Se halaga mucho desde los medios de comunicación el juego de Mario Bruno Fernández, debido sobre todo a la alta valoración que alcanza con pocos puntos anotados. La última que he leído, la crónica del partido ante el Madrid en solobasket, llega a titularse "El Real Madrid cae ante el Gran Canaria Grupo Dunas y el "Efecto Mario Bruno Fernández", aunque en el texto no se habla de su influencia o importancia en el partido, sólo de su "hazaña" estadística.
Sinceramente, me parece que muchos de esos halagos vienen de periodistas y comentaristas que no ven los partidos del Gran Canaria y se limitan a mirar las estadísticas, donde se encuentran la alta aportación estadística del base catalán. Pero la valoración ACB (puntos +rebotes +asistencias +robos de balón +tapones +faltas recibidas -tiros fallados -faltas cometidas -tapones recibidos -balones perdidos), como dato estadístico que es, no sirve para evaluar el rendimiento global de un jugador, sólo es eso, un dato más. Por ejemplo: no se especifica si la aportación fue con el partido decidido o en los momentos importantes; no hay información sobre la dirección de juego, no deja entrever si el equipo anotó más o menos con él en cancha, no contabiliza los puntos que metió su defendido.
Un ejemplo de dato estadístico distinto, menos oficial pero igualmente valioso, es la valoración más menos que realiza la Plataforma Sedena. Si vemos la clasificación de los jugadores del Gran Canaria en este apartado, observamos que Mario es el sexto, por detrás del otro base, Marcus Norris, que está haciendo una temporada discreta (por no decir mala). Realmente, ambos tienen la misma media, un cero, que quiere decir que, por término medio, mientras ellos están en cancha, el Gran Canaria ni toma ni concede ventaja en puntos a su oponente.
Este dato no es más concluyente que la valoración ACB, pero sí refleja mejor el impacto del rendimiento del jugador en el equipo. Quizá haya equipos en el que esta clasificación tenga menos importancia porque el jugador sólo juega "minutos de la basura" (por ejemplo: Cilla o Eslava, en el Tau, o los juniors de turno en los equipos ACB); pero eso no ocurre en el caso de Norris y Fernández.
Ahora bien, lo que sí considero claro es que, en su año de debut en la ACB, Mario Bruno Fernández está haciendo un campeonato muy bueno y que tiene muchas cualidades (intensidad, concentración y seguridad, sobre todo) que le hacen aumentar su valoración, gracias especialmente a su aportación reboteadora (tercero del equipo con 3,7 de media, igual que Savané y por encima de todos los aleros) y a los pocos balones perdidos (0,8 por partido).
Pero también tiene muchos defectos (nula aportación ofensiva, falta de atrevimiento, capacidad de dirigir el juego) que, aunque tiene tiempo de pulirlos, aún impiden que pueda ser considerado un base de primera línea. Mi opinión es que en el baloncesto actual, con el nivel defensivo existente, ningun equipo puede permitirse que un jugador exterior no tire cuando esté solo o penetre, aunque sea para doblar el balón, cuando lo presionan de cerca. A Mario, además, se le ve inseguro en los tiros cortos (ha fallado al menos dos bandejas sin nadie entre él y el aro, una de ellas que podía haber dado la victoria en Bilbao).
Con todo, me alegro de que haya venido a Gran Canaria. La ilusión que tiene por jugar en la ACB se nota en el conocimiento de sus rivales. Me gustaría que siguiera el año que viene...aunque mejor si es de segundo base con otro jugador con más capacidad de dirección.
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