Pese a todo, la amplia derrota no tiene que empañar para nada la excelente temporada del Gran Canaria en la ACB, la mejor de su historia. Quedarse a una sola jugada de las semifinales frente al Unicaja es un logro difícilmente repetible con las condiciones económicas actuales y, en todo caso, extremadamente loable para un equipo como el amarillo, y más después de la lesión de su máximo referente ofensivo.
Lo curioso es que el principio del encuentro parecía responder al mismo guión que el resto de la eliminatoria: pocos puntos (4-4 a tres minutos del final del primer cuarto; Unicaja anotando sólo de tiros libres y el Gran Canaria con un 2/11 en tiros hasta ese momento), mucha tensión, pérdidas y mal juego. Pero de repente, los malagueños empezaron a correr con más eficacia, al Gran Canaria le pesaron las piernas para ir al rebote ofensivo o bajar a defender y en tres minutos el marcador se fue a 15-13, aunque los de Aíto sólo consiguieron una canasta en 5x5 y aprovecharon las faltas (7/8 en tiros libres).
El encuentro empezó a romperse en el segundo cuarto. Unicaja anotó 24 puntos en 10 minutos, el récord en toda la serie (lo que se dice pronto), pudo seguir corriendo, contó con ventajas en torno a los 10 puntos y recuperó muchos balones. Le costó atacar en estático, pero las 10 recuperaciones de balón y las 11 asistencias en el descanso indicaban que había conseguido hace el juego rápido de ataque que tan bien le viene. En el Gran Canaria, en cambio, costaba mucho anotar, sólo Freeland y Savané conseguían sacar provecho en ataque cuando tenían buenos balones interiores.
Pero jugando con ventaja, los jugadores locales empezaron a encontrar su juego, ese que el Gran Canaria había conseguido neutralizar, y se encontraron cómodos atacando, tirando con más espacios de lo normal. Así, en el tercer cuarto, con todavía más fluidez, algunos de los jugadores dirigidos por Aíto mostraron la calidad que se les supone. Kelati apareció por primera vez en la eliminatoria, Cabezas se dedicó a repartir juego, Archibald a culminar cerca del aro y Haislip a culminar contraataques. Con 24 puntos de diferencia al término del tercer periodo, el último fue casi un paseo.
Con tantas distancias, no merece mucho la pena hablar de tácticas. El Unicaja ganó porque su rotación es más amplia, sus jugadores estuvieron más cómodos con el marcador amplio, porque posee más talento y más capacidad física y tiene más variantes ofensivas. Esta vez no tuvo que adelantar la presión tanto (los saques de fondo fueron más tranquilos para el Gran Canaria), pero su defensa en estático fue muy buena y robó muchos balones (17 recuperaciones, por sólo 13 pérdidas; en los de Maldonado, el balance fue 9/20). El Gran Canaria tuvo un día nefasto en el tiro -36% de dos y 22% de tres- y defendió con menos intensidad que en los otros encuentros. Empleó una zona 1-2-2 en el tercer cuarto, pero con los malagueños más afinados de tres y los exteriores más blanditos que de costumbre, no funcionó en absoluto. (Por cierto, como ya ha pasado en al menos otras dos ocasiones, Sanders no se dio cuenta de la zona hasta la segunda defensa).
En poco tiempo hablaré del balance global de la temporada, aunque ya digo que ha sido excelente, con el equipo muy cerca de las semifinales. Hoy sigo repitiendo el esquema habitual.
Lo peor
- La sensación de superioridad del Unicaja. Por primera vez en la eliminatoria, se notó que el presupuesto de los andaluces triplica al del Gran Canaria. Con la ventaja del tercer cuarto, el único que no pareció rendirse hasta mediado el último periodo fue Maldonado, que siguió protestando a los árbitros, sacó a Savané y Freeland, los más acertados, al inicio del último cuarto y continuó con sus indicaciones de cómo jugar, intentando al menos no dejarse llevar como parecía que ocurría con varios jugadores. Entiendo que es normal, a esas alturas, bajar los brazos, sobre todo por el bajón anímico, pero me sigue sin gustar.
