcelona es uno de los mejores equipos en el balance defensivo, pero para correr el contraataque hacen falta, sobre todo, ganas e intención. Y no me dio esa sensación casi nunca, a pesar de que el dominio del rebote del Granca en su aro fue claro (cerca del 80% de los rechaces en aro propio).
  • La escasa circulación de balón. Salvo las jugadas diseñadas para Carroll, en el resto de ataques se vio poco movimiento de balón. Las seis asistencias en total de los visitantes (por las 21 de los locales) revelan que la defensa del Barça siempre se impuso al ataque canario.
Lo mejor
  • La facilidad anotadora de Jaycee Carroll. El equipo juega muy bien para él, con los sistemas muy afinados para que reciba en la situación que mejor le viene: en movimiento, encarando el aro desde el centro, para completar sus medias penetraciones. En estos sistemas, los interiores confirmaron que por lo general son buenos bloqueadores, una muy buena noticia.
  • El dominio de rebote. Como digo, el conjunto insular estuvo muy seguro en su propio aro, y además consiguió aproximadamente 1 de cada 3 rechaces en el tablero blaugrana (32%).
  • La sensación final, ya comentada, de que el equipo no bajó los brazos, indica que hay más fortaleza mental que en otros conjuntos. Es inevitable mirar lo sucedido en Vitoria, Valencia o Manresa, donde los equipos más débiles cayeron también por amplias ventajas ante rivales de menor calibre que el Barcelona. Está por comprobar si esa fortaleza mental se mantiene en otros ámbitos y cuánto hay de motivación del equipo técnico en ella, porque tengo claro que el que más recordaba lo ocurrido el año pasado era Pedro Martínez, que lo ha comentado un par de veces en su impagable cuenta de twitter.
Podría añadir como aspecto positivo que los veteranos (Savané y Moran) pudieron descansar ante la marcha del partido y reservarse para el encuentro del miércoles, pero creo que viene motivado por las alturas de temporadas y las ganas del cuerpo técnico de ver en acción a los nuevos más tiempo.

Ahora comienza la competición de verdad para el Gran Canaria. Este miércoles llega la primera gran cita de la temporada. Y el domingo, a las 20.00 horas (y televisado por Teledeporte), el estreno liguero en el CID. A ver si olvidamos pronto el Palau.

Se me había olvidado una cosa que permanece igual que el año pasado: la indocumentada pareja narrador/comentarista de la Televisión Canaria. Algunas perlas (libremente citadas, que no es plan de apuntarlas):
  • "El Gran Canaria está jugando ahora con dos cincos puros, Nelson [sic] y Savané"
  • "Es curioso que Lakovic y Sada coincidan en cancha, las rotaciones de Pascual están muy estudiadas"
  • Relacionado con el punto anterior: o citaron la baja de Basile hasta que salió Aparicio (a dos minutos del final)
En fin...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gran analisis.

siento enormemente tener que darte la razón tras ver el rendimiento de Green.

Como no mejore, creo que habrá que ir pensando en recuperar a Norris que creo está en paro.

Sería una alternativa fiable, Green-Norris.

Como puedes ver en quien no confío es en Bellas.

ruymanfm dijo...

Gracias. Bueno, no hay que ser drástico, era su estreno en liga y se enfrentaba al mejor equipo de Europa actualmente.

De Green, como he escrito, sospecho como director, pero creo que puede aportar bastante al ataque grancanario si es capaz de botar menos y liberarse para tirar; incluso si aprovecha su tiro tras bote, que es bastante bueno, siempre que esté bien seleccionado.

Hay que darle tiempo, en cualquier caso.