El Gran Canaria EBA venció este fin de semana en La Palma al Aridane (83-84), uno de los clubes con mejor plantilla y ante el que había caído en la pretemporada. El triunfo fue agónico, gracias a un tiro libre de Gaby Alonso a cinco segundos del final, pero el mérito de la victoria es enorme, porque el equipo dirigido por Víctor García no contaba con Óscar Alvarado y Bakary Konate -de gira por Italia con el primer equipo-, que se espera que sean dos de sus principales baluartes en la competición.
Evidentemente, no vi el encuentro y sólo cuento con las estadísticas, las declaraciones de Víctor García y la breve crónica en la web del club, donde se afirma que cuando el conjunto amarillo pudo imponer su altísimo ritmo de juego encauzó el partido, y que lo remató con su acierto de cara al aro en el último periodo.
Una noticia destacada es el debut de Igor Krasnic, que estuvo perfecto en el tiro (3/3 desde el triple, 1/1 de dos) y que ayudará a ampliar la rotación de aleros cuando vuelva Óscar Alvarado y Christian Díaz no tenga que ocupar la posición de base como hizo en esta ocasión. Con el estilo que tiene este filial del Gran Canaria, tener una rotación amplia para que no decaiga el ritmo se antoja muy importante. En el mismo sentido será muy beneficiosa la llegada de Bakary Konate cuando se solucionen sus problemas administrativos.
Otro jugador destacado fue Alejandro López, con 18 puntos y 5 rebotes y anotando triples importantes. Si finalmente cristaliza esta mejora en el tiro lejano apuntada en los dos primeros partidos, el escolta tinerfeño será uno de los principales candidatos para alcanzar competiciones más altas. Igual de importante fue la labor de los pívots titulares, Samuel Domínguez (20 puntos y 6 rebotes, 5 ofensivos) y Javi González (11 puntos y 4 rebotes), que jugaron 34 minutos cada uno.
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