Esta última semana no he podido atualizar el blog por tener demasiadas tareas que atender. No pude escribir sobre el triunfo del Gran Canaria ante el Fuenlabrada (92-85) ni acerca de la derrota en el Palau contra el Barcelona (81-67). Así que ahora sólo comentaré un par de cuestiones de cada partido, tras enlazar las crónicas.
Gran Canaria - Fuenlabrada
Crónica de canariasahora. Sobre el Gran Canaria, tengo poco que decir. Si acaso, que se vio la versión anotador y de juego alegre, que, como decía en el análisis de la primera vuelta, vale para ganar a los equipos que están por debajo cuando se juega en casa. English jugó otro partidazo -acaba de ser nombrado por primera vez jugador del mes de enero de la ACB-, el Gran Canaria aprovechó el parcial inicial (15-0) y no se puso nervioso cuando los fuenlabreños se acercaron.
Pero me gustaría detenerme más en el Fuenlabrada. Ya se me notó cuánto me gusta este equipo en el análisis previo, y lo cierto es que en el CID no estuvieron a su altura. Pero me encantó cóm disputaron el partido, que fueron a ganarlo aun cuando estaban más de diez puntos por debajo, nunca bajaron los brazos, nunca, y en gran medida por la convicción de su entrenador. Jugaron durante bastante tiempo (no unos segundos, sino minutos) con Sandes, un alero, defendiendo al pívot, y con Radivojevic como ala-pívot. Así, atacando con los cinco jugadores abiertos, se pusieron a cuatro puntos, aunque precisamente Radivojevic dilapidó las opciones de su equipo con dos malos ataques. Me pareció una estretagia valiente y perfectamente válida. Ojalá siempre tengan esa mentalidad y los televisen más.
Barcelona-Gran Canaria
Crónica en acb.com. Seis minutos sin anotar ni un punto son demasiados para ganar en el Palau. Pero si aun así, el parcial que endosa el Barcelona (13-0) no es definitivo y te vuelves a acercar (59-53), recibir otro parcial casi igual (13-2, para acabar 72-55) sí que quita cualquier opción de victoria. Lo peor es que llegó después de una muy buena primera parte, que acabó con 43-44 y, sobre todo, con la sensación de que el Barcelona no conseguía jugar bien y los amarillos encontraban formas de anotar gracias a sus pívots. La baja de Freeland, por otra torcedura de tobillo, al parecer, se notó demasiado, a pesar de una buena actuación de Moncasi.
Me llevo una muy mala sensación del partido. Primero, porque creo sinceramente que no era un partido imposible de ganar: el Barcelona no es la máquina que era a finales de noviembre y en diciembre, como demostró al perder en Madrid en la Euroliga; el Gran Canaria encontró, igual que en el partido de ida, maneras de hacer daño cerca de la canasta; y, sobre todo, porque los de Maldonado dieron el partido por perdido en el último cuarto, después del segundo parcial. La verdad, es algo que me irrita, sobre todo después de haber visto el ejemplo de Fuenlabrada que comento más arriba. Da la sensación de que los jugadores (y supongo que el banquillo también, aunque en un tiempo muerto oí claramente a Maldonado pedirles que siguieran jugando intensamente a pesar del marcador) creen que esa no es su liga o que se confirmen con perder.
Se cierra, en todo caso, un mes de enero donde el Gran Canaria sólo perdió contra los dos primeros clasificados y en su cancha, y ganó a un rival directo en la lucha por las eliminatorias y a dos que compiten por no descender.
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