El Pamesa acaba de anunciar el fichaje de Anthony Goldwire hasta el final de temporada. Así confirman lo que se llevaba anunciando hace tiempo y había vuelto a repetir Ricard Casas esta semana.
Lo que no entiendo es la costumbre de intentar fichar bases estadounidenses de este tipo. El Pamesa tiene otro parecido, Junior Harrington (que ha acabado jugando de 'dos' mucho tiempo). Ambos (y muchos otros que cada vez llegan más temprano a Europa) son jugadores atléticos, pequeños y con buen manejo de balón. Parece que estas características los condenan a ser calificados como bases, pero ellos juegan como si fueran escoltas: su primera opción es anotar por sí mismos, no eligen bien el ritmo de ataque, no ejercen ningún tipo de liderazgo en defensa (lo que no quiere decir que no sea intensos atrás), y pocas veces toman la mejor decisión ofensiva para su equipo.
Cada vez que veo equipos de la ACB fichar a este tipo de jugadores, deseo que pierdan. Con el Pamesa -cuya racha empeora a pasos agigantados- tengo sentimientos encontrados, porque también cuenta con Avdalovic en sus filas, y éste sí es un gran base con todas sus virtudes. Lo suele decir el gran Chichi Creus en las retransmisiones de TVE: el base tiene que ser el líder de su equipo. Por eso a tantos se nos cae la baba cuando Prigioni lleva el balón a donde más le conviene al Tau y ordena cambiar a zonas en momentos determinados. Y por eso nos alegramos tanto de que le dieran el MVP de la Copa después del recital que dio.
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