No había comentado el fichaje de Jason Klein por el Tenerife Rural de la Liga LEB hace un par de semanas. El equipo de la isla vecina está último en la liga y supongo que intenta reforzar su juego interior con un tirador. De momento, su primer partido no fue muy bueno (al menos en el apartado estadístico, con 0 de 3 en triples y valoración -4), pero es normal que se tenga que adaptar a una competición y un equipo que no conoce. Esperemos que mejore, para alergía de la multitud de adeptos de la iglesia kleinista que pueblan Gran Canaria...y para la salud del baloncesto canario.
Ahora bien, siempre me he preguntado: ¿un tirador debería notar los cambios en las competiciones? A fin de cuentas, si sale de un bloqueo con espacio, lo único que interviene una vez recibe el balón es él mismo, la pelota y el aro. La posición de las piernas y la mecánica de tiro debería ser aproximadamente la misma...sin embargo, me encuentro continuamente ejemplos de que no. Estoy convencido de que cualquier jugador o entrenador me diría que sí que influye...pero yo sigo creyendo que hay determinadas condiciones en que no debería, aunque no son muy frecuentes: los tiros sin oposición. De todos modos, cada vez quedan menos tiradores puros, si es que hay alguno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario