sábado, mayo 09, 2009

El Gran Canaria cierra la temporada regular ganando al Pamesa y superando su récord de victorias

La victoria del Gran Canaria frente al Pamesa (74-71) para cerrar la temporada regular de la ACB 2008/2009 significa el mejor récord del conjunto amarillo en esta primera fase. Al margen de números absolutos, el porcentaje de éxitos (20 victorias en 32 encuentros, es decir, el 62,5% de triunfos) es mejor que el registrado en los cursos 2002/2003 y 2006/2007(21 victorias en 34 partidos, el 61,8% de los triunfos).

Sin embargo, no salgo con una sensación muy positiva del encuentro. Fue un partido malo por ambos lados, más propio de pretemporada que de última jornada regular. Con poca tensión, salvo en el último cuarto, y muy extraño, con varias rachas de unos y otros y una interrupción muy larga que enfrió a los dos equipos. (Supongo que se debió a algún problema técnico, pero todavía no estoy seguro).

Salí pensando que el partido lo ganó el público, que fue uno de esos encuentros donde de haber jugado como visitante, el Gran Canaria habría perdido. Los presentes en el CID fueron muchos, sobre todo en un día de playa como hoy, con un horario extraño y sin prácticamente nada en juego. Y fueron muy animosos. Sólo ellos y el cuerpo técnico parecían estar metidos en el partido, hasta que un par de buenas defensas -especial mención para Augustine- y un tremendo mate de Freeland al final del tercer cuarto devolvieron la concentración al equipo, que salió más enchufado en el último periodo.

En el parcial que igualó el encuentro estuvieron en pista Fisher, Mario, Sanders, Augustine y Freeland, que defendieron muy bien y atacaron con cabeza y puntería. Del 43-55 en el minuto 26 se pasó al 59-57 en el 31. El resto del último cuarto fue más igualado, mucho más duro e intenso y acabó con emoción. Lo que debería ser un partido ACB de la jornada 34 de liga.

