Si tuviera que definir el partido, diría que fue, sobre todo, desesperante. El Gran Canaria entró desangelado, sólo defendió a ratos y dejó que su rival se repusiera en varias ocasiones. Jugó un final de partido muy malo, dejó que el Cajasol empatara con menos de tres segundos y sólo anotó cinco puntos en la primera prórroga. En la segunda hizo muchas más cosas bien, aupado por el público y por un cierto bajón físico de los sevillanos.
Lo que más me llamó la atención del Cajasol es el cambio que ha dado. En el análisis previo hablaba de decisiones individuales en ataque, de poca circulación de balón y mucha dependencia de Pecile. En este partido, no se vio lo mismo. Pedro Martínez ha empezado por buscar ataques más sencillos, jugando 1x1 con sus interiores e intentado explotar a sus tiradores en la salida de bloqueos. Le da mucha más responsabilidad a Triguero y a Savanovic en el interior y defienden muy cerca del aro, permitiendo triples pero intentando asegurar el rebote. Por cierto, me extraño mucho la estadística en triples del base italiano, porque ese 1/9 no lo vi en el encuentro.
El Gran Canaria repitió los mismos errores que contra el Bruesa. La intensidad defensiva que se vio contra Unicaja y Barcelona sólo apareció a ratos, el ataque estuvo muy mal organizado, con muchos ataques jugados a final de posesión y basados en el último recurso, el bloqueo directo de un pívot, generalmente Savané, a Norris. Hubo muy poca diversidad en el ataque, en parte debido a que English tuvo un mal día pero no cejó en su empeño de salvar el partido...aunque fuera él sólo contra el mundo.
En la espesura del ataque surgió la figura de Melvin Sanders, que para mí hizo el mejor partido con el Gran Canaria y fue de largo el mejor de los amarillos. Por primera vez en la competición, selección bien todos sus tiros (excepto uno de dos en el segundo cuarto, aunque lo metió), estuvo sereno y colaboró en el rebote. Suyo fue el triple que puso 80-77 al Gran Canaria a tres segundos, aunque luego una mala defensa lo tirara por la borda.
Otra conclusión que se puede sacar del partido es que es imprescindible contar con Freeland cuando el resto de pívots no anota con fluidez. El inglés es el pívot de más calidad, sin duda, pero también es el más valiente. Todavía se le va a veces la cabeza y mete la mano donde no debería o prolonga las ayudas "flash" en los bloqueos sin necesidad, pero creo que esos errores no los tiene más veces que Savané o Augustine. Si el año pasado dije muchas veces que me parecía bien que Maldonado castigara sus continuos errores y despistes para ayudar a su formación, en esta temporada ya he dicho que su participación debería ser mayor.
Lo mejor
- El acierto triplista. En total, 14/27 desde los 6,25, de lejos, el encuentro con más triples anotados y más lanzados. Mención especial para el 4/5 de Sanders, el 4/7 de Norris y el 2/3 de Moran.
- El mencionado Melvin Sanders. Estuvo comedido: casi puede decirse que sólo tiró cuando salió de los bloqueos con ventaja. Que tenía agallas para jugarse tiros decisivos ya lo sospechábamos, pero lo confirmó con la canasta que puso el 80-77, aunque se equivocara después en la defensa a Ellis.
- Las ganas de English y Moran. El primero parecía seguir con su racha aciaga tras sus malos partidos recientes, pero supo sobreponerse y al final anotó 19 puntos, a pesar de su 2/6 en triples. Al segundo se le vio muy activo en el primer tiempo, con la valentía que debería tener más a menudo para tirar y penetrar, y acabó con 14 puntos y buenos porcentajes.
