Los dos primeros cuartos estuvieron plagados de pérdidas de balón, errores en los tiros más o menos claros y falta de tensión defensiva y en el rebote por parte de los dos equipos. El Menorca empezó mejor, yendo mucho al rechace en el aro grancanario, y se fue diluyendo, mientras el Gran Canaria iba imponiendo poco a poco la intensidad defensiva.
El Gran Canaria ganó el partido en el tercer cuarto, donde aumentó el nivel defensivo, y lo remató a principios del último cuarto, donde consolidó una ventaja alrededor de los 10 puntos. Tras el descanso, el Menorca se colapsó en ataque (sólo anotó una canasta en los primeros cuatro minutos) y Jeter comenzó a acaparar mucho balón y muchos tiros: ocho de los 12 puntos menorquines fueron suyos, con 4/8 en tiros de campo y una buena defensa de Marcus Norris.
Luego llegó el tobogán del Gran Canaria, con pronunciadas subidas (de 48-51 en el minuto 28 al 52-64 del minuto 34) y bajadas (del 54-65 a dos minutos del final, al 64-66 tras triple de Jeter). En los útimos seis minutos, tras conseguir su máxima ventaja (12 puntos), el Gran Canaria desapareció y casi tira el partido. Jeter tuvo un tiro triple para empatar, pero fue precipitado, a más de siete metros y sin haber movido el balón, con todavía tiempo por jugar.
Según la estadística ACB, los amarillos registraron cuatro pérdidas de balón, concedieron tres rebotes en su aro y fallaron cinco tiros libres (anotaron sólo tres) y dos lanzamientos de dos puntos. Seis de los tiros libres y los dos intentos de dos fueron de English, que acaparó todos los balones calientes, en los que tomó malas decisiones y estuvo desacertado. Pero lo peor es que el equipo y el banquillo no encontrara, o lo que es peor, que no buscara, otras soluciones. Maldonado afirmó que no era por relajación...pero yo hubiera dicho que se debió a que vieron el partido ganado.
Con todo, quiero quedarme con una conclusión positiva: una versión muy pobre del Gran Canaria sirve para ganar a los equipos de la zona baja de la ACB como a se demostró en los partidos contra Cajasol y Bruesa, por ejemplo, aunque en este caso fuera a domicilio, lo cual le da más importancia.
Lo mejor
- Como digo, la victoria. Más allá de cómo se juegue, ganar siempre es importante, especialmente en este momento de la temporada. Cuando se ate la clasificación para los play-off y la lucha por ser cabeza de serie se aleje, como parece que va a ocurrir si los cinco primeros siguen tan fuertes, será menos importante ganar y más jugar bien. Por ahora, la victoria sigue siendo lo primordial.
- El punto de intensidad defensiva que se mantuvo en los 15 minutos justo después del descanso. El Menorca anotó 13 puntos en esos 15 minutos.
- Las ganas de correr del Gran Canaria. Lo he criticado varias veces, porque creo que se podría mejorar, y contra los de Imbroda se buscó mucho el contraataque. No estuvo fino terminándolos, ya que se fallaron varios ataques de dos contra uno, pero es un comienzo.
- El final de partido, jugado con la intensidad de un amistoso. Estoy seguro que hasta en los entrenamientos se juega más duro. Se ve muchas veces que cuando un equipo consigue una renta jugando de un modo, deja de jugar de esa manera y la acaba perdiendo. Joan Creus solía decirlo cuando comentaba los partidos en La 2 (cuánto lo echo de menos, casi tanto como desprecio tengo por Romay). Yo suelo culpar al entrenador de ello, por no saber transmitir la tensión necesaria hasta el final.
- El nivel de juego de la primera parte, muy pobre. Sin intensidad defensiva, jugando a devolver canastas, con muchas imprecisiones. Me refiero a los dos equipos, pero es de suponer que al Menorca le haya ocurrido con frecuencia, dada la posición que ocupa en la clasificación.
- La debilidad en el rebote defensivo. Fue especialmente grave en el úlitmo cuarto, pero Eley hizo daño durante todo el partido (consiguió cinco rechaces en el aro grancanario en sólo 20 minutos). De cada tres rebotes, uno iba a parar a los menorquines cada vez que atacaban. Es un apartado donde el Gran Canaria ha estado muy bien durante toda la temporada, especialmente al principio de la campaña, y el Menorca suele destacar, con lo que no me parece nada grave, pero es otro reflejo de la falta de intensidad.
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