El partido, que parecía un encuentro de 'play-off', tiene muchas lecturas positivas para el Gran Canaria:
- Demostró que es capaz de ganarle al campeón de la Copa FIBA -competición que el año pasado disputó, sin llegar a superar la primera fase-, consolidado esta temporada como uno de los conjuntos más regulares de la ACB.
- Venció sin la aportación de su mejor anotador, Jimmy Snap Hunter, muy gris durante todo el partido.
- Ganó un final igualado ante uno de los equipos más experimentados -hay pocos jugadores del nivel de Ariel McDonald en esas lides que jueguen en Europa- de la ACB y se pone a tiro de la quinta plaza.
Considero interesantes dos apuntes tácticos: los últimos cinco minutos, aproximadamente, Pesic optó por jugar con cuatro exteriores (Marinovic, McDonald, Salenga y San Emeterio, si no recuerdo mal) y Gasol. Maldonado, que no sé si se dio cuenta o lo decidió así a conciencia, dejó a Baldo con Salenga y mandó cambiar en todos los bloqueos. Aunque en ataque tampoco aprovechó la supuesta ventaja interior, visto el resultado final y los dos confusos ataques últimos del Akasvayu, le salió bien.
Otras decisiones curiosas de Pesic fueron las rotaciones efectuadas. 'Bootsy' Thornton salió de titular y jugó los primeros minutos de partido, sin aportar casi nada (creo que no volvió, pero si lo hizo fue de modo testimonial), y no volvió a la cancha. Sada siempre se enfrentó a Norris y Marinovic a Mario Fernández, quizá buscando atacar a este por velocidad (y consiguiendo buenos réditos) y presionar el bote de Norris. Y también se empleó, con cierta fortuna, una presión a toda cancha que no originó casi pérdidas del Gran Canaria -al menos, no más que cualquier ataque estático-, pero sí le rompió el ritmo.
Lo mejor
- El juego desplegado, mirando de frente a una de las plantillas más compensadas de la competición y logrando superarlo, con la inestimable ayuda de la afición, muy animosa desde el inicio.
- El resurgir de Norris. El año pasado empezó fenomenal y se fue apagando a medida que la liga regular concluía, para rematar en unos malos 'play-off'. Quizá este año se produzca la situación inversa: ya lleva varios partidos mucho más entonado en el tiro y en la dirección del equipo.
- La responsabilidad ofensiva que está tomando Roberto Guerra. No sé si es una decisión consciente o auspiciada por alguna razón (confianza del entrenador, bajón de Hunter), pero ayer se jugó muchos ataques con valentía y estuvo acertado la mayoría de las veces. Mirando sus estadísticas de toda la temporada, se observa que en ningún encuentro se ha jugado más de 11 tiros de campo, una cifra que se me antoja muy baja ante la falta de poder ofensivo que ha mostrado el Gran Canaria en algunas fases de la temporada. Ayer obtuvo, además, la segunda mejor valoración de la temporada, después del partidazo ante el Pamesa de la primera vuelta.
- Los problemas ante la defensa presionante en toda la pista planteada por Pesic. La defensa a los bases en los saques de fondo y banda complicó bastante el ataque en algunos momentos.
- No saber encontrar a los pívots cuando se los buscaba. Vroman tuvo que haberse jugado más 1x1 contra Gabriel y Gasol, a los que aventaja en rapidez, pero no le pudo llegar el balón en condiciones. Tampoc Baldo, defendido por Salenga, recibió adecuadamente para sacar ventaja. Este dato ya lo apunté en partidos anteriores, es una cuestión que hay que corregir cuanto antes.
- Decidir entre si es preferible el Joventut o el Barcelona. Se me está haciendo difícil. Los de Ivanovic jugaron un partido muy pobre contra el Unicaja, así que hoy los prefiero, a ver si la mala racha de Navarro -0 puntos- se prolonga. Además, el Joventut cierra la temporada contra el Madrid en casa, así que tiene un calendario más difícil, a priori.
1 comentario:
Qué friki eres!!!
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