Lo peor
- La gestión de la ventaja y las decisiones de final de partido. con 75-70 a tres minutos del final, el Cajasol parecía tocado...pero el Gran Canaria regaló muchas faltas que dieron tiros libres, atacó fatal y permitió que empataran a 77. Con 18 segundos por jugar, Maldonado pide tiempo muerto, pone a cuatro pequeños y Sanders, aprovechando que es defendido por Carter muy de lejos, mete el triple y deja sólo dos segundos y ocho décimas para los sevillanos, que sacan de medio campo porque Martínez pidió tiempo muerto. El balón le llega a Ellis, que llevaba, si no me equivoco, 5/6 en triples y es defendido por Sanders, quien tuvo la posibilidad bastante clara de hacer falta que no fuera de tiro y dar opción de sólo dos tiros libres, pero en lugar de eso, le permitió levantarse y anotar...eso sí, con la mano en la cara y desde casi siete metros.
- Los mencionados bajones defensivos. El Cajasol tuvo muchos tiros fáciles de tres por lo mal que pasaron los bloqueos los aleros y las nulas ayudas de los pívots en esas situaciones. Hubo varias al final de posesión sevillana que, en lugar de cambiar en el bloqueo, permitieron el tiro por guardar la posición. Es cierto que esos cambios suelen venir propicidados por decisiones del banquillo, pero también hay que tener iniciativa individual para hacerlos. Uno de los que más falla en este aspecto es Augustine, de quien igual que había elogiado su capacidad defensiva 1x1, critico su escasa predisposición a las ayudas, sobre todo a los exteriores.
- La escasa aportación de los pívots, sin contar a Freeland. Entre Augustine, Savané y Kickert, 0/6 en tiros. No sólo no metieron canastas, es que tiraron muy poco: el norteamericano, tres tiros en 34 minutos; el senegalés, dos en más de 32 minutos. Sin anotación interior es muy difícil ganarle a ningún equipo de la ACB. Por eso el inglés marca diferencias: en sólo 20 minutos, metió 13 puntos, atrapó cinco rebotes y, sobre todo, tuvo iniciativa para jugare siete lanzamientos (los mismos que los dos pívots titulares juntos) y forzar dos faltas. Y por eso el público silbó el cambio cuando Augustine reemplazó al inglés cuando terminaba el tiempo reglamentario y aplaudió a rabiar cuando volvió a la pista en lugar de Savané. Nunca había visto nada así en el CID, pero me parece que era completamente razonable.
2 comentarios:
Lo de la falta...pues si no quieres, dos tazas. Ver el partido del Asvel para ello. En esta ocasión parece que Mario "no oyó" las indicaciones de Maldonado..¡a escasos dos metros! En fin, habrá que creerselo. Es impensable que esto pueda pasar dos veces consecutivas en un equipo profesional.
Realmente, no termino de entender tampoco las razones de mantener a Savané en pista a costa de Freeland. Contra el Asvel se vió clarísimamente que a Taph le pasa algo...estaba fundido físicamente. Prácticamente no saltaba, muy tarde a las ayudas, y en ataque erre que erre siendo la primera opción mientras que estaba en pista. Conclusión: 2 pelotas perdidas y Freeland en el banquillo. Me recordó la selección española con Gasol contra Rusia...
Tampoco comparto el criterio de dejar a English "descansar" hasta que falta 3 minutos para finalizar el primer cuarto. Coincide que desde que Maldonado hace esta "estrategia", English ha bajado el rendimiento (también el hombre, con el bebé dormirá poco), porque entra demasiado frío al parqué y tarda muchos minutos en coger el ritmo al partido. Eso hay que mirarlo.
No sé cómo lo ves.
No te había respondido porque pensaba comentar sobre el partido del ASVEL -especialmente del final- en otra entrada, pero al final no me ha dado tiempo.
A mí me da igual lo que digan Mario o Maldonado. Si el base no hace falta, cuando no está en bonus, la culpa es de él, da igual lo que haya dicho el entrenador o que lo cambie después de la falta. Si fuera la misma situación que contra el Cajasol, todavía lo entendería -por mal que me pareciera-, pero es que contra los franceses fue mucho peor.
Menos mal que se ganó en Villerbaune...
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