Sin el principal referente interior hasta la fecha y sin la anotación y valentía de Sanders, Augustine y Carl English se erigieron en los puntales ofensivos del conjunto amarillo. A eso hay que sumar una actuación individual buena o muy buena de todos los demás jugadores, con todos en su mejor versión. Norris y Mario superaron claramente a Salgado y Blums (quien, por cierto, jugó mucho más de lo habitual), como demandaba en el análisis previo; English anotó, mientras Moran y, sobre todo, Fisher, con cuatro balones robados, apretaron al peligroso conjunto de aleros (Recker, Savovic, Seibutis, Vázquiez y Lewis promediaban entre todos 35 puntos y se quedaron en 10) y ayudaban desde la línea de 6,25.
Los pívots, si bien tuvieron algunos problemas para defender a Guardia por su versatilidad, hicieron mucho daño en ataque. Kickert anotó tres triples, Moncasi estuvo correcto y naotó dos canastas desde dentro de la zona, Savané supo encontrar maneras de llegar a la canasta y Augustine acertó con tiros de media distancia contra Weis y desde cerca cuando lo defendían Pasalic o Banic.
El partido se rompió entre el primer y segundo cuarto con un parcial demoledor, que dejó el 22-21 en un 42-23, gracias a una intensidad defensiva muy alta por parte local. En ese parcial, además, colaboraron los cinco jugadores del Gran Canaria (Mario, Savané, Kickert, Moran y Fisher), incluso English que fue cambiado en ese periodo. El el último periodo, que se inició con 82-56, fue sólo un trámite en el que los de Vidorreta aprovecharon para recortar un poco la diferencia (de estar a 27 llegaron a ponerse a 17). Per esta vez todos estuvieron más atentos para que la recuperación visitante no fuera a más y se quedara en los 19 puntos finales.
Me llamó la atención un detalle táctico de la defensa del Gran Canaria, con muchas más ayudas en defensa incluso a jugadores sin balón. Supongo que también venía motivado porque se cambiaba de jugador en los bloqueos generalmente, pero me gustó bastante esa actividad, incluso aunque en algún caso ocasionara canastas fáciles y rebotes ofensivos de Weis o Banic.
Otro aspecto táctico que me pareció particulamente bien resuelto fue el ataque contra la zona bilbaína. Al empezar el tercer cuarto, ante la diferencia en el marcador (57-39), Vidorreta ordenó una zona presionante a media cancha que por momento se convertía en una especie de 2-3 o 3-2, pero que en cualquier caso fue muy bien atacada por el Gran Canaria, con buen movimiento de balón, buscando las esquinas y el centro de la zona adecuadamente. Creo que el escaso efecto en el ataque amarillo obligó a los vascos a volver a la individual.
Con esta victoria, el Gran Canaria asgura prácticamente su presencia en la Copa. Teniendo en cuenta que los partidos que quedan fuera son en Valencia (por cierto, partido televisado por La 2 de TVE) y Vitoria, se hacía prioritario ejercer la ventaja de jugar como local, tanto este domingo como frente a Murcia dentro de dos jornadas.
Lo mejor
- La aportación colectiva de todos los jugadores. Los que menos anotaron, Norris y Moncasi, lograron cuatro puntos; el resto llegó a las dobles figuras. Además, todos hicieron valoración positiva.
- El acierto exterior (11/23 en triples, un 48%). Creo que ha sido crucial, ante la baja de Freeland y el poder intimidador de Weis. Escribía en el análisis previo que buscar situaciones de 1x1 de espaldas no puede ser la única arma, porque ocurriría como contra el ASVEL en casa. Ya se vio en Francia que de ese modo se podría conseguir victorias ante rivales más duros (caso del ASVEL) o con más altura (caso del Bilbao).
- La intensidad defensiva en general, especialmente desde los últimos minutos del primer cuarto hasta mediado el tercer cuarto. Fisher fue un coloso atrás.
- La moral que supone una victoria así sin dos jugadores tan importante como Sanders y Freeland.
- La actuación de Salva Guardia (24 puntos en 23 minutos, con 4/5 en triples) me hace pensar que la defensa a los ala-pívots abiertos, pero la verdad es que gran parte de sus puntos llegaron en el intrascendente último cuarto, donde logró 14 puntos y dos triples.
- El nivel del Bilbao, que no supo cortar el demoledor parcial del Gran Canaria que decidió el partido y bajó los brazos en el último cuarto, jugando como si el partido estuviera empezando. En ambos casos, siempre pienso que el entrenador es el máximo responsable, por no buscar alternativas o maneras de motivar a sus jugadores.
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