Durante 25 minutos, la intensidad amarilla y el desacierto donostiarra dejaron patente las diferencias entre ambos equipos -no sólo esta temporada, sino en los últimos cinco años. Los locales son una plantilla compensada, llena de jugadores competitivos e intensos, conscientes de sus limitaciones en la mayoría de los casos, esforzados en defensa y disciplinados en ataque. El Gipuzkoa Basket es todo lo contrario: talento ofensivo mal encauzado, poco juego de conjunto, falta de concentración e intensidad defensiva, ausencia de orgullo competitivo.
En los siguientes doce minutos se vio la remontada que cabría esperar -aunque quizá no tan prolongada en el tiempo-, teniendo en cuenta que el Gran Canaria afronta el miércoles el partido de más importancia en competición europea de su historia y que la ventaja de cerca de 30 puntos (70-41) parecía encarrilar el encuentro. La desconexión posterior se explica por esas dos razones y por el espacio que Pedro Martínez quiso dar a jugadores menos habituales o con necesidad de fortalecer su confianza (Dasic, McDonald, Sanders, Alvarado), algunos de los cuales todavía tienen que entender que no se ganarán los minutos dando pases por la espalda cuando el equipo está 20 arriba o anotando más puntos que el contrario, sino sacrificándose en defensa y asegurando el rebote.
Cuando el técnico local recuperó el quinteto titular -salvo Bellas en lugar de Norris- y Savané, Augustine y Moran se pusieron a defender y a dominar el rebote, volvió la ventaja y la tranquilidad a las gradas del CID.
Incluso con la remontada cercana al final, el equipo dirigido por Laso dejó muy mala imagen. Muchísimo juego individual basado en penetraciones y juego 1x1 de sus escoltas (Detrick o Barbour), aclarados para dejar espacio a Doblas o Panko cerca del aro -con escasos resultados en esta ocasión-, escasísimo movimiento de balón y muy pocos sistemas largos, además de una defensa tirando a conservadora, sin ninguna variante y con demasiados jugadores descansando.
No creo que pueda resumir mejor el partido de lo que lo hizo Pedro Martínez en la rueda de prensa posterior: "Si estamos bien en defensa, aunque no estemos al cien por cien en concentración o estés pensando en otras cosas que seguramente son inevitables, como mínimo tendrás opciones de ganar y, si el rival no está acertado, como ha sucedido hoy, puedes romper el partido como hemos hecho en el tercer cuarto". Si a esto le sumamos que el entrenador rival parece conformarse con lo hecho por su equipo, se explica no sólo el encuentro de hoy, sino la situación de ambos en la tabla.
Veo muy complicado que un equipo como el Lagun Aro, jugando siempre con cuatro jugadores abiertos y amenazando con Ignerski como ala-pívot, ponga en problemas al Gran Canaria si anota 1/16 de tres y el único triple lo logra un base (que, de hecho, es el tercero en la rotación), sobre todo si en el otro lado de la cancha, los pívots amarillos juegan con comodidad. La diferencia en juego interior en los primeros 20 minutos fue espectacular: 26 de valoración sumando a Savané, Augustine y McDonald (24 si contamos el -2 de Dasic) y 2 de valoración entre Hopkins (1), Miralles (3), Doblas (-1) e Ignerski (-1).
Lo mejor
- La capacidad del equipo de buscar la ventaja en el juego interior. En otros encuentros no se ha logrado tener fluidez en el movimiento de balón para que llegara a los pívots en buenas condiciones, pero en esta ocasión si se logró. Y también se ejecutaron correctamente varios 2x2 (bloqueo y continuación), con mención especial para el entendimiento entre Bellas y Augustine, que ya habían mostrado en otros partidos. Las 23 asistencias (para 32 canastas en total) revelan que el movimiento de balón fue bueno.
- La defensa grancanaria. Como dice Martínez, el Gipuzkoa Basket estuvo muy mal en ataque, pero aun así es revelador que en los tres primeros cuartos anotaran sólo 11, 15 y 17 puntos. De hecho, los 25 del último periodo demuestran que sin esfuerzo, hasta el conjunto más desacertado puede anotar mucho.
- La aportación colectiva. Al buen partido de Savané, Augustine y McDonald (15, 15 y 18 de valoración) se sumó el constante Carroll (15 puntos, 6 rebotes y 19 de valoración) y Sanders y Moran también colaboraron en anotación, además de que Bellas movió bien al equipo y presionó a los bases contrarios. Por cierto, el irlandés-neoyorquino mostró mucha más valentía y acierto que en toda la temporada y defendió bien a Panko.
Lo peor
- El tremendo lapsus que propició el enorme parcial a favor de los visitantes (4-23), que les dio motivación y esperanza de ganar el partido cuando los locales dominaban plácidamente. En el deporte son demasiado frecuentes este tipo de bajones como para pensar que el Gran Canaria esté inmune a ellos, especialmente con el calendario anterior y posterior, pero aun así la falta de concentración no debería ser tan prolongada ni acusada.
- La sensación de abulia del Lagun Aro durante 28 minutos y la conformidad de su técnico con el rendimiento de su equipo. El año pasado, destaqué la lectura de Laso del partido y sus órdenes para explotar el 2x2 entre Sergio Sánchez y los pívots. Este año, el base está desaparecido (como explicaba Carlos Belio en su excelente blog, la mejor referencia sobre el Gipuzkoa Basket en la red, a mi juicio). Barbour carece del carácter y la regularidad para ser el faro ofensivo de un equipo de la zona baja y Detrick ha rendido muy por debajo de lo esperado. Si Ignerski no anota y Panko hace el peor partido del año (el primero en el que hace valoración negativa), es extremadamente difícil que este equipo pueda siquiera competir en la isla. Es lo que ocurre cuando preparas la plantilla de una manera que te obliga a correr, anotar mucho y amenazar de tres, sacrificando capacidad defensiva, y no haces ninguna de esas cosas.
