El método Granca ( y II)

(Viene de la primera parte)

N de Necesidad
Una de las condiciones innegociables que tiene Himar Ojeda para traer a un jugador es que llegue a la Isla plenamente convencidos de querer jugar en el equipo y que tengan la necesidad de demostrar su capacidad de competir en la ACB y en Europa, aunque sea con el objetivo de llegar a la NBA. “Nos gusta que sean jugadores que vengan con hambre de crecer o a resarcirse de malas temporadas anteriores”, expone, al tiempo que pone como ejemplo el caso de Josh Fisher: “Yo le expliqué que iba a tener un papel eminentemente defensivo y a jugar en una posición que no era la más habitual para él, además de un sueldo condicionado por nuestras limitaciones. Y él no se lo pensó, me respondió: ‘Por jugar en la ACB, lo que sea”.

Fue precisamente el afán por superar un año malo, debido a las lesiones en este caso, lo que permitió al público grancanario disfrutar del juego de Marcus Goree en la temporada 2003/2004, antes de que emprendiera rumbo a equipos de primer nivel europeo (primero a Treviso, junto a Ettore Messina; y más tarde al CSKA de Moscú, donde volvería a encontrarse al actual entrenador del Real Madrid para ganar la Euroliga).

C de Confianza y de Clarividencia
Los jugadores que trabajan para entrar en la NBA y se aventuran por primera vez en Europa como trampolín, igual que sus agentes, necesitan sentir la confianza que tienen los equipos en ellos. Es una condición para evitar el peligro de ser cortado si su rendimiento al principio de la temporada no es todo lo alto que se espera.

Esta condición se da de sobra en el Gran Canaria, donde los únicos jugadores que han sido dados de baja ya llegaban con contrato temporal (los casos de Tree Simmons, Adam Harrington o Chris Massie) o pagaron la lesión de un compañero (caso de Ime Udoka). El resto de las incorporaciones se ha beneficiado de la confianza que el club tiene en sus entrenadores –sólo tres en las últimas 14 temporadas, todas en ACB-, en su plantilla y en las decisiones de su director deportivo.

La clarividencia es definida en el Diccionario de la Real Academia Española como “facultad de comprender y discernir claramente las cosas”, en su primera acepción, y “penetración, perspicacia”, en la segunda. A la vista de los resultados de su gestión, ambas se pueden aplicar a Himar Ojeda. Así lo reconoce el resto de directores deportivos de la ACB, quienes con mucha frecuencia demandan su opinión sobre los jugadores en los que están interesados.

Además de la perspicacia, la intuición es otra cualidad que suele tener bastante peso a la hora de decantarse por un jugador u otro para su equipo. “Muchos ojeadores conocen a los jugadores más y mejor que yo; la verdad es que me fío bastante de las sensaciones que tengo”, responde Ojeda cuando se le pregunta qué importancia tiene la intuición en sus decisiones. Y tampoco es que la base de datos sea la más prolija o la más detallada: “Apunto pocas cosas, sobre todo cuestiones físicas, e intento añadir a qué jugadores me recuerdan, pero no escribo mucho”.

A de Ambiente
Para Himar Ojeda, los responsables de que el Gran Canaria haya alcanzado los extraordinarios resultados de las últimos siete temporadas - sólo en una ocasión faltó a las eliminatorias por el título de la ACB- son “el trabajo de los profesionales del primer equipo, el público, los medios de comunicación y la dirección de la entidad, que siempre ha dejado trabajar a los profesionales del club”.

En el mismo sentido se expresa Juanma Rodríguez, director deportivo de Unicaja Málaga: “Gran Canaria es un sitio con menos presión que otros clubes porque es un club pequeño y está bien definido quién toma las decisiones. En un club más grande es más difícil que esto ocurra así, porque hay mucha gente que opina”.

La importancia del entorno es recalcada asimismo por Jordi Ardévol, quien sostiene que la isla y la afición “no son ajenos al éxito”, porque “los jugadores, igual que cualquier persona, trabajan mejor cuando su entorno (y no sólo el laboral) es mejor”, como ocurre en Gran Canaria.

Y el propio Ardevol remata con una razón para el éxito del método del Granca que no por evidente deja de ser importante: “Himar Ojeda es de las personas que más sabe de baloncesto de este país.”

Jayccee Carroll, la elección más reciente
Para la temporada 2009/2010, el Gran Canaria ha decidido reemplazar a Carl English, el principal referente ofensivo del equipo, por un escolta de 1,88 metros y sólo un año de experiencia profesional, Jaycee Carroll. Es quizá un ejemplo paradigmático de la manera de captar jugadores de Himar Ojeda.

“A Carroll lo conocí personalmente en la liga de verano 2008 y ya me transmitió muy buena impresión aunque no hablamos mucho. En esa liga de verano estuvo muy bien, pero –como todos los jugadores de allí- su primera opción era la NBA. Cuando vi que al final se marchaba a Italia, a Teramo, aproveché para seguirlo de cerca”.

Antes de decidirse, Ojeda pidió cintas (del PIT de 2008, por ejemplo, donde no estuvo muy fino, según el director deportivo del Gran Canaria) y consiguió más información sobre él, y se marchó este verano a Estados Unidos con la idea de ficharlo, como así sucedió.

La puesta en escena de Carroll en la pretemporada ha sido ilusionante: máximo anotador de todos los equipos ACB en la pretemporada, 23 puntos al Joventut con 7/11 en triples y 17 tantos contra el Barcelona. A priori, parece el enésimo acierto del club y de su método.

Cambio de tendencia a base de resultados
El buen trabajo y el prestigio logrado comienzan a dar sus frutos en la isla. Antes, era muy frecuente que los jugadores que destacaban en Gran Canaria se marchaban a equipos con más recursos tras una temporada, pero, como reconoce Himar Ojeda, “la tendencia va cambiando poco a poco” y en los últimos años ha conseguido renovar a Carl English y a James Augustine tras un buen primer año en ACB. “Ahora, para irse a otro sitio los jugadores tienen que encontrar algo muy bueno, porque saben que aquí están bien y consiguen resultados”, explica.

Este buen ambiente y competitividad es la principal razón de que uno de los pívots más cotizados de la ACB, Will McDonald, haya vuelto al equipo con el que debutó en la competición. Él mismo lo reconoció en su presentación con el equipo amarillo la importancia del ambiente: "Mi primera decisión era volver a Gran Canaria. Llevaba varios años pensando en regresar porque aquí siento que es el lugar ideal para mí, ya que aquí me sentí realizado como jugador”. Del mismo modo, destaca la competitividad del club como otra de las razones para su vuelta: "Nunca se cuenta con este equipo, pero siempre juega Copa del Rey y Playoff. Y eso tiene una explicación y es que aquí se construye un equipo, con jugadores identificados con una Isla, un equipo y un proyecto. Por ejemplo, Savané y Moran han tenido siempre ofertas para mejorar en otros equipos y aquí siguen porque se sienten realizados".