Lo mejor
  • El público, como he explicado. Siempre me centro más en el juego, pero hoy de verdad que había que tener paciencia para ver el partido. Hubo ánimos constantes, pero sonaron más cuando peor estaban las cosas para los locales. Y se ve que sirvieron para despertar a los jugadores.
  • La aportación colectiva, una vez más. Los suplentes fueron claves: Augustine se multiplicó en defensa y sumó en ataque; Kickert estuvo mucho más decidido y utilizó sus armas en ataque; Mario puso toda su intensidad al servicio del conjunto y defendió bastante bien a Williams; Fisher enchufó un triple con adicional que fue importante en el devenir del encuentro; Sanders supo reponerse a una mala tarde desde los 6,25 para anotar desde la media distancia (y posteando en dos ocasiones ante un jugador más alto). La valoración de los cinco suplentes del 'Granca' fue de 41; la de los valencianos, 22.
  • ¡Los tiros libres! El espectacular 87%, con 20 de 23, ayudó mucho a ganar el partido en el último cuarto. Mención especial para Freeland (7/9)
  • La defensa del perímetro. El Pamesa hizo un paupérrimo porcentaje en triples (13%, con 2/16). Aparte de Williams (2/7), ningún otro jugador anotó desde los 6,25. Es cierto que fallaron algunos tiros bastante claros, pero la mayoría estuvieron bien defendidos. En este apartado seguro que ha influido la buena defensa del bloqueo y continuación del Gran Canaria, que en las últimas jornadas me parece que ha mejorado bastante. También en la zona se defendió bien cuando Augustine estuvo en la cancha. Y el trabajo de scouting funcionó: forzar a Perovic a jugar hacia su izquierda minimizó su impacto.
Lo peor
  • La apatía que parecían tener los dos equipos en los primeros 25 minutos, más grave en el caso del Gran Canaria por jugar como local. Ofrecieron un partido impropio para el nivel de ambos, jugando al tran-tran, sin concentración ni intensidad, con defensas blanditas. En el último cuarto, el Pamesa se puso las pilas (el Gran Canaria ya lo había hecho al final del tercero) y empezó a defender y a jugar con mucha dureza, y que conste que no es una crítica. (Por cierto, uno de los más duros fue Kenny Gregory, lo que me sorprendió, porque no lo había visto jugar; Miralles también repartió un par de mandobles en defensa, pero de él me lo esperaba).
  • Los bases como Shammond Williams. Probablemente suene -o incluso lo sea- ventajista por mi parte que lo critique a toro pasado, después de perder. Pero mirando las estadísticas, todo hace pensar que completó un buen encuentro: 20 puntos y 18 de valoración -líder de su equipo en ambos apartados-, 3 asistencias y dos pérdidas (en su media). Sin embargo, a mi juicio fue el que dilapidó gran parte de las opciones de triunfo de su equipo, después de que hubiera conseguido una racha muy buena en el tercer cuarto, con ocho puntos consecutivos y un 2+1 posterior. En el último cuarto siguió acaparando juego, falló dos triples mal tirados y perdió un balón importante. Estoy convencido de que ese tipo de bases, que juegan tanto para sí mismos, te quitan más de los que te dan a lo largo de la temporada o, incluso, en un mismo partido, como fue el caso de hoy. Y estoy seguro de que es de los que mira sus estadísticas al terminar.
  • El arbitraje. No influyó en el resultado, y probablemente se equivocarán más a favor de los locales, pero me pareció otro recital de compensaciones y malas decisiones, fijándose más en el apellido del jugador que en los lances del juego. En multitud de ocasiones fue el árbitro más alejado de la jugada el que pitó, y se notó.
Añado dos detalles anecdóticos más. Hubo un corta pero acalorada discusión entre English y Maldonado, porque éste pidió al canadiense que se preparara y luego lo mandó sentar de nuevo, a lo el jugador replicó con un ostensible gesto de enfado. El técnico reaccionó y fue a criticarle su comportamiento; lo que no sé es si le iba a explicar que se trataba de que saliera para atacar y que como tocaba defender, era mejor dejar a Fisher (tampoco sé cómo se lo hubiese tomado). Quien medió, ejerciendo como debe un capitán, fue Savané, que pidió paz a ambos. Y Maldonado lo olvidó enseguida y sacó a English en el siguiente ataque, como tenía previsto.

Otro hecho que me llamó la atención fue el poco respeto que tienen los árbitros por Perovic, casi al mismo nivel que tienen por Freeland. Ya lo había apreciado en otros partidos, no es que fuera coincidencia. Le pitaron dos faltas inexistentes, precisamente en su defensa al pívot inglés, que estoy convencido que a Miralles o Nielsen no habrían pitado. No sé si deberá a que ambos son jóvenes y los árbitros miran mucho la experiencia. El caso es que parecían conocerse, así que investigué y resulta que ambos fueron seleccionados en el draft de la NBA en 2006, Freeland en el número 30 y Perovic -dos años mayor- en el 38. Curiosamente, algo más atrás, en el 41, apareció James Augustine, elegido por Orlando.

Llegan los play-off. Confiemos en disfrutarlos y esperamos que no tengan un paso demasiado efímero por el CID. Mientras, tenemos el vídeo de acbtv:

2 comentarios:

On Off dijo...

Una temporada regular como esta no volveremos a ver por aquí en la vida...

Que pocas ganas los jugadores. Que lo avisen y dedica el sabado uno a otra cosa.

ruymanfm dijo...

Bueno, seguro que lo mismo pensaron muchos en la temporada 2002/2003, on 21 victorias; o incluso en la 2006/2007, donde más cerca se estuvo de las semifinales.

Aunque yo siempre digo que va a haber una temporada en la que saldrá mal algún fichaje importante, o llegarán lesiones de jugadores clave, y habrá que competir por no descender. Pero hasta ahora no ha sido así.