Ya escribía en el análisis previo que la falta de banquillo y la debilidad defensiva eran los principales defectos con las que debe lidiar el Granada esta temporada. El partido contra el Gran Canaria lo dejó claro: en los dos primeros cuartos, mientras aguantaban los titulares y los amarillos no defendían fuerte, el talento ofensivo andaluz iba dando para mantener un partido relativamente igualado, aunque el Gran Canaria llegó a tener 11 puntos, si no me equivoco, y daba en todo momento una sensación de superioridad.
Cuando los locales defendieron como lo han hecho toda la temporada, el Granada sólo anotó 10 puntos en cada uno de los dos últimos cuartos, mientras encajó 31 y 21. Desde el primer tiempo, los jugadores visitantes estaban exhaustos, agotados, y mantenían discusiones entre ellos. Hunter recriminó a Trifón Poch que no le hiciera caso cuando pidió el cambio tras dos canastas de Carroll; posteriormente, el entrenador de los andaluces cambió a Aguilar tras jugar unos 15 minutos consecutivos, si no recuerdo mal. Bromeábamos en el descanso con el hecho de que Poch pidiera los tiempos muertos más para que sus jugadores descansaran -y no tener que cambiarlos- que por arreglar lo que ocurría en la cancha.
Los diez minutos del tercer cuarto ofrecieron la mejor versión del Gran Canaria: al acierto en ataque y buen movimiento de balón que ya se había visto en el primer tiempo se le unió la firmeza y agresividad defensiva característica. Y, lo que es menos habitual, en el último cuarto el despliegue físico y el esfuerzo continuó para seguir aumentando la ventaja.
Lo mejor
- Fue uno de esos partidos en los que prácticamente todos los jugadores estuvieron bien, pero justo en el día que cumplía su partido número 150, Norris estuvo sublime. Esta semana escribiré sobre él, porque yo digo mucho que su actitud defensiva y su clase en ataque -a pesar de las malas decisiones que a veces adornan su juego- es una de las claves del éxito del Gran Canaria en estos años. Paró a Gianella (robó 4 balones), hizo correr al equipo, supo asistir (5 asistencias) y estuvo excelso en el tiro de tres (4/4, incluido un triple desde ocho metros en movimiento cuando acababa la posesión), donde este año estaba flojeando. En 16 minutos hizo 19 de valoración.
- El ataque. Fue el primer partido donde el Gran Canaria estuvo fluido en ataque, con un muy buen movimiento de balón, con juego entre pívots, con acierto en el tiro de tres (un espectacular 15/30) y corriendo más de lo habitual. Está claro que el Granada fue un rival propicio, por lo endeble que es su defensa (el desempeño atrás de Hunter lo conocemos todos; Ingles es un jugador lento para ser exterior; y Hendrix y Aguilar tienen desventaja física con casi todos los interiores amarillos). Pero aun así, el Granca pareció un equipo más conjuntado en ataque, mucho más que en anteriores partidos. Las 27 asistencias deben ser un récord del club, a ver si lo puedo mirar.
- La defensa del segundo tiempo. Si bien en ataque dio muchas facilidades, el Granada es un equipo con muchos recursos ofensivos. Hunter e Ingles son dos buenos aleros anotadores, difíciles de parar; Aguilar es capaz de jugar abierto (aunque esta vez hizo un 0/3 en triples) y es atlético; Hendrix es muy fuerte en la pintura y Jasen está haciendo un buen inicio de liga y es capaz de hacer daño por dentro ante aleros más bajos (como son los del Gran Canaria). Así que dejarlos en 10 puntos dos cuartos consecutivos tiene mucho mérito. El balance recuperaciones/pérdidas es espectacular: 16-11, por 10-22 del Granada.
- La recuperación de Sanders. Es muy importante en el equipo, porque a su desempeño defensivo une la capacidad de anotar que el resto de la segunda unidad no tiene (salvo, quizá, el jugador interior que salga del banquillo, sea McDonald o Augustine). Y hasta ahora no había estado muy fino, y en algún partido había jugado poco. Así que el partido le valdrá para coger confianza. Su intensidad atrás -estuvo muy bien defendiendo a Ingles, mucho mejor que Moran- no decayó con la ventaja en el último cuarto. Anotó 20 puntos y tiró 14 veces en 23 minutos, probablemente porque él mismo sabía que era un partido para retomar la confianza en su lanzamiento.
- Esta vez no tengo duda: el Granada, desde la concepción del equipo a la dirección de juego. Cuando Borchardt y Scepanovic se despidieron, en el club argumentaron que liberarse de sus altos contratos permitiría hacer una plantilla más amplia. Sin embargo, tras lo visto en estas cinco primeras jornadas, la falta de banquillo es de nuevo palmaria. Es cierto que le falta Stefansson en la rotación exterior, pero lo normal es que eso elimine al joven base Jorge Fernández. Hunter e Ingles estaban muertos en la cancha, Gianella hizo un partido pésimo -2 puntos, 1 de valoración en 25 minutos- y su suplente natural, Ranikko, estuvo igual de mal que en el resto de encuentros (creo que acumula un 0/9 en triples). Y lo peor lo sufren sus interiores, Aguilar y Hendrix, que juegan más de 30 minutos en cada partido (en esta ocasión estuvieron cerca, 28 el primero y 29 el segundo). Gutiérrez, la eterna promesa, disputó sólo 5 minutos; y Jesús Fernández, muy lejos del que despuntó en Granada antes de irse a Menorca, no tiene el nivel físico necesario para competir en la ACB. Al menos, no contra el Gran Canaria. El despropósito en la rotación de jugadores y la falta de mentalidad y esfuerzo me recordó a otro equipo de Trifón Poch, el Alicante que descendió en el CID sin que pareciera importarle a ninguno de sus jugadores o técnicos.
