Esta anotación la escribo hoy porque el domingo aún estaba cabreado al salir del partido, en el que parecía que los de Maldonado no se jugaran nada. Tras un primer periodo en el que jugando casi al 'tran-tran' acabó por delante (45-42), con una defensa muy blanda y sin cerrar el rebote defensivo con firmeza, el Valladolid le endosó un 14-28 puntos en el tercer cuarto que fue definitivo. El resurgir del último cuarto grancanario, en el que tres errores de Norris impidieron que se pusiera por delante, no fue suficiente, aunque un último triple de Hunter (0/3 en ese apartado) pudo haber dado la victoria.
Sin duda, la falta de calidad del Valladolid permitió que la relajación no fuera definitiva hasta el final. El equipo del recién llegado Imbroda -al que sólo he visto este partido, que conste- carece de jugadores decisivos: sólo Gomis parece tener decisión y clase para en ataque. Corrales, que estuvo bien en la dirección y sorprendetemente sereno, ya no es el jugador eléctrico y gran creador de juego que era; Hopkins y Eley, aun siendo jugadores válidos, ya vieron pasar sus mejores días. El resto, incluido Yebra, parecen jugadores de relleno.
Maldonado dijo en la rueda de prensa que el escaso acierto en triples fue "una rémora". Me extrañó que no dijera nada de la defensa. Sólo el Tau, que anotó 84, ha conseguido más puntos en el CID. Ni siquiera el equipo más anotador de la competición, el Real Madrid, que logró 80, llegó a las cifras del Grupo Capitol. El arbitraje, por cierto, fue penoso. No creo que influyera en el resultado, pero hubo un sinfín de errores, cobardía a la hora de tomar decisiones y constantes compensaciones. En el último cuarto sí creo que ayudaron al Valladolid al bajar el límite de las faltas y penalizar muchas ayudas interiores del Gran Canaria.
Lo mejor
- El despertar del último cuarto y la tensión defensiva, que dejó en 12 puntos al Valladolid.
- La vuelta de Savané. Aunque no es el del año pasado todavía, estuvo sólido, con un 18 de valoración.
- El reparto anotador. Cuatro jugadores (Vroman, Savané, Hunter y David) consiguieron más de 10 puntos y Norris se quedó en nueve.
- A riesgo de ser pesado: la relajación y falta de tensión defensiva. La decepción en el público, que deseaba celebrar la entrada en la Copa por tercer año consecutivo, fue grande.
- Una vez más en la temporada (y van...), el desacierto en el tiro exterior. El 3/18 supone un 17%. En la Copa ULEB mejoró: 7/22, un 31%, pero siguió siendo negativo. El Gran Canaria es el penúltimo equipo en porcentaje de triples con un 30% total, sólo mejor que el Bruesa.
- El juego de los bases. La primera aparición de Norris fue positiva. Pero en el último cuarto, en plena remontada, dos tiros precipitados y una penetración que acabó en pérdida fueron muy acusados por el Gran Canaria. Mario tuvo un día gris, pero su defensa no fue, ni mucho menos, la de otros partidos.
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