- La posible lesión de Augustine, que se retiró por un golpe en la muñeca, al parecer, y no se sabe todavía el alcance.
Esta victoria tiene mucho mérito y es importante, porque permite seguir en puestos de play-off, afrontar el decisivo enfrentamiento contra el Panellinios con la moral alta y, sobre todo, demostrar que esta temporada, el Gran Canaria es capaz de mantener el nivel en dos competiciones. Toca descansar y preparar el partido del miércoles. A ver si tengo suerte y puedo verlo.
El vídeo del partido de acbtv:
7 comentarios:
Buen análisis como siempre. Del partido ayer, poco más que destacar. A pesar de su mal último cuarto, me quedo con el buen trabajo de Tomás durante la primera parte ( acabó el partido con 6 asistencias ), el resurgir de Jim y la cada vez más sólida aportación de Will.
Con respecto al miércoles, ¿ cómo ves la eliminatoria ? Yo veo a todo el mundo muy optimista, confiando en la magia del CID, pero levantar 11 puntos a un equipo tan experimentado como el griego va a ser harto complicado. O salimos con el cuchillo entre los dientes a jugar con un ritmo alto y una férrea defensa aprovechando el arbitraje europeo, o no habrá nada que rascar ( atención a Blakney y su control del partido )
Temo especialmente a nuestra ansiedad y a que los jugadores quieran resolver la eliminatoria desde el minuto 1.
Será esencial estar acertados desde los 6,25 para que nuestros pívots puedan desenvolverse con facilidad.
Un saludo.
Creo que esta temporada se está viendo a un granca muy sobrado contra los equipos flojos, cosa que no recuerdo que pasara. ¿estoy en lo cierto?
Lo del miércoles voy con mal cuerpo. A ver que pasa.
@Colegio Galicia: gracias. A mí me gustó Bellas a ratos, jugando el 2x2 y moviendo el balón con rapidez. El bajón ofensivo en el último cuarto fue demasiado general como para culparlo, pero sí que creo que podría haber atado mejor a Rai López.
Sobre el partido del miércoles, me temo que mi opinión es tirando a optimista casi siempre, sobre todo si se juega en casa. Yo también he pensado lo que comentas de la ansiedad (sobre todo en jugadores como Bellas, Moran, McDonald o incluso Augustine en ataque), pero confío en que estos mismos jugadores, Savané y Norris mantengan el nivel defensivo alto e intenso para conseguir ventaja desde el principio.
Y también veo crucial que la defensa a Blakney mejore mucho respecto al primer partido.
@On Off: para mí la sensación de suficiencia del equipo ya la daba el año pasado, hasta en partidos como el del Gipuzkoa, que se ganó en la prórroga, porque la igualdad se debía más a la carencia de intensidad y el exceso de confianza en la eficacia anotadora que a méritos del rival.
Cierto que este año se han dado muchos partidos así, resueltos con facilidad en el primer tiempo, pero el año pasado esa sensación también la tuve en varios partidos fuera de casa, algo todavía pendiente este curso.
Añado una referencia interesante sobre Tomás Bellas: en el diario vasco comparan su evolución favorable con un cierto estancamiento de Rai López, que el año pasado hizo una fenomenal temporada en LEB como base titular de un equipo de la parte alta. Sobre el duelo ya escribí cuando los vi en Adeje en pretemporada, donde la imagen de López fue muy buena.
El caso es que, como se comenta en el blog, la marcha del equipo es un factor importante en la evolución de los jugadores y no solemos tenerlo en cuenta suficientemente, creo.
Y un apunte para el autobombo, el propio autor cita el blog en el primer comentario, algo que agradezco y me hace ilusión.
@PACHI: gracias. Parece que lo de Augustine no le va a impedir jugar; con el tipo de jugador que es, no creo que el dolor en la muñeca le afecte demasiado (jeje). Sobre Sanders, es interesante que en la Eurocopa dobla la valoración en casa que fuera (6,5 por 2,9) aunque tira casi igual de tres (37,5% por 36,1%). El motivo es que en casa suma más de dos, ayuda en el rebote (coge el doble, 3,5 por 1,6) y roba más balones.
En suma, aporta más cosas que los triples de siete metros. Y yo creo que pasa precisamente por eso: que ayude en defensa, corra el contraataque...y que mete alguno de sus triples con esa mecánica de tiro que tanto te llama la atención.
Yo no me jugaría las opciones de pasar a un buen dia de Sanders, el año pasado quiso ganar el sólo el segundo partido contra unicaja y se jugó un melón al final que nos acabó condenando.
Yo estoy de acuerdo con Ruyman, que defienda, que corra el contraataque y a ser posible que se juegue seleccione mejor los tiros
No digan más choradas, por favor. Para ir a la final four tenemos que aprovechar al máximo -si nos dejan, que no son tontos- nuestro punto más fuerte: el juego interior. Si nuestros pinvots tienen un día normal, tendremos parte del camino andado. Pero si todo depende de los tiros exteriores, pues va a ser cosa de encender velitas...
Ánimo, que tenemos que arrimar el hombro: hay que apoyar al equipo a muerte y asfixiar al rival. Y PUNTO.
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