- La falta de concentración amarilla en el primer tiempo. La defensa fue muy floja por esa razón. En varias ocasiones, una simple puerta atrás sirvió para anotar fácilmente al Granada. El Gran Canaria debe tener claro que el intercambio de canastas sólo le permitirá competir con los equipos de la zona baja (y, por lo visto hasta ahora, el conjunto nazarí lo es), pero sólo el esfuerzo defensivo constante lo podrá llevar a sus cotas habituales (Copa y play-off).
- La ansiedad del público con Óscar Alvarado y del propio jugador. Que debutara es un proceso normal: con un partido decidido y Bellas cansado -él mismo pidió el cambio-, Pedro Martínez debe aprovechar para que al joven base se le vayan quitando los nervios de los inicios y, de paso, reservar a Norris. Pero tanto revuelo no es bueno para el jugador, que además se contagió y falló un triple claro y forzó otro con la única intención de estrenarse. Ya en el partido del EBA estuvo desafortunado en el tiro y tomó algunas malas decisiones por querer liderar al equipo; pero con los mayores, su papel debe ser otro, tiene que acostumbrarse a hacer jugar los sistemas y buscar a sus compañeros, por mucha diferencia que haya en el marcador. Sólo así llegará a tener la soltura que lo caracteriza.
El vídeo no incluye un tapón de Savané a Hendrix tremendo, pero aquí está de todas formas:
7 comentarios:
Fiesta en el CID con su charanga y su todo sonando de fondo. Tal Paliza!
Destaco las declaraciones de Poch en las que dice que su equipo no había tenido claro donde y contra quien jugaron.
Savane no puede ir por ahí poniendo esos tapones, eso es feo.
Como siempre, crónica cojonuda, no se te escapa una...
Uf, qué miedo me dio cuando vi a la banda esa. Yo me siento más o menos cerca, y la última vez que estuvieron allí fue infernal, todo el descanso tocando.
Esta vez estuvo mucho mejor, dejaron que el pabellón gritara y cantara por su cuenta y sólo tocaron en momento determinados.
Gracias por el elogio.
Coincidimos en varios aspectos que escribí en mi análisis del foro ACB, como fueron el sublime partido de Marcus y el excelso juego entre pívots. Anadiría a tu crónica, el buen partido en la dirección de Tomás, al que de momento no le está pesando la ACB. A ver si mantenemos esta línea.
Pues tuviste suerte de poder acceder al foro, yo no he podido desde el domingo.
Dudé sobre Bellas, pero no lo incluí porque el partido iba muy de cara y porque todavía lo encuentro inseguro en el tiro. Los dos triples los lanzó con dudas, sobre todo el segundo. Y, sin querer restarle mérito, las 8 asistencias son más fáciles con una racha de tiro como la que tuvo el Gran Canaria.
Con todo, como tú dices, lo mejor es que la competición no lo está superando y se va aclimatando perfectamente. Seguro que con el tiempo lo vemos algo más suelto en ataque; en defensa ya está a buen nivel.
En lo que respecta a Tomás, no espero que anote 15 puntos por partido, sino que mantenga el ritmo de juego, haga jugar al equipo y aumente el nivel defensivo, y eso de momento lo está haciendo. Además, creo que es un tipo que sabe cuando debe correr y cuando serenarse. Aún es pronto para llegar a esta conclusión, pero creo que no hemos perdido tanto como se decía con el cambio por Mario. Y si miramos la relación precio-rendimiento ya ni te cuento. A ver que tal se le da contra los dos próximos cocos. Saludos desde el colegio Galicia, je je.
Hombre, un saludo.
Yo he escrito varias veces que es casi imposible que el equipo se vea afectado en ataque con el cambio de Mario por Bellas, porque la aportación del primero se limitaba casi al rebote. Bellas está más o menos bien, no se ha visto abrumado por la ACB y ningún jugador lo ha superado claramente.
Pero yo creo que tiene algo más descaro y talento del que ha mostrado y seguro que cuando se asiente más lo enseña, al menos contra los equipos de la liga dle Granca. Y tiene que empezar a meter, porque lleva 0/7 en triples y debe quitarse la ansiedad y evitar que le floten.
En todo caso, creo que coincidimos bastante (por lo que leo aquí y en el foro), en este asunto y en general sobre el equipo.
Totalmente de acuuerdo, Pachi, y la cuestión del contraataque, sobre la que tanto insisto, no la había nombrado. Con estos pívots, Sanders y Carroll, el equipo tiene qie intentar correr mucho, algo casi imposible con Mario en cancha.
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