Finalmente se ha confirmado la contratación de Jackson Vroman por parte del Akasvayu Girona. El pívot norteamericano, que hace tiempo se sabía que no seguiría en la isla, ha firmado por una temporada. En las declaraciones realizadas una vez conocida la firma del contrato, Vroman aseguró que iba a Girona, entre otras razones, por el buen trabajo que realiza Pedro Martínez con los jugadores interiores.
La impresión que dio en la isla fue buena en términos generales, aunque pudo ser mejor si no hubiera sido tan irregular. Sus números son más que correctos: 10 puntos y 5 rebotes en 21 minutos, con un 57% en tiros de 2 y 4 faltas recibidas, aunque dos balones perdidos de promedio y cuatro faltas cometidas. Su valoración también ronda los 10 puntos.
Sin embargo, mi sensación es que fue de más a menos. A un inicio algo frío siguió un rendimiento excelente en diciembre, coincidiendo con la lesión de Savané. Luego le costó reintegrarse para cumplir sólo su papel, aunque tuvo varias buenas actuaciones.
Vroman es, sobre todo, un jugador muy intenso, con mucho carácter, rápido y con buen salto. Es un excelente finalizador de contraataques, siempre llega el primero de los pívots y culmina con increíbles mates. Su tiro de 4-5 metros no es malo, aunque su mecánica es heterodoxa y lenta. En el Gran Canaria jugó bastantes 1x1 de espaldas, probablemente más de los que debió, por las características de los otros jugadores (David y Baldo, sobre todo, que suelen jugar abiertos). Aunque los culmina con ambas manos, carece de la eficacia suficiente como para considerarlo un recurso solvente. En defensa es muy activo, roba bastantes balones en ayudas y atacando el balón cuando los pívots juegan por fuera. Defendiendo 1x1 a pívots que juegan de espalda no es tan efectivo por la carencia de peso, aunque saca algunas faltas en ataque.
Con todo, si su mayor activo es la intensidad, quizá su principal defecto sea la otra cara de esa moneda: es demasiado impulsivo y protestón, se le va la cabeza demasiadas veces; en ocasiones con los contrarios, otras -las más- con los árbitros. Maldonado no lo consintió y lo sustituyó en casi todas las ocasiones que ocurrió (con el consiguiente enfado de Vroman). En resumen, le falta centrarse y concentrarse para asumir su papel en un tiempo de juego reducido -y más ahora jugando con Dronjak, Marc Gasol y Middleton y habrá que ver si Bagaric-, aunque para ser su primera temporada en el baloncesto europeo (es el primero que veo en el CID pedir tiempo muerto desde la cancha al estilo americano y cometió pasos muchísimas veces), la saldó más que dignamente.
A ver cómo se le da la temporada en Girona, y a ver si el pívot que traiga el Gran Canaria rinde aún más si cabe.
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