- La defensa exterior del Gran Canaria, especialmente desde el segundo cuarto. Igual que he alabado a Fisher por su prestación atrás, hoy lo vi muy blando y descentrado, probablemente afectado por el cansancio ante la escasez de rotaciones amarillas. También Norris y Mario estuvieron por debajo de lo acostumbrado; y de Sanders ya he criticado en varias ocasiones su defensa, sobre todo al hombre con balón.
- James Augustine. Lo apunto directamente por su actuación en los play-off, pero espero resarcirlo con el balance global de la temporada. Pero la propensión a las faltas, incluso con el extraño criterio arbitral, lo ha descentrado en casi los dos últimos partidos. Y en ataque desde el primer partido tiene muchos errores de concepto: hoy volvió a atacar a Haislip y a Jiménez de cara en dos ocasiones. En 20 minutos de media durante la eliminatoria, ha hecho un total de 5/11 en tiros, es decir, menos de cuatro tiros por partido y poco más de una canasta de media. En este último encuentro, además, no demostró su excelente defensa al poste bajo. Su cuarta falta, en un flash defensivo habitual pero sin ninguna flexión en el cuerpo, demostró su falta de concentración.
- Las carencias ofensivas en el perímetro. Como decía al final del segundo partido, la mejor manera de explicar el resultado es que Fisher decidía los errores en el Gran Canaria y Cabezas lo hacía en el Unicaja. Pues Fisher continuó negado de cara al aro, asumiendo malos tiros y mostrando una preocupante incapacidad de hace llegar el balón a los interiores. Sanders tampoco tuvo su mejor día (10 puntos, con 4/9 en tiros y 5 balones perdidos) y Mario y Norris estuvieron desaparecidos.
- La concentración y determinación en el primer cuarto. Tras el descanso, las piernas no respondían y la cabeza parecía no estar en Málaga, pero al inicio volvió a verse al Gran Canaria aguerrido. Duró poco, más o menos lo mismo que la igualdad en el marcador, pero se vio la intención de ir a ganar.
- La imagen dada en todo el play-off. Con un poco más de suerte en el segundo partido, o un poco más de talento, el Gran Canaria estaría ahora en semifinales. Y en el primer partido aprovechó bien sus armas. En toda España alaban a los amarillos por llegar tan lejos y perpetuar su perenne milagro. Ya quisieran llegar a este tercer partido otros varios equipos que no sacan tanto rendimiento de sus euros.
- Las ganas de Savané y los recursos ofensivos de Freeland. El capitán ha ejercido como tal durante toda la temporada. Es el corazón del equipo, el que más ganas le pone, el que arenga a los compañeros y tranquiliza cuando es necesario. Su nivel defensivo ha sido capital en los resultados obtenidos por el Gran Canaria. Si, como parece, se va, lo echaremos mucho de menos. También Freeland acaba contrato, y aunque el club intentará retenerlo por todos los medios, tendrá muchas ofertas de otros equipos europeos. Hoy volvió a demostrar que ofensivamente es de lo más completo: jugando 1x1 de espaldas acaba de diversas maneras y con las dos manos; tiene un buen tiro de 4-5 metros y anotó incluso en una valiente penetración ante la defensa de Jiménez, más rápido y ágil. En defensa no pudo con Archibald cerca del aro...pero la verdad es que hay pocos que puedan en toda Europa.
Y hasta aquí la temporada ACB 2008/2009 del Gran Canaria. Por segunda vez en su historia llega al último partido de los cuartos de final, y esta vez estuvo más cerca que nunca. Las buenas noticias para el futuro son el Mundial 2014 -que traerá un nuevo pabellón- y la excelente generación de juniors que viene en camino. Las malas noticias, las de siempre: falta de apoyos económicos y presupuestos que menguan cada año. Así que, de momento, esperamos otro milagro de Himar Ojeda y los entrenadores, esté el que esté.
El vídeo de acb.com sobre el partido no tiene mucho interés, me temo, pero lo pongo para respetar las tradiciones:
1 comentario:
Sobra decir que la temporada ha sido para celebrar.
Concretamente del partido hay poco que decir, salvo la actitud de algún jugador con respecto a las faltas.
Me preocupa mucho que Mario fuera superado tan claramente por Cabezas. Y Daniel K, muy flojo. son los jugadores que tienen contrato un año más.
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