miércoles, enero 10, 2007

Solozábal y la Super Copa Barcelona-Cibona de 1986

Los Reyes Magos me dejaron el vídeo de la final de la Super Copa de 1986 entre FC Barcelona y Cibona de Zagreb. Ya vi el partido de ida, que terminó 102-101 a favor de los croatas (jugaban en casa), con 45 puntos de Drazen Petrovic, que al terminar esa competición anunció su fichaje por el Real Madrid.

El pabellón de la Cibona -por cierto, lleno de publicidad de marcas españolas- rugía al terminar el partido como si hubieran ganado la Copa. He buscado un poco en Google a ver si consigo ver los anotadores del partido, porque la cantidad rótulos que ponía la televisión croata era más o menos la misma que ponía TVE en aquella época. Es decir, sólo los puntos y estadísticas de tiro de los jugadores que lanzan tiros libres.

El Barcelona estuvo por delante gran parte del partido gracias a su superioridad interior, con Steve Trumbo hinchándose a rebotes y Wallace Bryant acertado en el tiro interior y los 1x1 cerca de canasta. Todos los jugadores de la Cibona exhibían su buen tiro y sus fundamentos, pero defendían más flojo que el Barcelona. Creo que el máximo encestador azulgrana fue Trumbo.

Las cosas que más me impactaron:
  1. Ignacio Solozábal. El primer tiempo me pareció una constante muestra de lo que deb hacer un base. Ordenaba, buscaba soluciones penetrando y doblando (con muchos pases a los aleros en el triple) cuando el equipo se atascaba, daba el primer pase de contraataque a la primera opción y siempre correcto, anotaba los tiros cuando le dejaban sólo...Conté tres asistencias desde el medio campo a debajo de la canasta en contraataques, dos bandejas tras penetraciones ejecutadas a la perfección y dos triples con una mecánica perfecta. En el segundo tiempo volvió para terminar el partido y no brilló tanto. Su defensa era agresiva e intensa (bueno, para los cánones de la época), pero fue eliminado por faltas, porque le tocó defender a Petrovic en el segundo tiempo.
  2. El nivel defensivo. Por la tarde había visto el Gran Canaria-Lietuvos Rytas y me asombró el espacio entre defensor y atacante, la posición defensiva tan relajada, la facilidad para botar y penetrar sin mucho esfuerzo o rapidez. En 20 años, la evolución física de los jugadores ha elevado el nivel defensivo a un punto tal que los partidos antiguos parecen de otra categoría. Y la dureza (de bloqueos, empujones en el rebote, etc.) también parecía bastante menor.
  3. El arbitraje. Aparte de que lo encontré algo casero, con varias faltas sobre Petrovic más que dudosas y muchos más tres segundos en el ataque azulgrana, me sorprendió lo parecido que es el criterio al actual. Yo creía recordar que las faltas de ataque y las faltas por choques en la lucha por el rebote eran menos frecuentes, pero me sorprendió la cantidad. Quizá estoy mezclando competición europea y española. Por cierto, dicho todo esto, en el partido de vuelta, que aún no he visto, arbitraron dos españoles. ¿Sigue eso siendo posible actualmente?
  4. Wallace Bryant. Lo cierto es que no recordaba en absoluto su juego. Pero vi a un pívot de 2,11 con buena muñeca, varios movimientos al poste, ágil, buen reboteador y extremadamente musculoso. Sus estadísticas ese año fueron 16,5 puntos y 8 rebotes con el Barcelona, al que llegó tras unos partidos la temporada anterior en Huesca. Jugó en Chicago y Dallas, donde tuvo una media, en 1985, de 15 minutos por partido. Se ve que la diferencia entonces entre basket FIBA y NBA no era la misma que ahora...

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